Industria aérea lucha para aumentar sus operaciones, tras dos años de pandemia – Milenio

Durante casi dos años que duró la pandemia de coronavirus, una de las dos terminales del aeropuerto de Gatwick en Londres permaneció vacía, mientras los pasajeros se quedaban en casa y la industria de viajes luchaba por sobrevivir. 
Gatwick no era el único. La industria de la aviación entró en el congelador después de que se desplomó la demanda de vuelos a causa de las restricciones a los viajes impuestas para controlar la propagación del covid-19
Los ejecutivos de las aerolíneas y los aeropuertos se lamentaron de una crisis histórica y muchos gobiernos canalizaron recursos directos en efectivo para ayudar a la industria a sobrevivir. Las compañías eliminaron miles de puestos de trabajo, se endeudaron y dejaron parados sus aviones para sobrellevar la disrupción. Pero, después de 24 meses de administrar la crisis, los pasajeros regresan de repente con tanta rapidez que el sector no sabe qué hacer con ellos. 
El mes pasado, el número de vuelos regulares se recuperó hasta 89 por ciento de los niveles de 2019, después de caer un tercio en abril de 2020, según datos de la consultora Cirium. 
La recuperación se produce mientras se relajan las restricciones fronterizas en el mundo, lo que desencadena una lucha en los aeropuertos y las aerolíneas para aumentar las operaciones, volver a contratar personal y poner los aviones en el aire.
Algunos mercados resistieron mejor que otros, sobre todo los países más grandes, como Estados Unidos (EU) y China, que se vieron protegidos por la continua demanda de vuelos nacionales. Pero el sector se está recuperando en todo el mundo, incluso en partes de la región Asia-Pacífico donde las fronteras acaban de empezar a reabrirse. 
Semana Santa fue el primer periodo de intensa actividad en dos años para muchos mercados y un periodo de ensayo para el pico de los meses de verano, julio y agosto. 
El aumento reivindica a los jefes de las aerolíneas que insistieron en que la demanda volvería tan pronto como desaparecieran las restricciones a los viajes, y va a inyectar unos ingresos fundamentales a las compañías con problemas de liquidez
Pero el aumento de la demanda también hace que el sector se desmorone ante la presión, ya que muchos aeropuertos y aerolíneas tienen dificultades para gestionar el creciente número de pasajeros, sobre todo después de recortar los costos al máximo durante la crisis. 
La recuperación en EU va por delante de la mayor parte del resto del mundo, ya que su fuerte mercado interno hizo que para el verano pasado los horarios de los vuelos alcanzaran más de 80 por ciento de los niveles prepandemia. 
Sin embargo, la experiencia en EU no es un buen augurio, ya que desde entonces el sector sufre de episodios regulares de disrupciones al tener que responder al aumento de las reservaciones. El número de vuelos cancelados alcanzó niveles récord de cara a la temporada de vacaciones de navidad de 2021, y aerolíneas como Spirit, JetBlue y Alaska dicen que recortarán los horarios en lo que resta de la primavera y el verano para evitar más cancelaciones o retrasos. 
El sindicato que representa a los pilotos de American Airlines presentó una demanda contra la aerolínea y afirma que “está claramente mal preparada para el repunte del tráfico aéreo” y que “sin duda” tendrá problemas con su programación de vuelos de verano, porque no hay suficientes pilotos para manejar un calendario tan completo y ajustado sin problemas. 

En Gatwick, donde no ha habido grandes disrupciones, de un día para otro el aeropuerto pasó de administrar 300 vuelos diarios a 570 cuando volvió a abrir la terminal sur a finales de marzo. El director ejecutivo, Stewart Wingate, comparó la operación logística con intentar abrir un aeropuerto de tamaño medio desde cero. 
Otras partes del sector se han doblegado. Los pasajeros del aeropuerto de Manchester se quejaban de las filas de cinco horas de duración, mientras que easyJet y British Airways cancelaron cientos de vuelos en abril debido a la escasez de personal, agravada por una serie de infecciones de covid entre la tripulación. 
Conscientes de que no podrán cumplir sus horarios anunciados, algunas aerolíneas recortaron esta primavera el número de vuelos para protegerse de las disrupciones de última hora, como BA, donde 1 de cada 20 vuelos ha sido cancelado este año, según de Cirium. 
La presión es especialmente intensa porque, aún en año nuevo, muchos países seguían imponiendo restricciones a los viajes y prohibiciones de vuelo tras la aparición de la variante Ómicron. Pero en el centro del problema se encuentra la simple falta de recursos. 
Como consecuencia de la pandemia, el sector redujo su plantilla. En septiembre de 2021 había 2.3 millones de puestos de trabajo menos en el sector de la aviación, en comparación con los niveles anteriores al covid, según datos de Oxford Economics. Las cifras incluyen un descenso del 29 por ciento en el personal contratado que trabaja en los aeropuertos, como el personal de asistencia en tierra, donde se perdieron 1.7 millones de puestos de trabajo. 
Heathrow, el aeropuerto con mayor actividad del Reino Unido, advirtió este mes de que “los recursos están al límite” y dijo que las empresas en torno al aeropuerto tienen que contratar a 12 mil personas más para hacer frente a la demanda el próximo verano. 
Mientras el sector atraviesa por un frenesí de contrataciones, el aumento de las medidas de seguridad dificulta que el personal nuevo se incorpore rápidamente a la primera línea. 

Stephen Cotton, secretario general del sindicato International Transport Workers’ Federation, dice que el caos mundial “es el resultado directo de las malas decisiones” de las aerolíneas y los gobiernos. Afirma que los gobiernos deberían haber proporcionado más ayuda, y que la reducción de costos de la industria fue algo “corto de miras”. 

La recuperación ayudará a empezar a reparar las finanzas del sector, diezmadas por la pandemia. Varias aerolíneas, entre ellas Norwegian y LatAm, se declararon en quiebra, mientras que incluso las compañías más fuertes se endeudaron para ayudarles a superar el desplome en el número de pasajeros. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo dijo el año pasado que 40 por ciento de los 269 mil mdd en ayudas gubernamentales a las compañías llegó en forma de deuda de la que hay que pagar intereses, y que la carga de la deuda del sector creció en 220 mil mdd desde 2019 hasta finales de 2020. 
En general, el organismo pronóstica que el sector mundial seguirá perdiendo 11 mil mdd este año, dado que el número de pasajeros no se recuperará del todo, lo que llevará las pérdidas netas totales entre 2020 y 2022 a 200 mil mdd. 
Mientras que las tres compañías aéreas más grandes de EU registraron pérdidas en el primer trimestre, American, United y Delta esperan un segundo trimestre rentable, y United y Delta prevén rentabilidad para todo el año, a pesar de los aumentos de los precios del combustible. United anticipa una utilidad trimestral récord durante el periodo actual de tres meses. 
Para muchas aerolíneas, la llegada de la temporada alta de verano marcará un punto de inflexión entre las pérdidas multimillonarias y la vuelta a la rentabilidad, independientemente de las disrupciones. 
En EU algunas aerolíneas volvieron a obtener utilidades por primera vez durante un pico de demanda el verano pasado, alimentado por los viajes de esparcimiento y las visitas de amigos y familiares al extranjero, mientras que la recuperación de los viajes de negocios ha sido más lenta. Aun así, este motor clave también ha dado señales de vida. 
La recuperación del sector de viajes se produjo a pesar del telón de fondo de la invasión de Rusia a Ucrania y el aumento de la inflación, y algunos ejecutivos se preguntan si el aumento de los viajes de esparcimiento llegó para quedarse, o si es un escape de única ocasión después de dos años de restricciones. 

srgs




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