Observando las cifras de tráfico nacional e internacional en el mercado de transporte aéreo peruano antes de la pandemia versus 2022, ambos continúan mejorando pero en comparación con otros países pares de la región como Colombia, el mercado se encuentra todavía muy por debajo de los valores de 2019.
Basado en la fuente de datos OAG, cuando se compara la oferta de asientos entre marzo 2019 y marzo 2022, el mercado nacional peruano solamente ha recuperado el 55% de la oferta ofrecida pre-pandemia lo cual muestra señales que hay mucho camino todavía por recorrer.
A nivel nacional, LATAM Airlines continúa liderando la oferta de asientos ofrecidos a marzo 2022. Si bien la participación de SKY Airline ha aumentado, se observa a Viva Air Perú con una participación únicamente de 0,5% en marzo de 2022. La razón de la reducción es simple, luego de analizar lo lento de la recuperación del tráfico aéreo en Perú en comparación con Colombia, la aerolínea ha decidido enfocarse en Colombia: Un mercado más grande, con menos restricciones de viaje, mayor estabilidad política y con una aerolínea que salió de un proceso de restructuración en el 2021. Por lo tanto, Viva Air ha decidido reforzar su inversión en Colombia y no en Perú.
A nivel internacional y a marzo del 2022, la cifra de recuperación de oferta de asientos se encuentra cercana al 35% cuando se compara con marzo de 2019. Los cuatro principales actores son LATAM Airlines 46%, seguido de Copa con un 9%, SKY Airline 9%, Viva Air con 6% y otros incluyendo a JetSmart que tienen en conjunto un 30% del mercado. Con respecto a JetSmart, la aerolínea cuenta con un 2% de participación distribuidos 64% en la ruta Lima-Santiago seguido de Trujillo-Santiago 27% y Arequipa-Santiago 9%.
Sin embargo, SKY Airline y LATAM continúan trabajando ambas verticales -rutas nacionales e internacionales- sobre todo SKY que ha aumentado su oferta de asientos (y espera continuar aumentándola) en parte debido a las restricciones de viaje ejecutadas por el gobierno chileno durante la pandemia y especialmente cuando debe cumplir con importantes compromisos financieros y deuda asociados a su nueva flota.
JetSmart: Crecimiento en el mercado peruano
Luego de obtener su permiso para operar vuelos nacionales en Perú, JetSmart ha iniciado su venta de boletos con una promoción agresiva de 3.000 asientos a S/ 10 (US$ 2,6) por tramo incluyendo tasas e impuestos. Estos vuelos se realizarán desde Lima a nueve destinos inicialmente mientras otros serán operados sin escalas en Lima o de punto a punto (P2P). Entre los destinos desde Lima, es interesante ver el de Talara ya que esa ruta genera un premium de ingreso por la poca competencia (LATAM opera la ruta mientras que SKY no).
Si bien se esperaría que esa tarifa se multiplique entre seis a doce veces más por tramo (hablando de la tarifa más baja) luego de la promoción, igualmente veremos a futro como las tarifas son ajustadas por demanda, competencia, destino, hora de salida, día de la semana y estacionalidad entre otros.
En cuanto a los vuelos P2P sin escala en Lima como por ejemplo Arequipa-Cusco, Arequipa-Trujillo, Arequipa-Piura y Arequipa-Tarapoto, LATAM ha operado algunas de estas rutas en el pasado y se observa que en marzo de 2022 operó Arequipa-Cuzco seguido de Cuzco-Puerto Maldonado y en menor escala Cuzco-Juliaca. Sin embargo, la oferta total de asientos en estas rutas P2P en todo el territorio nacional del Perú no superaba el 6% a Marzo 2022.
Por varios años, muchas de estas rutas P2P han funcionan de manera estacional y asociadas con acuerdos comerciales con grandes touroperadores y negocios business to business (B2B) mientras se ofrece el excedente de asientos (por ejemplo, 30 asientos por despegue) al mercado local O&D (Origen & Destino) lo que ayuda a maximizar los ingresos. Por ende, esta estrategia ha ayudado a rentabilizar rutas P2P ya que en general son mercado bastantes pequeños. De lo contrario, las aerolíneas deben consolidar operaciones en el hub de Lima para ser rentables.
Observando a las nuevas rutas P2P de JetSmart, se observa a Arequipa como su hub central de la operación lo cual es una estrategia doble que busca aumentar los factores de ocupación no sólo con los pasajeros desde Santiago, Chile sino que también con servicios más allá de Arequipa y con su O&D nacional eliminando en gran parte la estacionalidad sobre todo cuando ya operaba la ruta Santiago-Arequipa y conoce los flujos de pasajero, tamaño de mercado y que se necesita hacer para estimular aún más la demanda. Igualmente, la operación P2P de Trujillo tomará un rol importante y ambas estrategias aunado al hub de Lima trabajarían de manera complementarias y le ayudarían a posicionarse correctamente para explotar los tres hubs nacionales y penetrar rápidamente el mercado nacional.
Conclusión
En mi opinión, el mercado peruano aún puede y debe ser más estimulado. Igualmente, las aerolíneas deben seguir buscando penetrar los servicios de buses terrestres.
Asumiendo que JetSmart entre con una estructura de costos más baja que otros competidores, se podría iniciar una guerra en la oferta de asientos con la finalidad de captar participación de mercado rápidamente. Sin embargo, una sobreoferta de asientos desasociada a la demanda que conlleve a una guerra de precios, puede atacar directamente la rentabilidad de las aerolíneas con costos estructurales más elevados de ahí la importancia de operar con los costos más bajos posibles.
La clave del éxito para la nueva operación nacional en Perú puede estar en mantener costos más bajos que la competencia especialmente en dos frentes: el gasto de combustible y los costos laborales que representan ambos en promedio un 50% al 55% del costo anual promedio para una aerolínea.
Si ese fuese el caso, JetSmart podría tener una ventaja competitiva frente a las otras aerolíneas e inclusive podría llevar la batuta en cuanto a la fijación de tarifas que regirán en el nuevo ambiente competitivo por lo menos hasta que agote su inventario de asientos. En mi opinión, esto podría suceder si es capaz de tomar una participación de más del 20% de participación del mercado nacional mientras buscar consolidar su operación nacional. ¿Cuánto tiempo tomaría esto? Depende de la inversión, la estimulación, la demanda, la rentabilidad y comportamiento del mercado nacional.
Adicionalmente, es necesario mantener una disciplina en la oferta de asientos y optimizar los factores de ocupación, sobre todo, en estos tiempos en los cuales los costos unitarios de las aerolíneas muestran un incremento significativo por el aumento de los precios del combustible de aviación y la inflación entre otros. Igualmente, es aún más importante que nunca convertir o mantener la mayor cantidad de costos fijos a una base variable.
Finalmente, el uso de la tecnología para optimizar los resultados netos es importante no solamente a nivel operacional (optimización de operaciones, reducción de combustible y del peso a bordo de la aeronave, etc.) sino también a nivel de planilla de manera que puedan operar en promedio con 40 a 45 empleados a tiempo completo por avión.
Una veta de investigación cuantitativa de la última década busca averiguar si existe una relación entre la vigencia de los derechos de la mujer dentro de un Estado y las características distintivas de ese Estado. Apelando a la mayor base de datos sobre el estatus de la mujer a nivel mundial, una de esas investigaciones concluye que el mejor predictor de qué tan pacífico es un Estado no es no es su nivel de riqueza, su nivel de democracia, o su identidad etno-religiosa, sino qué tan bien trata a las mujeres.
Ese tipo de investigaciones concluyen, por ejemplo, que los acuerdos de paz tienden a ser más duraderos cuando participan mujeres en las negociaciones. No existe, sin embargo, consenso sobre la causa de ese hallazgo. Así, algunos sugieren que, por su socialización distintiva (por ejemplo, su mayor dedicación al cuidado de la familia), las mujeres serían más proclives a buscar soluciones negociadas a conflictos de interés. Otros consideran que esa asociación se explicaría porque las mujeres que participan en negociaciones de paz suelen ser no combatientes. Es decir, suelen pertenecer en mayor proporción a aquellos grupos de la sociedad que ni ejercen violencia política ni se benefician de ella, y son más proclives a padecer sus consecuencias (una amplia mayoría de quienes ejercen violencia en conflictos armados son hombres jóvenes). Cuando, por ejemplo, las mujeres que participan en negociaciones son parte de los grupos contendientes, el efecto de su participación sobre la probabilidad de alcanzar un acuerdo de paz perdurable disminuye. Se trata de explicaciones complementarias, lo que dificulta el dilucidar el poder explicativo de cada una de ellas por separado. Pero ambas respaldan la recomendación de incrementar la participación de mujeres en negociaciones de paz (entre 1992 y 2019 estas representaron sólo un 13% de los negociadores y un 6% de los signatarios de los acuerdos de paz).
Tal vez la investigación más ambiciosa en esta veta sea la de Hudson, Bowen y Nielsen, titulada “El Primer Orden Político”. El título alude a la tesis de que el primer orden político en toda sociedad sería aquel que se establece entre hombres y mujeres. El libro establece un ranking de 176 países en una escala de 0 a 16 de lo que denominan “síndrome patrilineal/fraternal”. Se trata de un índice compuesto con base en una serie de variables, como el trato desigual en materia de derechos de familia y de propiedad, la poligamia, la preferencia por hijos varones (al punto de practicar abortos selectivos con base en el sexo del feto), entre otras. Las autoras corren regresiones estadísticas para los 176 países, controlando por otras variables que pudieran fomentar conflictos en un país, como sus diferencias inter-étnicas o su historia colonial. Aunque encuentran una relación entre ese síndrome y la probabilidad de inestabilidad política, admiten que ello no basta para hablar de causalidad en tanto no se cuente con suficientes datos longitudinales o con experimentos naturales. Dado que los experimentos naturales son inusuales cuando hablamos de todo un país, obtener datos longitudinales sería de utilidad en tanto estos permiten rastrear información para una misma muestra de casos en distintos momentos en el tiempo.
Esa investigación sugiere que el síndrome en cuestión existe en más de 120 de los países estudiados. Concluye que ese síndrome (que, en buena medida, mide la ausencia de derechos fundamentales para las mujeres en un determinado país) tiene una relación estadística significativa con una serie de problemas. Explicaría, por ejemplo, tres cuartas partes de la variación en el puntaje de un país en el Índice de Estados Frágiles que compila el Fondo para la Paz. Explicaría, además, cuatro quintas partes de la puntuación que obtiene un país en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (es decir, a mayor incidencia del síndrome patrilineal/fraternal, menor será la calificación de un país en ese índice).
La tierra nos está dando un ultimátum y debemos actuar con urgencia para salvar nuestro hogar. Es que según el último informe del IPCC 2022, si no bajamos las emisiones de carbono, nuestro planeta simplemente será inhabitable en 2050. Estamos viviendo un punto de inflexión respecto al calentamiento global que haría de nuestro mundo llamado tierra, un lugar incompatible con la vida humana. Nos enfrentaremos a olas de calor extremas, tormentas sin precedentes y catástrofes naturales devastadoras.
Es urgente entonces crear mayor conciencia y sensibilizar a la sociedad entera sobre los efectos del cambio climático y los gravísimos impactos ambientales y humanos que están ocasionando los gases de efecto invernadero. Los extensos incendios forestales, las dramáticas inundaciones, o las intensas sequías que azotan vastas zonas del planeta, nos alertan sobre la magnitud de las amenazas y hacen aún más crítica la necesidad de unir esfuerzos para evitar mayores desastres y salvaguardar a la humanidad. Sabemos que los seres humanos somos responsables de la catástrofe ecológica que está en ciernes. Y lo que es más alarmante: el reporte aseguró que los cambios provocados son irreversibles, por lo que lamentablemente, tendrán efectos en siglos e incluso milenios. El llamado entonces es a ocuparnos por el ODS15 que significa proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques y el agua, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad. Un entorno clave para la vida y la salud humana.
En Chile, el sector privado juega un papel fundamental, cuando actúa en coordinación con el Estado y la ciudadanía. Es por ello, que, junto a nuestras empresas adheridas, Pacto Global está siendo un articulador permanente para concientizar, impulsar y acelerar las inversiones en desarrollo de fuentes de energía renovables, conversión a combustibles más limpios, mejoras en la eficiencia de los procesos de combustión, y modificación de las tendencias de consumo a través de la educación ambiental. También resulta urgente la gestión del agua, ya que estamos al borde del colapso, siendo inminente el racionamiento y la demanda de recursos naturales y de alimentos, a consecuencia del crecimiento de la población a nivel global, lo que será sencillamente insostenible. De hecho, según cifras de la ONU, la demanda de productos agrícolas se incrementará entre un 60% y 70% para 2050 a raíz del incremento poblacional, lo cual conlleva a un mayor consumo de recursos naturales como el hídrico, que es el más relevante de la cadena humana para su subsistencia y el de las futuras generaciones.
Hoy Chile se proyecta como un líder natural a nivel global que puede pasar a un sistema energético 100% verde en menos de cuatro décadas, ya que nuestro país cuenta con zonas con fuertes vientos, geotermia, sol en el norte y agua en el sur. El Estado se ha dado cuenta de su importancia y debe seguir apalancando, con decisión política, los desafíos de la electromovilidad en el transporte público y privado, la gestión del agua, incrementando áreas protegidas y generar las sinergias necesarias entre todos los actores involucrados, tales como el Estado, empresas, la academia, gremios, organizaciones sociales, comunidades y ciudadanía. Estos son solo algunos de los desafíos permanentes que debemos, hoy más que nunca, comprometernos entre todos, porque la tierra está clamando un S.O.S.