Ana Botín prima a José María Álvarez con una vicepresidencia no ejecutiva
El mexicano Héctor Grisi, hasta ahora responsable de Santander Norteamérica, será el nuevo CEO
Después de tres años de espera, un incidente judicial con el italiano Andrea Orcel tras su fallida contratación, la presidenta del Santander, Ana Botín, presentaba este viernes, en una rueda de prensa internacional no presencial, a su nuevo número dos, el mexicano Héctor Grisi. No hubo necesidad de buscar fuera de casa. Seis meses tendrá de rodaje el nuevo CEO, que empezará a ejercer el primero de enero del 2023. Grisi es actualmente consejero delegado de Santander México y responsable de la región de Norteamérica, una de las más rentables del Grupo.
En paralelo, el banco reconoce la aportación de José María Álvarez y le mantiene como vicepresidente, cargo que ha compatibilizado hasta ahora con su función como primer ejecutivo. En la actualidad, el banco presidido por Ana Botín cuenta con dos vicepresidencias: la de Álvarez y la del consejero (independiente) y consejero coordinador Bruce Carnegie-Brown.
La nueva estructura de gobernanza anunciada por el banco cántabro en febrero pasado responde a las exigencias del BCE: menores funciones ejecutivas para la presidenta, mayores para el CEO y reporte directo de éste al consejo de administración; lo que equilibra las ‘fuerzas’ de los dos primeros cargos del banco.
El nombramiento se ha realizado tras “un riguroso proceso de sucesión llevado a cabo por la comisión de nombramientos del consejo”, según el propio banco y solo está pendiente del visto bueno del BCE. Tras este trámite, Grisi se hará cargo de la gestión de todos los negocios del Grupo Santander en todo el mundo.
La Bolsa acogió con optimismo el nombramiento. La acción del banco cántabro se mantuvo en positivo toda la sesión tras perder algo más del 2% el jueves, para cerrar la jornada con una ganancia del 2,3 %, hasta los 2,63 euros por título. Además, el banco fue el segundo valor más contratado del día con una negociación efectiva superior a los 276 millones de euros (más de102 millones de títulos); lo que supone un volumen un 203% respecto a la sesión anterior.
Primer objetivo, México
Entre otros, Héctor Grisi tendrá un objetivo especialmente llamativo y estratégico para la entidad y en su país natal: ganar la puja por el negocio local al detalle del tercer banco mexicano, Banamex, puesto en venta por Citigroup. Para conseguirlo el Santander compite, fundamentalmente, contra el Grupo Financiero Inbursa (Carlos Slim) y contra Banorte, aunque se baraja también la participación en la puja del millonario Germán Larrea y de una empresa controlada por el actual presidente de la asociación bancaria del país.
El principal obstáculo es la postura del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que ha dejado clara su voluntad de que Banamex mantenga su nacionalidad local. Es de prever que, con Grisi al frente, la interlocución entre compatriotas allane el camino del Grupo español. No en vano, conseguir el control de Banamex permitiría al Santander superar de largo al BBVA en el país y le convertiría en el principal banco del país.
Con 35 años de experiencia bancaria a sus espaldas y un brillante balance en la gestión del emblemático Santander México y de la pujante filial estadounidense, Grisi se ha ganado la confianza de la presidenta y el consejo con números. Según confirmaba ayer el propio Grupo, en 2021, la filial estadounidense obtuvo un beneficio superior a los 2.600 millones de euros (2.750 millones de dólares) y se situó como el país que más contribuyó al beneficio del Grupo. "Como resultado, la región casi ha doblado su beneficio desde 2019”.
Hasta su incorporación, como CEO de Santander México en 2019, Grisi pasó 18 años en la filial mexicana de Credit Suisse donde fue director de banca de inversión para México, América Central y el Caribe y más tarde presidente ejecutivo y director general.
Álvarez, vicepresidente no ejecutivo
Aunque la entidad ha asegurado en su comunicación oficial que José María Alvarez no mantendrá funciones ejecutivas, aún está por determinar el contenido de su futuro cargo y si pasará a formar parte o no de alguna de las Comisiones Ejecutivas del Consejo.
La fallida contratación de Orcel en 2018 prorrogó el mandato del consejero delegado ‘saliente’, el leonés José Antonio Álvarez, que ha sido el primer ejecutivo del Grupo desde 2015 (fue director financiero desde 2004).
Desde que Álvarez asumió el cargo, el Grupo ha incrementado su rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) del 11% a más del 14% en el primer trimestre de este año; la ratio de capital CET1 ha pasado del 8% a más del 12%; los ingresos han crecido el 35% en euros constantes y el banco ha ganado casi 40 millones de clientes hasta alcanzar los 155 millones de personas (físicas y jurídicas) atendidas en abril de este año. Y todo, con una ratio de eficiencia del 45%, con la que el banco ha repartido entre sus accionistas (2015-2021) un total de 15.000 millones de euros en dividendo en efectivo.
Junto a estos cambios, el banco informó ayer también de la salida del consejo (es consejero externo) del estadounidense R. Martín Chávez. La salida será efectiva el próximo 1 de julio aunque, según la entidad: “seguirá asistiendo a las reuniones del Consejo Asesor Internacional de Santander y continuará como consejero de PagoNxt, el negocio de pagos del Grupo”. Martín Chávez es miembro de la Comisión de nombramientos del banco. No consta aún si su puesto será amortizado.
