Esta es la fórmula de los países líderes en emprendimiento – El Colombiano

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El lema del “milagro israelí” es más que una renombrada frase que se escucha entre emprendedores globales. Ese país de 9 millones de habitantes es uno de los líderes en creación de empresas que, en poco tiempo, se constituyen como estrategias de negocio basadas en tecnología con proyección mundial.
Las 7.030 startups afincadas allí dan cuenta de la avanzada que emprendió la joven nación para expandirse en los sectores de inteligencia artificial, big data, analítica, ciberseguridad y un campo que conocen bastante bien: tecnología aplicada al sector del agro. Su capital, Tel Aviv, alberga 20 empresas unicornios (que tienen una valoración superior a los 1.000 millones de dólares) y en términos poblacionales la ciudad tiene una startup por cada 154 habitantes.
Para que se hagan a una idea de lo que eso significa, Colombia con 50 millones de habitantes tiene una empresa unicornio (Rappi) y Tel Aviv con 435.000 tiene 20. No cabe ninguna proporción.
Israel comenzó a consolidar su poderío en el sector de agricultura. Allí, donde buena parte del territorio es árido, encontraron rutas para crecer los alimentos aún con los entornos agrestes de Medio Oriente. Su supremacía también está en el sector de Defensa, en desarrollo de tecnología para ejércitos.
El mundo tiene 275 ecosistemas emprendedores en más de 100 países y Tel Aviv es uno de los que entra en el ranking de los mejores del emprendimiento, según Doing Business. Allí surgieron iniciativas como eToro, para invertir de manera digital, e ideas como We Work –que tiene como sede principal Estados Unidos– pero es de un ciudadano israelí.
Las empresas con el sello país recaudaron $25,4 mil millones de dólares en 2021, duplicando su financiación en relación con 2020, según Start-Up Nation Central. Las firmas de ciberseguridad, FinTech y Enterprise Solutions son las más robustas.
Durante 2021 consolidó 33 unicornios y el catálogo de organizaciones avaluadas en más de mil millones de dólares de ese país incluye 53 firmas; en contraste, Latinoamérica como región tiene 34 de las que apenas una nació en Colombia, Rappi.
La base del milagro israelí está en la inversión del Estado en investigación para catapultar ideas que pueden convertirse en empresas. Esto se ancla en ecosistemas de innovación que articulan a la academia, inversionistas, organizaciones de carrera y sector público con los emprendedores.
El Ejecutivo creó la Israel Innovation Authority, una oficina para invertir en programas que generen ecosistemas de innovación para crear empresas. “La escasez de recursos naturales y de países vecinos que le puedan brindar ayuda fomentó un auge del emprendimiento que comenzó cuando las personas buscaron cómo hacer crecer alimentos en el desierto y ahora se ve reflejado en campos como la defensa”, relata Nicole Hod Stroh, directora ejecutiva de la Fundación Merage, una institución filantrópica.
La fórmula del éxito israelí se sintetiza en dos términos: comunidades de innovación. Hod Stroh relata que su hija de 11 años está aprendiendo el lenguaje de programación Python en la escuela y la mayor, de 15, está en un curso de bioingeniería. Los colegios son públicos y en estos el gobierno se encarga de enseñar habilidades para la industria tecnológica.
La apuesta por la alfabetización digital continúa cuando todos los ciudadanos, hombres y mujeres, prestan servicio militar en el Ejército. Después de los 32 o 24 meses que dure el enrolamiento en las Fuerzas Armadas aparecen ideas de negocio que aplican la tecnología al sector de seguridad y defensa.
Dos asiáticos que se abren camino
Además de los ya conocidos centros de emprendimiento (Silicon Valley, Nueva York, Londres, Pekín, Tel Aviv o Boston), la capital japonesa gana terreno como otro de esos ecosistemas. En Tokio la tradición de compromiso por las empresas se mezcla con ideas jóvenes que buscan crear negocios anclados a la filosofía de las “5 S”: clasificación, organización, limpieza, estandarización y mejora continúa.
La economía de Japón está sustentada en las Pymes: tiene 4,3 millones de empresas y el 99% son pequeñas o medianas. La cultura propende por la idea de que la compañía es parte de la familia, donde los trabajadores tienen un ascenso continuo.
Todo esto opera en una alianza de actores: las universidades desarrollan patentes, las compañías entrenan a los recién graduados y los empresarios de vieja data apadrinan emprendimientos para acompañarlos en la constitución del negocio. Esto último se llama J Start Up.
“Hay un concepto muy cultural, ‘Senpai’, que implica que hay alguien que tiene más experiencia que tú, que entró a una empresa antes que tú y te ayuda en tu paso por esta”, apunta Rosa Cárdenas, egresada de la maestría en Relaciones Internacionales de la Universidad Sophia de Tokio y directora del programa radial Aquí Asia.
‘Senpai’ significa guía y en J Start Up se congregan 10.000 firmas emergentes respaldadas por el gobierno y el sector privado para salir al mercado global. La meta: que una pequeña empresa esté preparada para llegar a cualquier parte del mundo.
Los emprendimientos de Japón se abren camino en sectores de manufactura avanzada, robótica, tecnología y el automotor, impulsados por el Fondo de Riesgo de la Universidad de Tokio y el Tokio Startup Summer School. Los casos de Notion Labs, GLM y Hacarus son muestra del éxito del país.
La otra potencia de Asia, Singapur, cuenta con 3.800 startups en tecnología, centradas en los sectores de fintech, cleantech y agtech. Solo en 2020 el gobierno destinó 300 millones de dólares singapurenses para potenciar a nuevas empresas tecnológicas, como parte de un plan para trabajar con universidades, 190 aceleradoras y 200 inversionistas.
Es la ciudad-estado más innovadora de Asia. “Hay una alianza entre sector público y privado para internacionalizar empresas. En Singapur se vive un ambiente de orientación a negocios y hay un ecosistema en el que las políticas se hacen realidad y no se quedan solo en programas”, relata Stefan Krautward, fundador y general partner de LatinLeap.
Enterprise Singapore apoya a las pequeñas empresas, el gobierno trazó políticas amigables con las startups, como becas para quienes emprenden por primera vez y financiación para la investigación, y el país de 5,6 millones de habitantes tiene uno de los mejores ecosistemas del mundo para crear un negocio, de acuerdo con Doing Business.
La avanzada emprendedora de Israel, Japón y Singapur se expande hasta Latinoamérica con inversiones en empresas locales, transferencia del conocimiento y nuevos negocios para conectar a los empresarios emergentes de las regiones del mundo, con fórmulas que buscan un proyecto común: las startups de la economía tech .
Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.

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