>
>
Efectivamente. Al menos, así lo afirmaba la última publicación del informe ‘Doing Business’ elaborada por el Banco Mundial. Y no es el único dato sorprendente. Ni mucho menos. En Economía 3 analizamos y desglosamos este polémico dosier orientado a diagnosticar aquellas áreas geográficas que disfrutan de un mejor clima para el desarrollo de negocios.
Además, haremos especial hincapié en toda la controversia que existía alrededor de esta publicación. Por último, profundizaremos en las razones que –tras dieciséis informes previos– hicieron que la de 2020 fuera, hasta la fecha, la última edición del ‘Business Doing’.
Es una publicación facilitada por el Banco Mundial que, basándose en una serie de criterios, clasifica un pool de 190 países. El orden en la clasificación viene determinado por la facilidad o dificultad que hay para hacer negocios en cada uno de ellos. Para determinar las posiciones en este particular ranking se tiene en cuenta la media conjunta de todas las naciones que lo integran. A partir de esta media global, se establecen los distintos puestos.
Este dosier vio la luz por primera vez en 2004. No obstante, en 2021 –y debido a una serie de escándalos que lo envolvieron y detallaremos más adelante– dejó de publicarse.
Entre los diferentes elementos que evalúa destacan los referidos a la limitación de entrada a mercados competitivos y los relativos a los costes de producción. El informe ‘Business Doing’ mide la facilidad que existe en un país para que las empresas más pequeñas puedan entrar a competir en sus mercados.
Este dosier, también, tiene en cuenta los gastos de una economía. En este aspecto, resaltan los de carácter energético. Es decir, el coste de los suministros o la falta de acceso a ellos. Además, se tienen en cuenta variables como el empleo –salario mínimo y regulación laboral-, fiscalidad, etc.
Otros factores en los que el Banco Mundial hace especial hincapié es en la protección y seguridad jurídica que ofrece cada país. Asimismo, las obligaciones y los derechos de los créditos que se contraen en cada país, la inversión extranjera directa y los acuerdos internaciones juegan un aspecto fundamental.
En definitiva ‘Doing Business’ recoge todas las cuestiones clave que llevan a un empresario a invertir en una zona geográfica u otra.
Como hemos comentado anteriormente, las últimas entregas han estado marcadas por la polémica. Controversia e irregularidades que, por otro lado, incluso desde dentro del propio organismo reconocieron.
Muchos de los funcionarios que desarrollaban el índice denunciaron fuertes presiones por parte de sus jefes y naciones para posicionar a sus respectivos países en los puestos superiores de la tabla.
Las entregas que más polémica causaron fueron las de 2018 y 2020, siendo ambas objeto de auditorías internas e investigaciones judiciales. Esto desembocó en la paralización del índice.
De hecho, y tras las investigaciones oportunas, llegaron a revelarse auténticos casos de fraude. Así, la directora actual del Fondo Monetario Internacional y entonces consejera del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, ejerció su poder de influencia sobre los investigadores involucrados en el informe para acrecentar la puntuación asignada a China. Caso similar al de Arabia Saudí, ya que el veredicto de las auditorías concluyó, también, manipulación de datos que lo favorecieron en el ranking.
La última entrega de este índice fue la de 2020. Las tres primeras posiciones las ocupaban Nueva Zelanda, Singapur y Hong Kong. Algo completamente coherente y alejado de cualquier tipo de sospecha.
Sin embargo, cuando comenzaron a subyacer las dudas fue cuando países en desarrollo –y jurídicamente inestables– se situaron por delante de algunas de las principales potencias mundiales. Como ejemplo más claro se encontraba Georgia. Una nación en la que la corrupción se encuentra a la orden del día se ubicó como el séptimo país del mundo con mayor facilidad para los negocios. Sin embargo, países como Noruega, Alemania o Francia ocuparon posiciones notablemente más bajas.
No es la primera vez que una organización de este calibre está en boca de los medios de comunicación por su mala praxis. No obstante, el Banco Mundial está tratando de corregir su error. Su primer paso fue descatalogar el “Doing Business” de su listado de informes.
Además, actualmente han comunicado que ya están trabajando en la elaboración de un nuevo índice con matices más objetivos y que representen mejor la imagen fiel de cada país. Sin embargo, se espera que la nueva entrega contenga un esquema similar a lo visto anteriormente, dada la utilidad que genera a ciertos inversores obtener una perspectiva real de la situación empresarial de cada nación.
*
*
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.