¿Y tú qué harías por el bienestar de tus seres queridos o el tuyo propio? Sin duda, no hay peor sufrimiento que ver sufrir a quienes más amas, y ni mencionar el vivir en carne propia tanto el dolor como la preocupación. El cáncer es uno de los padecimientos más graves y peligrosos que existen, y uno de los momentos más cruciales ocurre cuando se debe tomar la decisión sobre cuál tratamiento tomar.
La Sociedad Americana Contra el Cáncer (en inglés: American Cancer Society, Inc.) establece que el cáncer «no es una sola enfermedad. Comienza cuando las células crecen descontroladamente sobrepasando a las células normales, lo cual dificulta que el cuerpo funcione de la manera que debería».
Aceite de CBD: un milagro de la naturaleza
El aceite de CBD es un concentrado natural, seguro, legal y no adictivo presente en las plantas de cáñamo y la flor del cannabis: es un compuesto cannabinoide no psicotrópico con gran potencial medicinal y terapéutico. El CBD puede suministrarse en varias formas, incluyendo cremas tópicas, líquidos y productos alimentarios, siendo el aceite la presentación preferida de los compradores.
A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC) —el componente psicoactivo del cannabis—, el cannabidiol (CBD) no afecta la conciencia o la actividad mental ni produce alteraciones sobre el sistema nervioso central. Además, el CBD no es considerado como una droga, sino como una sustancia natural que se puede extraer y mezclar con un aceite portador —a menudo semillas de coco— para crear un aceite con múltiples beneficios médicos para la salud.
Evidencias científicas han demostrado que el uso supervisado de aceite de CBD puede ralentizar el crecimiento del cáncer, inhibiendo la formación de nuevas células que alimentan un tumor, y contribuyendo a sobrellevar el dolor, la fatiga, las náuseas y otros efectos secundarios, tanto de la enfermedad como de los tratamientos tradicionales.
Con el paso del tiempo, el uso del cannabidiol (CBD) para tratar enfermedades graves está siendo cada vez más reconocido dentro de la comunidad científica médica. La clave está en adquirir productos certificados y de calidad, como el aceite de CEBEDX, cuya misión es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades crónicas o degenerativas, a un muy bajo costo.