No hace mucho, invertir en un equipo de Fórmula 1 era la peor idea que se podía tener desde el punto de vista financiero. A menos que fueras un equipo puntero, en el mejor de los casos con el respaldo de una gran empresa de fondo, probablemente no habrías podido vender una escudería de F1 por un mísero céntimo, porque las pérdidas eran muy grandes.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. En 2016, la compañía de medios estadounidense Liberty Media compró el Grupo Fórmula 1 al entonces propietario principal Bernie Ecclestone por 4.400 millones de dólares estadounidenses (casi cuatro mil millones de euros), y transformó la categoría reina del automovilismo en un negocio rentable para los equipos.
Liberty Media hizo accesible la Fórmula 1 a una masa más amplia del mundo a través de muchas medidas: desde una mayor presencia en las redes sociales hasta una serie de Netflix y una mayor oferta para los aficionados en los circuitos.
En 2023, con un calendario récord, la Fórmula 1 habrá realizado su mayor volumen de negocio hasta la fecha, lo que también repercutirá positivamente en los repartos a los equipos.
En los tres primeros trimestres de 2022, el volumen de negocio fue equivalente a unos 1.700 millones de euros, sólo 300 millones menos que en todo 2021, y es probable que en el último trimestre de 2022 se hayan ingresado otros 600 millones de euros, aunque las cifras oficiales aún están pendientes de publicarse.
Los ingresos de la Fórmula 1 se componen de «ingresos primarios» y de «otros ingresos». Los «ingresos primarios» incluyen las tasas que un promotor tiene que pagar por albergar una carrera de Fórmula 1 en su circuito, pero también los eventos de Fórmula 2 y Fórmula 3, la venta de derechos mediáticos, el patrocinio, los derechos publicitarios y los ingresos de F1 TV. Esos ingresos supusieron unos 1.730 millones de euros en 2021.
El concepto «otros ingresos» se refiere en particular a la venta de entradas para el Paddock Club, pero también incluye negocios auxiliares o la inclusión de categorías soporte como la Porsche Supercup en el programa de apoyo. La Fórmula 1 pudo ganar con ello unos 270 millones de euros en 2021. Sin embargo, el promotor correspondiente de cada gran premio es el que se encarga de la venta de entradas en la pista y se queda con ese dinero recaudado.
La rápida reanudación de la temporada 2020 fue especialmente importante para la Fórmula 1, cuando las primeras carreras tuvieron que cancelarse debido a la pandemia del coronavirus. En total, sólo se pudieron disputar 17 carreras, y también hubo que renunciar a lucrativos acuerdos con los circuitos, sedes que en algunos casos se cambiaron por trazados históricos en los que se ganaba mucho menos dinero.
Como consecuencia de ello, la Fórmula 1 tuvo que registrar en 2020 la friolera de unas pérdidas equivalentes a unos 362 millones de euros, lo que también repercutió negativamente en los pagos a los equipos.
Sólo se pagaron unos 667 millones de euros a los diez equipos. Por comparar, antes de la pandemia en 2019 se repartieron 950 millones de euros, mientras que en 2021 se repartieron incluso más de mil millones de euros.
En los tres primeros trimestres de 2022, los equipos recibieron algo menos de 800 millones de euros, y es probable que el cuarto trimestre de 2022, que aún no se ha publicado, también marque un nuevo récord en términos de repartos a los equipos.
Para los equipos, sin embargo, no sólo es bueno el desarrollo financiero de la Fórmula 1 en sí, porque con la introducción del límite de gastos en 2021, los costes han caído drásticamente, a pesar de que hay muchas excepciones en el reglamento financiero, mientras que, por otro lado, los ingresos han aumentado debido a mayores distribuciones, pero también a un mayor interés de los patrocinadores.
Como resultado, algunos equipos pudieron reportar beneficios en 2021 por primera vez en mucho tiempo y los punteros como Mercedes y Red Bull Racing, donde el límite presupuestario tuvo el mayor impacto, pudieron incluso multiplicar su superávit anterior. Mercedes consiguió más que quintuplicar su beneficio en 2021 con respecto al año anterior, pasando de 15,4 a 77,8 millones de euros.
E incluso equipos más pequeños como Aston Martin Racing o Williams, algunos de los cuales habían estado en números rojos (muy rojos) en años anteriores, fueron capaces de aumentar sus beneficios al menos hasta el punto de que sus pérdidas seguían siendo limitadas en 2021.
La única excepción es el equipo McLaren F1, que curiosamente fue capaz de obtener el mayor beneficio de la historia del equipo durante el pico de la pandemia de coronavirus en 2020. Pero los problemas financieros obligaron al equipo a vender la fábrica de Woking y alquilarla de nuevo, en lo que se conoce como «sale-and-leaseback«, para reunir capital.
Además, el grupo de inversión deportiva estadounidense MSP Sports Capital anunció una inversión en McLaren Racing a finales de 2020, lo que proporcionó al equipo mayores recursos financieros. Por lo tanto, McLaren tuvo en 2021 números similares a los de antes de la pandemia de 2019.
No obstante, de las cifras se deduce que la Fórmula 1 va por buen camino para rentabilizar aún más el negocio. Desde un punto de vista financiero, el aumento del tamaño del calendario beneficia a la propia Fórmula 1, así como a los equipos, pese a que existen preocupaciones sobre la carga de trabajo del personal, así como una posible sobresaturación de los aficionados.
Nunca antes había sido tan rentable poseer un equipo de Fórmula 1. Por lo tanto, no es de extrañar que los posibles pretendientes –encabezados por Andretti– estén haciendo cola para hacerse con un trozo del pastel. Las enormes barreras de entrada en torno al fondo de dilución (tienen que aportar 200 millones de dólares al resto de equipos), así como la oposición de los actuales miembros de la parrilla a acoger una undécima escudería, no hacen sino disparar aún más el valor.
El valor de la Fórmula 1 tampoco ha dejado de aumentar desde la adquisición de Liberty Media, como se desprende de la cotización bursátil de las acciones. En el momento de la adquisición por parte de Liberty Media, en septiembre de 2016, aún era posible comprar una acción de la F1 por 18 euros, pero en el curso posterior se triplicó hasta superar los 60 euros, situándose actualmente en 52 euros.
Por cierto, uno de esos accionistas es Ferrari. Sin embargo, los italianos poseen la participación C de Liberty Media, donde otras filiales de Liberty Media se suman al negocio de la Fórmula 1.
En total, Ferrari tiene acciones C en Liberty Media por valor de más de 9,6 millones de euros, por lo que ni siquiera está cerca de ser uno de los mayores accionistas. Además, el término ‘Ferrari’ no se refiere sólo a la escudería de Fórmula 1, sino a todo el grupo, cuyas acciones también pueden comprarse.
La gran pregunta es cómo quiere seguir creciendo la Fórmula 1. En la actualidad, es relativamente fácil hacerlo aumentando el tamaño del calendario y centrándose en las pruebas más rentables, pero en algún momento el número de carreras llegará a un límite.
Con el Gran Premio de Miami de 2022, la Fórmula 1 ya dio un paso en una nueva dirección al actuar como promotora junto a las partes interesadas locales, lo que significaba que no cobraba grandes comisiones pero podía participar ella misma en la venta de entradas. Por lo tanto, no parece haber sido casualidad que los precios de las entradas en Miami estuvieran por las nubes.
Sin embargo, la llegada de la Fórmula 1 a Las Vegas en la temporada 2023 se llevará la palma, para lo cual se compró un terreno por 240 millones de dólares para dar cabida al paddock y otras infraestructuras.
Allí también la propia Fórmula 1 actuará como promotora y participará en la venta de entradas. Los asientos cuestan nada menos que 2.500 dólares por una entrada de fin de semana, y los precios de alojamiento en hoteles están por las nubes.
Es posible que el modelo utilizado en Miami y Las Vegas sea el futuro para hacer crecer aún más el negocio. Una cosa está clara: a esos precios, se alcanzarán ingresos muy superiores a los 100 millones de dólares, sí, pero circuitos míticos como Hockenheim, que pagan una cantidad de dos dígitos por albergar un evento, simplemente no podrán seguir el ritmo. Y como ese, otras pistas históricas.
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