Simuchí: El arte de “apapachar” con plantas

Con el amor a México en las venas, Regina Coria ha cautivado los corazones de la Comarca Lagunera a través de su emprendimiento: Simuchí.
Se trata de marca inspirada en la pasión de Regina por las plantas y sus propiedades y en su gran intención de representar las raíces mexicanas en cada uno de sus productos.
Regina demostró que su temprano amor por las plantas y herbolaría podía dar frutos a pesar de emprender en medio de una pandemia, creando jabones artesanales, cremas y tónicos, entre otros productos naturales.
En entrevista para PLAYERS of Life, Regina Coria Ayala, comparte el camino que la ha llevado a posicionar su marca, misma que próximamente trabajará con laboratorios.
La joven de 22 años es estudiante de fisioterapia en la Universidad La Salle Laguna y desde muy corta edad desarrolló un gran interés por las plantas y la herbolaria mexicana, que más delante se convertiría en su emprendimiento.
“Recuerdo que tenía una vecina que tenía muchas plantas de hierbabuena y menta y yo le pedía que me regalara. En vez de pedir pastillas o ir con mi abuelita, siempre trataba de utilizar las plantas como remedio natural”.
Hace tres años Regina se sometió a una operación de rodillas, situación que la mantuvo envuelta en un dolor constante y por lo tanto, muchos medicamentos.
“Ya no quería seguir tomando más medicamento para el dolor entonces me comenzaron a recomendar pomadas naturistas de árnica y caléndula para la cicatrización”.
Así, fue introduciéndose poco a poco en el uso de remedios naturales.
“Empecé a ver resultados y la gente también los empezó a notar en mi. Siempre pensé que las platas eran buenas pero no a ese nivel, con esta experiencia entendí que sirven más de lo que yo imaginaba”
Para entonces Regina comenzó a estudiar en la escuela cómo funcionan los medicamentos en cuanto a proceso de absorción y proceso de eliminación, así que pudo relacionarlo con todo esto.
¿Cómo aprendiste a realizar tus productos?
Luego de enamorarse de los productos naturales, Regina y su mamá aprendieron a elaborarlos ellas mismas.
“Para entonces no encontré alguna marca que pudiera comprar sin problema, todas eran muy caras, entonces mi mamá y yo decidimos hacerlos y la gente empezó a preguntarme que cuáles productos utilizaba”.
“Así comencé a venderlos con mis amigos, luego se hizo más grande. Poco a poco surgió la inquietud de crear una marca”.
El nombre Simuchí significa “colibrí” en Tarahumara y es solo una pequeña parte del gran propósito de Regina por representar a México en su negocio.
“Siempre me ha gustado mucho la historia de México, todas las palabras que tenemos, los dioses qué veneraban nuestros antepasados, eso me encanta”.
“Se me ocurrió plasmar todo esto en mi marca, que fuera muy mexicana y te permita conectar con nuestra cultura”.
Tiene productos con nombres de dioses y palabras como apapacho, que significa “abrazo” en  náhuatl.
Simuchí surgió en marzo del 2020, días antes de que el mundo pudiera imaginar lo que traería la pandemia por COVID-19, Regina recuerda con gracia el momento en el que iba a lanzar su marca.
“Era el momento de hacer mi negocio formal, quería que todo quedara perfecto y yo lo anunciaría el 21 de marzo de ese año”.
“Justamente ese fin de semana nos dicen que todos a sus casas y se cerró todo por la pandemia. Pensé en ese punto ¿quién me va a comprar jabones en plena pandemia? y realmente pensé que nadie”.
Pero fue todo lo contrarió, gracias a que la joven decidió ofrecer entregas a domicilio y al tiempo de sobra que tenían todos por la “cuarentena” sus productos comenzaron a ser muy solicitados.
“En un inicio me daba mucho miedo si a la gente le iba a gustar lo que yo hago, pero en redes sociales empecé a tener muy buena respuesta, gente que no conocía compartía mis historias”
“Me sentía muy segura de lo que sabía hacer y mis precios son accesibles, eso fue lo que me abrió las puertas y lo que comenzó todo”.
¿Qué hace especial a tu marca?
La mentalidad emprendedora de Regina la llevó a tomar cursos para capacitarse en el tema, mientras aún vendía sus productos en su círculo cercano.
Pero cuando se decidió a seguir creciendo, tomó un diplomado certificado de Cosmética Natural y actualmente está cursando un diplomado de Herbolaria, para seguir ofreciendo calidad y garantía.
“Yo creo que lo que hace especial a Simuchí son los asesoramientos químicos que me permitieron crear las fórmulas y hacer productos especiales para cada tipo de piel”.
“Por ejemplo manejo cinco tipos de productos distintos de jabones y de cremas, eso le da variedad. Procuro que la gente compre algo que le guste y ofrecerles varias opciones”.
“Otra de las cosas que hacen especial a mi negocio es tener el contacto con la gente. Cuando compran les doy acompañamiento
Regina recomienda sus productos con base al tipo de piel de sus clientas y la rutina que siguen, yendo mucho más allá de un “hola”.
“Por último, otra cosa que distingue mucho a mis productos es la presentación, la gente me recuerda mucho por mis etiquetas, de la vista nace el amor”.
Platícanos de cuánto fue la inversión inicial de Simuchí
“Mi primera inversión fueron los cursos para poder prepararme, porque primero comencé a vender con gente que era de confianza y ellos sabían que sólo tenía algunos cursos”
“Entonces eso que me pagaban se fue invirtiendo en más preparación, porque no quería hacer algo que fuera a salir de mala calidad”
“Esa fue la primer forma en la que se empezó a mover mi dinero. Pero una vez ya decidida de que quería hacer mi marca, invertí 10 mil pesos que me prestó mi mamá, en mi primer pedido de material”.
Durante el año 2021 Regina logró vender más de mil 500 productos, a través de sus entregas a domicilio y bazares, sin contar sus puntos de venta.
¿Cuáles han sido los retos más difíciles en este emprendimiento?
“Siempre he creído que lo más difícil fue atreverme, sobretodo atreverme a vender porque a mí me daba mucha pena”
Vencer la pena y ser menos reservada son dos aprendizajes grandes en la vida de Regina, con Simuchí tuvo que aprender a soltarse y grabar contenido para sus redes sociales, para poder ser más cercana con sus seguidores.
“Creo que en mi negocio está muchísimo de mí y de mi esfuerzo porque también me costó atreverme compartirme”
“Como emprendedor estás muy expuesto a la crítica y una vez leí que es muy distinto cuando tú revendes un producto a cuando lo haces tú desde cero”
Además, Regina se enfrentó al desafío de ganarse la confianza de la gente y ofrecer una garantía ante la duda de quienes compraban por primera vez.
“Ir de acuerdo a tu esencia” es el principal consejo que da la emprendedora a los jóvenes que tienen intenciones de comenzar un negocio.
“Yo sin motivación no sirvo, yo diría que por ejemplo si me hubiera puesto a vender pasteles, lo hubiera dejado a medias”
“Tienes que encontrar algo que te apasione, con lo que conectes por qué eso se transmite muchísimo”
“Yo aconsejo que un emprendimiento debe reflejarte a ti, que tú como emprendedor conectes con tu marca primero”.
“A mí vender sin sentido no me gusta, prefiero que la gente sepa lo que está comprando y que se lleven algo que les guste. Y sobre todo, ofrecer algo diferente”.
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