Cerca de 85% del servicio de transporte público en el país es concesionado y opera bajo la fórmula del hombre-camión, y cambiarlo hacia un modelo de empresa es el primer paso para dirigirse hacia la recuperación del sector, sostienen Nicolás Rosales Pallares, Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).
Después de una caída de 80% en la demanda de este segmento, en el segundo trimestre de 2020, la operación a finales de 2021 se mantenía entre 65 y 70 por ciento, aun con el avance de la vacunación y el regreso en un esquema mixto a las escuelas, refieren datos de la AMTM.
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La expectativa es que el servicio llegará a una operación máxima de 80% respecto a sus niveles de 2019; es decir, no recuperará los niveles de la prepandemia debido a la adopción del trabajo desde casa por parte de algunas empresas, y a la búsqueda de nuevas alternativas para trasladarse por parte de la población.
Sobre esta nueva realidad que enfrenta el servicio y que le ha llevado a sumar pérdidas por 40,000 millones de pesos entre 2020 y 2021, Nicolás Rosales asegura que en su agenda para este año, está la continuidad en las conversaciones con las autoridades de los distintos órdenes de Gobierno en busca de esquemas de recuperacion para el transporte público.
Desde AMTM buscaremos mesas de trabajo para conocer las necesidades propias del operador; no todo es dinero, hay quienes necesitan reordenamiento, modernización, apoyos, subsidios y tenemos que ver cuál es el esquema de trabajo que se debe aplicar”.
Quien también es socio del Corredor Insurgentes en la Ciudad de México, refiere que las conversaciones con las autoridades, principalmente estatales, incluyen propuestas para crear corredores de transporte público mediante la chatarrización de unidades, como sucede en la capital del país.
Es un ejercicio para convertir a los hombres-camión en organizaciones; entonces, el primer paso es cambiar el modelo de negocio, transitar hacia empresas de transporte y sobre eso empezar a trabajar en la recuperación, no es un proceso fácil, no es a corto plazo”.
En un contexto en que la oferta supera a la demanda, el líder de la AMTM explica que, al convertir a los hombres-camión en una ruta se ordena la oferta de transporte público, porque se reduce la flota con unidades más modernas, ecológicas y de mayor capacidad, además de que se puede implementar tecnología para la operación.
Rosales Pallares reconoce que otro punto clave en la agenda de la AMTM es la búsqueda de apoyos económicos, para que a través de los Gobiernos locales se acceda a nuevas formas de financiamiento y de esquemas e incentivos fiscales que permitan a los prestadores del servicio acceder a nuevas tecnologías.
Quien también se desempeña como Presidente de la Comisión de Movilidad de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Ciudad de México, estima que el servicio de transporte público logrará una recuperación en sus finanzas entre 2023 y 2024, en un contexto de una menor demanda frente a la prepandemia.
Al respecto, el Presidente de la AMTM añade que el incremento de las tarifas no es la forma de enfrentar la baja en los ingresos, sino que se tiene que buscar un esquema en que las autoridades se sensibilicen y encuentren soluciones junto con los concesionarios del transporte público.
Si tú le preguntas al operador ‘¿te sirve el aumento de tarifa?’, en un principio dirá que sí, pero sí lo piensas, lo que provocarás es que el usuario, si ya paga una tarifa cara, busque otro medio de transporte.
Si tiene un servicio de transporte malo, deficiente y caro, mejor se compra un auto. La población gasta 20% de sus ingresos en transporte público, entonces, tienes que ponderar las mejoras que debes impulsar”.
Sostiene que depender de una tarifa en el servicio de transporte público es obsoleto, y en su lugar, lo que se debe hacer es crear esquemas de financiamiento, subvenciones o subsidios con reglas claras y transparentes, y para conseguirlo, se debe migrar de un modelo de hombre-camión al de empresas.
Lo que sí pone sobre la mesa, y que viene acompañado del apoyo de las autoridades, es la adquisición de sistemas de gestión de la demanda, pues los transportistas tienen que operar con menos unidades para ser más eficientes, productivos y reducir gastos, añade el experto de la AMTM.
Trabajar al 100% implica pérdidas, porque no tienes una demanda suficiente. Aquí lo que importa es invertir en sistemas de gestión de la demanda, que permitan tener datos cuantifícables y medibles para establecer puntos de ascenso y horas pico, en busca de una operación eficiente”.
Entre 2020 y el último trimestre de 2021, el transporte público de pasaje dejó de invertir 250,000 millones de pesos en procesos de modernización, como uno de los efectos de la pandemia en el servicio.
Al momento en que no tienen flujo de recursos, los hombres-camión o las empresas de transporte no pueden pensar en invertir o en renovar su equipo. En términos generales, entre 2020 y noviembre de 2021, se calcula que se perdieron proyectos de inversión por 250,000 millones de pesos, y se dejó de invertir en procesos de modernización a nivel nacional”.
Nicolás Rosales manifiesta que después de subsistir a la crisis y adaptarse a la nueva forma de operar, se transitará a energías más limpias, hecho que requiere una inversión muy grande para el operador, así como el involucramiento de nuevos actores, si se trata de electromovilidad.
La AMTM, a través de Nicolás Rosales, se ha mostrado altamente participativa en la conformación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. Al respecto, comenta que se está ante la posibilidad de establecer las pautas necesarias para asegurar el derecho a la movilidad.
Sin embargo, las autoridades tienen que establecer cómo van a adoptar los sistemas de transporte eficientes y seguros, además del desarrollo de infraestructura y el origen de los fondos para su implementación, porque la Ley no contempla cómo hacerlo, añade.
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El transporte público tiene un papel preponderante como articulador de la movilidad, pero estamos con un déficit en este tema. La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial será un parteaguas, pero tendrá que mejorar sobre la marcha. Falta ver de dónde obtendrá sus recursos y a qué áreas se van a destinar”, expresa el Presidente de la AMTM.
En general, estas son las principales propuestas y la visión que la AMTM coloca de forma abierta ante las autoridades, con la finalidad de incidir en la implementación de políticas públicas que generen un cambio estructural en un fragmentado transporte público, servicio que moviliza al 50% de los mexicanos en su vida cotidiana.
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