¿Te estás planteando comprar una franquicia? Aunque, si bien es cierto, se trata de un modelo de negocio que ofrece unas ciertas garantías -ya que habrá funcionado antes en algún lugar-, esto no quiere decir que sea una inversión segura, ni mucho menos.
Por ello, tanto si llevas mucho tiempo con la idea rondándote la cabeza, como si se te ha ocurrido hace poco, la posibilidad de invertir en una franquicia obliga a tener en cuenta y evaluar las siguientes consideraciones:
¿Qué experiencia tienes?
Lo primero que debes hacer es pararte a pensar sobre tu experiencia en negocios, en tus aptitudes, motivaciones, cualidades y cualquier otro criterio que pueda ayudarte en el ámbito empresarial.
También debes tener en cuenta tu situación económica, para tener clara tu capacidad de inversión. Es posible que un determinado negocio se salga de tu capacidad, pero puedas encontrar otro que sea más asequible.
Y no menos importante, deberías pensar en el esfuerzo y dedicación que piensas ofrecerle a tu idea. No será lo mismo no tener ningún otro compromiso y dedicarle el 100 % del tiempo, que tener ya un trabajo u otras preocupaciones.
Tipo de franquicia
Una vez hechas las reflexiones anteriores, seguro que ya se te está pasando por la mente invertir en algunos tipos de negocio.
Aunque lo interesante sería dedicarse a algo que ya conozcamos y en lo que tengamos algo de experiencia, no tiene porqué ser así: es posible lanzarse de lleno a una franquicia de una nueva actividad.
Por ejemplo, puede que hayas llevado en el pasado una franquicia de un restaurante y ahora quieras pasarte al negocio de las franquicias de lavandería; siempre y cuando tengas claros los riesgos, no debería suponer ningún problema.
Lo que sí que te interesa es conocer las características y condiciones de los modelos de franquicia, así como la inversión a afrontar, los gastos que debes tener presentes, cuál es la rentabilidad que habría que esperar, etc.
Estudio de la marca
Otro punto clave es la marca. Para saber si vale la pena invertir o no en la franquicia, tendrás que hacerte estas preguntas:
Prueba a contestar estas preguntas variando la marca a estudiar. Verás cómo las respuestas van a ser muy diferentes.
Estudia el proceso a seguir
Tan solo te interesa elegir una empresa franquiciadora que te ponga muy claro el proceso que se debe llevar a cabo. Debes conocer los requisitos para la apertura de la franquicia, las condiciones, cómo te va a ayudar el franquiciador y qué opciones de comunicación te ofrece, cuál es el proceso de selección de los franquiciados, etc.
Teniendo en cuenta todo el trabajo que hay por delante, es importante apostar por una franquicia que apoye a sus franquiciados, que esté allí cuando verdaderamente haga falta y que les pueda dar un soporte continuo desde el primer momento.
Si dan largas a tus preguntas, si tardan en contestar ante cualquier incidencia, quizá sería mejor decantarse por otro tipo de modelo de franquicia.
Haz números
Llegados a este punto, es el paso clave para sentarse y empezar a hacer nuestros cálculos.
Pueden existir algunos aspectos financieros relevantes, como el aval del contrato, el canon de entrada, el pago de royalties, las posibilidades de financiación, el margen comercial que nos llevaremos con la venta de los productos/servicios, etc.
En cualquier caso, hay dos preguntas cuyas respuestas nos deben quedar muy claras: ¿qué rentabilidad voy a conseguir con el negocio? ¿cuánto tiempo necesitaré para recuperar la inversión?
Estudio del soporte que vas a recibir
Aunque ya hayas llevado una franquicia antes, un nuevo negocio entraña una larga serie de dudas que deben ser resueltas. Piensa que cualquier error podría suponer dar una mala experiencia al cliente, y esto podría provocar su pérdida.
Por ello, es muy importante elegir una empresa franquiciadora que ofrezca un soporte óptimo, integrado y continuo al franquiciado.
Debes preguntar sobre cuestiones relacionadas con la formación, el proceso para abrir la tienda, cómo gestionar el negocio, cuáles son los pasos para reclutar nuevo talento…
Por último, no estaría mal que la empresa franquiciadora ofreciera planes de desarrollo para los franquiciados, ayudándoles a mejorar su carrera profesional.
