En los últimos dos años, las escuelas de negocio han transformado sus programas para adaptarse a un mercado que demanda nuevas habilidades, conocimientos tecnológicos y hasta otra forma de enseñar, que trasciende al tradicional método del caso. Además, están impulsando con fuerza el emprendimiento, creando hubs, centros y aceleradoras de innovación.
“Más de un tercio de los estudiantes tienen la idea de formar un negocio propio después de concluir su posgrado”, dice Eric Porras, director Nacional de MBA en EGADE Business School, en México.
Gran parte de los estudiantes, muchos de ellos ejecutivos de grandes empresas, han pasado de buscar escalar posiciones de liderazgo o ascender a considerar estudiar un MBA para emprender una vez que egresan de las escuelas de negocios. Y es que la mentalidad de los estudiantes de este tipo de maestría está evolucionando, lo que ha repercutido en las b-schools que intentan adaptarse haciendo algunos cambios.
Uno de los más conocidos ha sido la rápida adopción de metodologías de enseñanza dinámicas y el uso de los formatos virtual e híbrido -que añaden un componente de flexibilidad al perfil ejecutivo de los MBA- que se suman al tradicional modelo presencial.
“Hoy en día, los directivos necesitan soluciones formativas que ofrezcan flexibilidad en tiempo y espacio, además de garantizar la calidad y personalización de la formación, sea cual sea el contexto”, indica Philip Moscoso, responsable de los programas de formación de directivos del IESE Business School, en España.
También se han implementado cursos más cortos, que durante el confinamiento fueron los más demandados, porque ofrecían la posibilidad de mantenerse actualizado en poco tiempo. “Hemos reforzado las clases que trabajan la innovación y transformación de las organizaciones, la diversidad, igualdad e inclusión, así como los factores ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza). Y esto, sumado a la crisis económica producto de la pandemia, ha generado mayor interés por independizarse”, señala Luis Vives, vicedecano de Programas en ESADE, escuela de negocios en España.
Experiencia similar han vivido en la escuela de negocios de la Universidad del Norte (Uninorte), en Colombia, donde se han desarrollado la totalidad de los programas a través de medios digitales, introduciendo algunos contenidos en este último año como transformación digital y comercio electrónico.
Este nuevo paradigma ya se hace notar. “De acuerdo a en una reciente encuesta conducida por la acreditadora internacional de escuelas de negocios AACSB, de 90 escuelas de negocios a nivel internacional incluidas en el estudio, 12,5% de ellas planean entregar su programa MBA completamente online en el primer semestre de 2022, 15,3% lo hará primordialmente digital, 39% presencial o mayormente presencial, y 33% con una combinación 50-50% de entrega virtual y presencial”, dice Porras.
Se renueva el método del caso
Otro de los cambios ha sido la actualización de las mallas curriculares, priorizando contenidos vinculados al emprendimiento y la innovación. Las escuelas de posgrado en los últimos años han incorporado materias como transformación digital, gestión del cambio, negociación en ambientes multiculturales, pensamiento futuro, criptomonedas, blockchain, derecho digital, gerencia sobre criterios ASG, liderazgo consciente y manejo de equipos virtuales, entre otras.
Junto con modernizar los contenidos e ir en línea con las nuevas necesidades, en las escuelas buscan preparar a los futuros líderes para un mundo más volátil e incierto. Sobre todo considerando que,como asegura Eric Porras, de Egade “la pandemia nos ha enseñado que los modelos de negocio anteriores a la crisis no son necesariamente válidos hoy en día para asegurar la prevalencia de las empresas en el futuro”.
Peter Yamakawa, decano de ESAN Graduate School of Business, complementa diciendo que “ahora se necesita formar profesionales que estén preparados para afrontar entornos complejos, sin perder de vista las consecuencias en el largo plazo y el impacto de sus decisiones en la sociedad. Si sólo se forman profesionales que apunten a vender más y que cumplan con los objetivos a toda costa, se arriesga que se genere un mal clima laboral y peor aún, se cometan faltas que pongan en riesgo la imagen de la compañía”.
A este nuevo abanico de temáticas, se añade que se ha modificado la forma de entregarlos. Un ejemplo es la evolución del estudio de caso. Originario de la Universidad de Harvard, este tipo de método es utilizado mayoritariamente para encontrar solución de diferentes problemas de la esfera empresarial, permitiendo desarrollar habilidades y aprendizajes entre los estudiantes. Pero durante la pandemia, “este tipo de análisis ha ido dando lugar a estrategias más innovadoras y acordes con los nuevos tiempos, como uso de simuladores, uso de tecnologías como realidad virtual y aumentada, bootcamps y resolución de retos empresariales en tiempo real”, indica Eric Porras.
“Esto se ha dado en parte porque los mismos participantes demandan que los cursos se enfoquen hacia el desarrollo de nuevos proyectos y no solo se apliquen a grandes organizaciones”, dice Peter Yamakawa, quien agrega que “otro cambio que se dio fue el aplicar mucho más el enfoque a retos, donde los alumnos llevan los problemas que enfrentan en sus organizaciones y se discutan en clase”.
Cambia el pensamiento
La crisis empresarial, que ocasionó mayor desempleo en la región, también empujó a varios a crear sus propios negocios. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para este año se espera que el número de desocupados en América Latina y el Caribe aumente hasta 28,8 millones de personas.
Tanto en Esade como en Egade han sido testigos de esta necesidad de independencia. “Es una demanda creciente de los participantes, que cada vez más se plantean crear sus propias compañías y no solo trabajar para empresas ya consolidadas”, señala Luis Vives. “Materias como innovación, pensamiento futuro y mentalidad emprendedora han ido adquiriendo mayor importancia dentro de su formación como líderes de negocio”, añade Eric Porras.
Una reciente Encuesta Global University Entrepreneurial Spirit Students (Estudiantes de espíritu emprendedor de Global University), que se realiza en 50 países y más de 3.000 universidades, y que en Perú fue liderado por el Centro de Desarrollo Empresarial (CDE) de la Universidad ESAN, reveló que el 30% de los estudiantes de ese país están dispuestos a abrir su propio negocio inmediatamente después de terminar la carrera, mientras el 46% espera hacerlo cinco años después de concluir sus estudios.
“Este porcentaje se encuentra por encima del alcanzado en otras economías latinoamericanas como Brasil y Chile, donde sólo el 22% y 17%, respectivamente, eligieron el emprendimiento como opción. Además, la investigación reveló que un 46% de universitarios espera ser emprendedor en los siguientes cinco años tras terminar la universidad”, asegura Peter Yamakawa.
Para varios estudiantes, emprender un negocio, un proyecto social u otro tipo de proyecto, hoy es fundamental, y valoran cada vez más la flexibilidad, la autonomía y la responsabilidad. Alberto Willi, director de Programas e Innovación del IAE Business School, Universidad Austral, dice que “hace ya unos años que en los MBA hay una tendencia a que el programa funcione como un switcher (conmutador) de carrera y muchos van hacia su propio emprendimiento. Emprender un negocio también es aprender a liderarlo”.
Además, los estudiantes de este tipo de programas observan su trayectoria profesional en forma menos lineal y más diversa. Por lo mismo, “los egresados de los MBAs deben salir preparados para enfrentar los problemas empresariales de su entorno, por lo cual los casos que resuelvan en el desarrollo del programa deben estar contextualizados a la realidades de los países emergentes con empresas mayormente pymes y de tipo familiar, sin quitar importancia a la utilización de multilatinas en algunos casos de estudio”, opina Alberto Muñoz, coordinador Maestría en Administración y Finanzas, Escuela de Negocios Uninorte.
Los esfuerzos de las b-schools
Por lo mismo, varias b-schools buscan desarrollar ecosistemas que fomenten el emprendimiento y la innovación. “En Esade contamos con un ecosistema que incluye desde nuestro e-Garage y la aceleradora para el desarrollo de ideas hasta nuestra red y comunidad de Business Angels (Esade BAN)”, dice Luis Vives.
En el caso de ESAN, cuentan con un MBA con mención en innovación y emprendimiento, en el que se incluyen cursos especializados en estas materias. Además, tienen un hub de innovación donde se apoya a los alumnos para que puedan llevar adelante sus proyectos de negocios a través de mentorías, capacitaciones gratuitas y ayuda para el acceso a financiamiento local e internacional.
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«Si no son contratos que se hayan entregado para litio, no tienen ninguna posibilidad de ser utilizados para la exploración, explotación de litio», aclaró el mandatario Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario envío el domingo al legislativo un proyecto para cambiar varios artículos de la ley minera con el objetivo de darle el Estado el control sobre la explotación del litio | Reuters
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que todos los contratos relativos al litio que existen en el país serán revisados, mientras el Senado se apresta a votar una reforma legal para blindar ese mineral, aprobada en la víspera por los diputados.
El mandatario envío el domingo al legislativo un proyecto para cambiar varios artículos de la ley minera con el objetivo de darle el Estado el control sobre la explotación del litio, tras fracasar la votación de una reforma constitucional del sector eléctrico impulsada por su gobierno que incluía ese punto.
«Se van a revisar todos los contratos, los autorizados para litio», afirmó el mandatario en su rueda de prensa diaria, al ser consultado sobre los alcances de los cambios normativos a revisión en la cámara alta.
La iniciativa incluye crear una empresa para exploración y explotación, así como la prohibición de dar nuevas concesiones del mineral, de creciente uso para la fabricación de baterías y del que se estima que el país latinoamericano posee importantes reservas.
En el estado norteño Sonora se encuentra una de las mayores operaciones, Bacanora Lithium. La china Ganfeng Lithium informó el año pasado que había llegado a un acuerdo para hacerse con la totalidad de esa firma, de la que ya era un accionista clave.
Aunque no lo mencionó por su nombre, a una pregunta sobre los efectos de la ley sobre ese proyecto, López Obrador explicó que se está analizando ese contrato y si se cumplió con el requisito de realizar una consulta a las comunidades locales, entre otros aspectos.
«Si no son contratos que se hayan entregado para litio, no tienen ninguna posibilidad de ser utilizados para la exploración, explotación de litio», remarcó, una postura que ya había expresado hace meses cuando manifestó el interés de su administración por el mineral.
La agencia de noticias china Xinhua informó el martes que el presidente del parlamento del país asiático, Li Zhanshu, conversó por videoconferencia con la jefa del Senado mexicano, Olga Sánchez, para «mejorar aún más las relaciones», pero no trascendió si hablaron sobre los cambios a la ley minera.
En el país de América Central, con el voto de los diputados sandinistas y sus aliados, se han ilegalizado al menos 112 ONG nicaragüenses desde diciembre de 2018, ocho meses después de que estallara una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social.
El país centroamericano atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato.
El Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, ordenó el cierre de otras 25 ONG, incluida la Fundación Luisa Mercado que dirige el escritor nicaragüense exiliado en España, Sergio Ramírez Mercado, informó este lunes el Poder Legislativo.
El Ejecutivo del presidente Daniel Ortega también ordenó el cierre de la Asociación para el Desarrollo de Solentiname, fundada en 1982 por el fallecido poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (1925-2020).
Ramírez fue vicepresidente de Nicaragua durante el primer régimen sandinista (1979-1990), que también encabezó el actual mandatario, de quien se distanció en 1995 cuando fundó el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), una escisión del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
En tanto, Cardenal, que fue ministro de Cultura, pasó de símbolo de la revolución sandinista a ser un «perseguido político», como él mismo se declaró, de Ortega y de la esposa de este, la vicepresidenta Rosario Murillo, con quienes se enfrentó en los últimos años de su vida.
Tanto el escritor como el poeta participaron en la lucha contra la dictadura de la familia Somoza y fueron militantes hasta 1995 del FSLN, en el poder con Ortega desde enero de 2007.
Cardenal, una de las máximas figuras de la literatura latinoamericana y gran promotor de la Teología de la Liberación, sostenía que el Gobierno de Ortega «no es de izquierda, ni sandinista, ni revolucionario, sino simplemente es una dictadura familiar», como la que derrocaron.
La cartera de Gobernación también propuso a la Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por el oficialismo, cancelar la personalidad jurídica a la Asociación Comisión Permanente de Derechos Humanos de Nicaragua (CPDH), dedicada a la defensa de los derechos humanos desde 1991.
Otras ONG propuestas a ser ilegalizadas son la Fundación Coen, del empresario Piero Coen; la Asociación Nicaragüense de Ingenieros y Arquitectos, la Asociación Nicaragüense de Cinematografía y la Asociación Centro de Capacitación de la Mujer Obrera.
También la Fundación Centro de Comunicación y Educación Popular, la Fundación para el Desarrollo Integral de la Mujer Indígena de Sutiaba, y la Federación Coordinadora Nicaragüense de Organismos No Gubernamentales que trabajan con la Niñez y la Adolescencia (Codeni).
Además, la Asociación Academia Nicaragüense de Ciencias Jurídicas y Políticas, el Centro de Derechos Constitucionales, y la Fundación Nicaragüense para la Promoción de la Democracia, la Paz, y el Desarrollo de la Sociedad Civil.
Crisis política y social
En Nicaragua, con el voto de los diputados sandinistas y sus aliados, se han ilegalizado al menos 112 ONG nicaragüenses desde diciembre de 2018, ocho meses después de que estallara una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social calificada como un intento de golpe de Estado por Ortega.
Las últimas 25 ONG, entre ellas la filial nicaragüense de Operación Sonrisas, fueron anuladas el 17 de marzo pasado.
Entre las organizaciones que han sido afectadas se encuentran ONG que defendían los derechos humanos, médicas, feministas, educativas, universidades, ambientalistas, indígenas, de periodistas, y centros de pensamiento, entre otras.
El Ejecutivo también ha cancelado los registros y números perpetuos de cuatro ONG estadounidenses y seis europeas.
Según el Ministerio de Gobernación, las nuevas 25 ONG que serán afectadas han incumplido con sus obligaciones, entre ellas que no se registraron como «agentes extranjeros, siendo sujetos obligados porque recibían donaciones del exterior».
Tampoco reportaron sus estados financieros con sus desgloses detallados de los ingresos, egresos, balanza de comprobación y detalle de donaciones (origen, proveniencia y beneficiario final); ni sus juntas directivas.
La Asamblea Nacional (Parlamento), incluyó la nueva iniciativa en la orden del día de este miércoles, por lo que está previsto que sea presentado ante el plenario.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.