El presidente del gremio, Carlos Foxley, enfatizó que se deben impulsar inversiones y vincularse a aportes de Estado y tarifas. «Que no llueva no es gratis», dijo.
Agencia Uno
Por Marcela Flores
Martes 19 de abril de 2022
El presidente de la Asociación Chilena de Desalinización (Acades), Carlos Foxley, tiene una visión negativa del panorama hídrico que deberá enfrentar Chile en los próximos años. «Lo vamos a pasar mal y vamos a tener restricciones de agua. Ya no solamente en poblados rurales, vamos a tener ciudades completas sufriendo amenazas del racionamiento de agua. Y eso significa que no hay colegios, no hay fábricas, nuestra vida cotidiana se modifica, sufre, cambia. Por eso es urgente reaccionar», relató.
«Los ingresos que va a recibir el fisco por los impuestos van a ser menores por la menor actividad que va a tener la ciudad por las restricciones […] Esta es una necesidad de vida o muerte, no estoy exagerando. Va a partir con paltos, por ejemplo, en Petorca y La Ligua, donde se están secando; va a seguir con los ganados que tendrán que trasladarse en camiones hacia el sur y, finalmente, va a ser la gente que tendrá que cerrar su casa y cambiarse porque no se puede vivir en un lugar sin agua. Estamos tranquilos que el sentido común y el dialogo va a permitir que tengamos soluciones justas», agregó.
En conversación con Pauta de Negocios, de Radio PAUTA, el líder del gremio recalcó la urgencia de llegar a acuerdos para invertir en plantas de desalinización que suministren agua potable al país que ha estado sumido en una profunda sequía desde hace 14 años.
José Miguel Morán, de Juntos x el Agua: "En Chile estamos trancados en el tema de la gobernanza"
La agrupación civil propuso a la Convención Constitucional crear una especie de «banco central» del agua para enfrentar la escasez hídrica del país.
La agrupación civil propuso a la Convención Constitucional crear una especie de «banco central» del agua para enfrentar la escasez hídrica del país.
«Si se empieza hoy un proyecto no va a estar produciendo agua antes de seis años. Seis años si todo sale bien, con todos los permisos, sin sorpresas. En algunos casos, como en las regiones de Atacama y Valparaíso, afortunadamente, ya hay proyectos con permisos, de manera que podemos acortar ese plazo a tres años», dijo Foxley.
Detalló que por el momento hay cerca de 20 plantas funcionando desde Arica a Puntas Arenas, la mayoría de ellas instaladas por operaciones mineras, y que la inversión de una planta grande con toda su estructura aledaña puede llegar a los US$ 100 millones.
Pese a que criticó la falta de visión que ha tenido el país para afrontar la sequía e invertir en plantas desaladoras -al preferir, a su juicio, una «solución más barata» como «poner un balde, recolectar el agua que llueve y traerla a una planta de tratamiento»-, Foxley reconoció el trabajo que han hechos los distintos gobiernos en ordenar el tema del agua.
«Las empresas sanitarias, por ejemplo, han invertido una cantidad impresionante para poder mejorar y hacer más resiliente sus sistemas, pero todo tiene un límite […] Aquí hay que tomar decisiones que implican cambios de leyes, cambios de tarifa. Que no llueva no es gratis», apuntó.
«Tiene que haber una decisión, un liderazgo en donde el Estado transmita confianza», dijo Foxley, y enfatizó las inversiones que ha hecho el mismo mundo público en Atacama, «donde construyó una planta desalinizadora que hoy día está operando y que le permite a ciudades como Copiapó, Caldera y Tierra Amarilla tener seguridad hídrica. Lo mismo podría estarse haciendo en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O´Higgins».
El lunes 18 de abril, el Pleno de la Convención Constitucional aprobó cinco artículos propuestos por la Comisión de Medio Ambiente, entre los que se establece que el agua es un bien inapropiable.
Foxley evitó referirse en particular a esta norma que pasó al borrador de la nueva Constitución, pero afirmó que hay un aspecto sustantivo de fondo. «En el tema de infraestructura hídrica, especialmente de desalinización, se requiere de una inversión gigantesca y no solo en las plantas desalinizadoras, sino tan importante o de mayor monto, que va a ser la inversión en las tuberías para distribuir esas aguas», sostuvo.
«Para eso se necesita que haya un esfuerzo conjunto del Estado, pero también, sustancialmente, el aporte privado. De lo contrario no vamos a tener el músculo y la velocidad para reaccionar con la rapidez que se necesita», afirmó.
Vea la entrevista completa a Carlos Foxley, presidente de la Asociación Chilena de Desalinización (Acades), en Pauta de Negocios
Pleno de la Convención Constitucional define que el agua será bien inapropiable
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