Las unió el amor por la comida saludable y las ganas de ser emprendedoras. Apuntaron a un nicho y crearon un producto que, al menos en Argentina, aún no existía.
Cuando arrancó la pandemia, en marzo de 2020, Miriam Aberle (31) y Valentina De Volder (29) no sabían que sus vidas estaban a punto de dar un giro de 180 grados. Ambas eran profesionales en el mundo empresario y habían forjado sus carreras en diferentes multinacionales. Estaban en lo que muchos llaman “zona de confort”, viviendo bien, pero no del todo realizadas. Les faltaba esa chispa, ese motor, ese incentivo que te lleva a crecer y a hacer posible hasta lo utópico.
Como a muchos alrededor del mundo, la pandemia, el encierro, el cambio rotundo en sus rutinas, las hicieron reflexionar sobre cuál era la vida que realmente querían. Y la conclusión llegó rápido: ninguna de las dos estaba satisfecha con sus rutinas. Miri y Valu no se conocían. Por un contacto en común, que sospechó que podrían llevarse bien, se agregaron a Instagram. El feeling fue inmediato. Rápidamente pegaron onda y encontraron que las unía algo elemental: las dos estaban cansadas de sus trabajos en relación de dependencia y soñaban con emprender.
Ambas son fanáticas del mundo saludable y de la alimentación en torno a ello. Desde ese interés comenzaron a “cranear” sobre qué producto revolucionario podrían incluir en el mercado y que superase incluso sus exigentes estándares alimentarios. Hicieron lluvias de ideas, analizaron a fondo los productos existentes y encontraron un espacio vacío en algo que no había aparecido en las góndolas de las dietéticas hasta la fecha: mantequillas de frutos secos.
“Sabíamos que nuestra creación iba a ser un producto alimenticio y que iba a ser saludable, y nos pusimos a pensar qué faltaba en el mercado. Queríamos algo que resuelva los antojos de algo rico en desayunos, meriendas o snacks, y que fuera no sólo muy nutritivo, sino también saciador”, contaron las fundadoras de Ancestral en comunicación con La Voz.
“Vimos que en muchas partes del mundo había mantequillas de frutos secos y acá solamente de maní, así que encontramos un nicho. El maní es una legumbre y, como tal, a muchas personas las inflama. Nosotras queríamos hacer mantequillas que no estén en el mercado. Así fue como empezamos a probar recetas, combinaciones y sabores, y terminamos lanzándonos con cuatro productos: crema untable de almendras; de avellanas; de almendras y coco, y de nuez pecán. Luego se sumó a la familia Ancestral la crema untable de cajú y finalmente la de pistacho”, agregaron.
Lo revolucionario de sus productos, además de que son la única marca registrada que los ofrece, es que están creados con un solo ingrediente. Es decir, la mantequilla de almendras tiene sólo almendras. No usan conservantes, colorantes, sal ni edulcorantes. Esta característica hace que sus cremas untables sean aptas para absolutamente todo tipo de alimentación: desde la complementaria en bebés hasta diabéticos, celíacos, hipertensos, veganos o simplemente personas que quieren disfrutar de los beneficios y propiedades de este alimento.
En apenas tres meses, las emprendedoras ya tenían listo su producto para sacarlo al mercado. “Fue clave ponernos metas y plazos. Aun cuando no sabíamos con qué íbamos a emprender, ya sabíamos en cuánto tiempo teníamos que lanzarlo”, explicaron. En septiembre de 2020, y durante la fase más estricta de la cuarentena, Ancestral vio la luz de las góndolas en las dietéticas.
Los primeros meses fueron a pulmón: ambas estaban en la transición de dejar sus trabajos en las multinacionales para dedicarse full time a su proyecto. Como anecdótico, quemaron decenas de procesadoras intentando hacer las mantequillas de forma casera. Finalmente dieron con una máquina que les permitía crear el producto sin romperse en el camino y, de forma muy artesanal, producían y envasaban en sus hogares.
La demanda de mantequillas fue en aumento desde el minuto cero. Producir en el hogar ya no alcanzaba a cubrir las ventas que realizaban, y se mudaron a un espacio más grande. No tardaron mucho tiempo en llegar al tope de producción, por lo que, a los cinco meses de fundada la marca, tuvieron que hacer el salto para producir a gran escala.
“Decidimos tercerizar la producción en una planta y automatizar los procesos para poder cumplir con la demanda que había en el mercado. Actualmente producimos lotes de seis mil mantequillas cada dos meses”, explicaron. Ancestral cuenta con RNE y certificaciones sin Tacc, vegano, sin azúcar y kosher.
En tiempo récord, Ancestral copó las góndolas de dietéticas en casi todo el país. De vender de forma rudimentaria a través de Instagram y en una escala doméstica, pasaron a ofrecer sus productos en más de 500 locales distribuidos en toda Argentina. Están presentes en tiendas de prácticamente todas las provincias y, además, ofrecen sus productos de forma online a través de Tiendanube, lo que les permite despachar puerta a puerta en tiempo récord.
Sobre cuándo y cómo salieron de la esfera de venta en Buenos Aires, donde nació la marca, contaron: “Nos fueron contactando diferentes comercios y dietéticas que estaban a lo largo y ancho de la Argentina y al principio empaquetábamos y despachábamos todos los paquetes nosotras. Luego, cuando pasamos a planta, empezamos a tercerizar todo el proceso: armado y envío de pedidos. Con esto, pudimos escalar y hacer envíos más grandes y más frecuentes”.
Las fundadoras de la marca explicaron que los pedidos que llegan por el e-commerce se despachan en Andreani o se envían mediante su servicio logístico que hace envíos a todo el país. “La mayoría de los comercios del interior optan por utilizar lo que se denomina ‘Transportistas’. En esos casos, despachamos en los diferentes servicios de transporte”, detallaron.
Ancestral está con proyectos de exportación en el corto plazo. Los primeros países fuera de Argentina que conocerán sus productos serán Chile y Brasil.
“Siempre estuvimos con muchas ganas de poder llevar Ancestral a otros lugares del mundo y en un momento aplicamos a un programa nacional en el que nos acompaña una asesora de exportación y nos guía en todo el proceso desde el inicio hasta el fin. Ya estamos en el tramo final de estas tratativas y concretando reuniones con algunos clientes de afuera”, comentaron las fundadoras.
“Estamos felices porque también vimos que hay una necesidad fuera del país con respecto a estos productos y nos pasa que sin siquiera haber publicado nuestras cremas nos contactan quizás potenciales clientes de Japón o de Estados Unidos, con lo cual hay algo en la identidad de marca que llama la atención”, reflexionaron.
El producto que Miri y Valu ofrecen es de calidad premium. Los frutos secos que seleccionan para su elaboración son los mejores del mercado. Ambas explicaron que cada uno tiene un origen: las almendras son de Australia, el coco es de Indonesia, las avellanas son de Turquía, las castañas de cajú son de Brasil y el pistacho y las nueces pecán son locales porque son las mejores.
Trabajar con materia prima de excelente calidad hace que los costos de sus productos no sean económicos. Nunca fue opción para ellas resignar la calidad para poder vender más cantidad o más barato. “Preferimos educar a la población en los motivos por los cuales nuestras mantequillas valen lo que valen, y que paguen por ellas sabiendo que se llevan algo no sólo de excelente calidad, sino delicioso y completamente nutritivo. Nuestras cremas son superalimentos”, contaron orgullosas.
Ninguna de estas dos emprendedoras se imaginó que su producto llegaría tan lejos. Empezó como un microemprendimiento, pasó a ser un emprendimiento y ahora se encamina a transformarse en una pyme. Convencidas de que no se trató de un golpe de suerte, Miri y Valu aconsejaron a quienes quieran emprender que una de las claves para lograr el éxito es dedicarle tiempo y energía. Además, recomendaron poner plazos y medir todo lo que hagan, para poder comparar, encontrar errores y mejorar.
Sobre el desafío que implica en estos tiempos emprender en Argentina, ambas creen que es posible. “Hay que ser un poco valiente, pero hay que animarse a emprender. En lo personal, nunca fuimos tan felices en nuestras vidas como ahora que somos emprendedoras. Vale la pena 100%”, cerraron.
La licenciada en Nutrición Araceli Vallone explicó a La Voz la importancia del consumo diario de frutos secos, y los diferentes nutrientes que aportan.
“Los frutos secos, tanto enteros como en mantequillas, se pueden consumir en cualquier momento del día. Son una buena opción para agregar en el desayuno o merienda”, recomendó.
Además, Vallone explicó que todos los frutos secos tienen alto contenido de grasa, en su mayoría de tipo mono y poliinsaturada, que son beneficiosos para salud.
“Teniendo en cuenta que un gramo de grasa aporta 9 kilocalorías, es conveniente medir de antemano la porción que se va a consumir”, recordó. En general, la cantidad de frutos secos que entra en la mano cerrada es la porción adecuada para consumir. Si se trata de mantequillas, la porción recomendada es 20 gramos, o una cucharada sopera. De igual manera, Vallone aclaró que los requerimientos pueden variar dependiendo del objetivo que tenga cada persona.
Por otra parte, la nutricionista explicó que todas las personas se benefician consumiendo frutos secos. “Las personas que necesitan recuperar peso por ser alimentos hipercalóricos, las personas con diabetes, con resistencia a la insulina y con obesidad por su alto contenido de fibra y por poseer bajo índice glucémico, las personas con altos niveles de colesterol LDL (malo), las personas que han tenido algún evento cardiovascular como un infarto. Siempre con recomendación y seguimiento con un nutricionista matriculado”.
En general, los beneficios de los frutos secos como las avellanas, nueces pecán, o nueces castilla, pistachos, almendras, castañas de cajú son similares:
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La Voz del Interior. Fundado el 15 de marzo de 1904. LaVoz.com.ar. Lanzada el 21 de septiembre de 1996. Año 24. Edición N° 9364. Registro intelectual 56057581. Domicilio legal: La Voz del Interior 6080 – CP: X5008HKJ – Córdoba, Argentina. Propietario: La Voz del Interior SA. Gerente General: Juan Tillard. Director: Carlos Hugo Jornet. Editor: Carlos Hugo Jornet.
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