El cuadrangular de Buffett – Milenio

En 1998, Warren Buffett se lamentaba por la falta de buenas oportunidades de inversión para Berkshire Hathaway. Estaba esperando lo que llamaba un lanzamiento a su favor, un acuerdo de home run. En cambio, el extenso conglomerado estaba en la banca. “Estar ahí, con el bate al hombro no es mi idea de diversión”, dijo aquella vez. 
La semana antepasada, por primera vez en seis años, Buffett decidió que era el momento de dar un gran batazo. El golpe, un acuerdo de 11 mil 600 millones de dólares (mdd) para la compra de la compañía que va desde los seguros hasta la fabricación de juguetes, Alleghany, puso fin a una sequía que había desconcertado a los inversionistas y suscitado dudas sobre si el multimillonario inversor tenía el talento para competir con postores de capital privado más agresivos. 
Las revelaciones de los días anteriores también mostraron que Berkshire construyó una participación con valor de alrededor de 8 mil mdd en acciones ordinarias del productor de petróleo Occidental Petroleum. 

Aparte de las recompras de acciones, estas dos transacciones representan el mayor despliegue de capital de Berkshire Hathaway desde que la pandemia de covid-19 sacudió los mercados en 2020. Muestran a un inversor que está encontrando focos de valor en el mercado de valores de Estados Unidos (EU), incluso cuando la guerra sacude a Ucrania, aumentando las perspectivas de desaceleración económica y de una mayor inflación. 
Ambas inversiones se realizaron después de lainvasión de Rusia a Ucrania y suponen un cambio en el enfoque de Buffett de hace dos años, cuando el covid-19 se propagó y la economía mundial entró en recesión. 
En ese tiempo, vendió aerolíneas y redujo sus participaciones en grandes bancos estadunidenses, que estaban guardando miles de millones de dólares en reservas para protegerse de posibles pérdidas en los préstamos. Incluso cuando el mercado se recuperó ese año, mantuvo la cautela. Aplaudió la intervención de los responsables de formulación de políticas de Washington, pero realizó pocas de las inversiones que habían caracterizado su comportamiento más de una década antes, durante la crisis financiera, cuando concedió préstamos a compañías de primer nivel y puso a trabajar el fondo de inversiones de Berkshire Hathaway. 
Su regreso al mercado este año le indica a algunos que cree que es poco probable que la guerra en Ucrania provoque las mismas consecuencias que la pandemia. 
Se está lanzando en un momento volátil. El mercado de valores ha oscilado violentamente este año, y la compañía promedio del Russell 3 mil —un índice que incluye tanto a las grandes como a las pequeñas empresas— cayó más de 30 por ciento desde los máximos recientes. Los inversores ajustan rápidamente las carteras a medida que la inflación se dispara y como respuesta la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subió las tasas de interés por primera vez desde 2018. 
Las acciones de Berkshire Hathaway, por el contrario, registran un repunte de 18 por ciento este año, superando ampliamente al S&P 500. En 2021, ganaron casi 30 por ciento. 
La empresa se benefició de una rotación del mercado, ya que los inversores prefieren las acciones de las compañías de servicios públicos, las empresas de energía, los grupos de bienes industriales y los bancos frente a las compañías de tecnología. Eso juega directamente a favor de Berkshire Hathaway, que tiene un imperio que va desde el ferrocarril BNSF, hasta la aseguradora Geico y la filial metalúrgica Iscar, así como una cartera de acciones de 351 mil millones de dólares, con inversiones multimillonarias en Apple y Bank of America. 

Los acuerdos de marzo también se alinean con una desaceleración de las recompras de acciones, en las que Berkshire Hathaway había gastado agresivamente cuando, en palabras de Buffett, “las vías alternativas se volvieron poco atractivas”. En febrero estimó que la compañía había gastado casi 52 mil mdd en recompras en 2020 y 2021, pero solamente mil 200 mdd desde enero hasta finales de febrero de este año. 
Las acciones no son tan atractivas para la recompra”, dijo Christopher Bloomstran, el presidente de Semper Augustus, accionista de Berkshire. Esta es, en parte, la razón por la que Warren Buffett y su equipo de inversión están buscando fuera de la compañía. 
Meyer Shields, analista de KBW, dijo que los acuerdos muestran que la dirección de Berkshire Hathaway “está viendo oportunidades”. Añadió que no “le quitan a Berkshire la capacidad de realizar un acuerdo de enorme tamaño’, dado que la compañía contaba con 146 mil 700 mdd en efectivo a finales del año pasado. Sus filiales arrojan más de 100 mdd en efectivo cada día. 
Alleghany y Occidental eran empresas conocidas por Berkshire mucho antes de las recientes inversiones. Alleghany, una aseguradora y reaseguradora de bienes y accidentes, desde hace mucho tiempo se le describe como una mini-Berkshire Hathaway. Su director ejecutivo, Joseph Brandon, fue un antiguo directivo de la filial de Berkshire, General Re. Al anunciar la operación, Warren Buffett lo calificó de “viejo amigo”. 
A Warren Buffett le gusta invertir en su círculo de competencia y, sin duda, sigue a esta compañía desde hace décadas”, dijo Matthew McLennan, gestor de carteras de First Eagle Investments, que posee acciones de Berkshire. 
Su conexión con Occidental se remonta al menos a 2019, cuando Buffett acordó suministrar 10 mil mdd para ayudar a la compañía de gas y petróleo a cerrar una adquisición hostil de Anadarko Petroleum. Sin embargo, ese acuerdo, en un sector en el que Berkshire solamente incursiona ocasionalmente, tenía muchos de sus clásicos sellos distintivos: un costoso financiamiento de adquisición utilizado por una compañía en parte para obtener el sello de aprobación de Buffett. 
Los inversores dijeron que están ansiosos por ver la próxima información trimestral sobre las acciones de la empresa, prevista para mediados de mayo, que mostrará si Buffett o sus lugartenientes en materia de inversiones, Todd Combs y Ted Weschler, se encuentran en una ola de compras más amplia. 
El inversor de 91 años, que no respondió a una solicitud de comentarios para este artículo, todavía no ofrece información sobre sus motivaciones para la inversión en Occidental o si las turbulencias del mercado, desde que escribió su carta anual más reciente en febrero, hicieron que cambiara de opinión. En ese momento, dijo que encontraba “pocas cosas que lo emocionaran”. 
Lawrence Cunningham, profesor de la Universidad George Washington, dijo que es posible que eso haya cambiado. Aunque Warren Buffett se enfrenta ahora a una intensa competencia de los grupos de capital de riesgo en las grandes adquisiciones, todavía encuentra acuerdos que “por excelencia son del estilo Buffett”, añadió Cunningham. “Ahora los lanzamientos llegan a su plato, justo a la velocidad que le gusta”, dijo.

​srgs

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