Dinero para el viejito – El Financiero

El ‘viejito’ no es tu papá. Tampoco es el presidente de la República. Eres tú. Sí, tú, que lees pacientemente estas líneas algunos miércoles. Tienes que ahorrar dinero, e invertir en activos para cuando seas viejo.
No para cuando te retires. Quizá eso no ocurrirá. Al ritmo que gastamos los recursos en el gobierno y en los hogares, no va a haber gran oportunidad de retirarte a los 63, 64, o 65 años. Igual tampoco a los 70 o a los 75. En una de esas, es mejor que no te retires. La gente que se retira empieza a tener daño cognitivo, físico y emocional. Se deprimen, se alcoholizan, ya no ponen atención a los temas, se les quiebra la cadera. Todo indica que es mucho mejor para tu salud seguir trabajando que retirarte.
No importa si el viejito es viejita, o viejite. Va a necesitar dinero. Su productividad menguará. Necesitará lentes cada vez más potentes para leer. Su memoria le jugará malas pasadas. Se moverá un poco más lento, y tendrá que cuidar sus emociones para no sufrir un accidente cardiovascular. Tendrá que invertir más en su salud. Si tiene IMSS, ISSSTE u otro servicio público de seguridad social, tendrá que sufrir periodos de espera largos para intervenciones sencillas. Si tiene una póliza de seguro médico privado, cada cinco años se enfrentará a que la revisión quinquenal de la prima lo orille a tener que prescindir de la póliza, o a optar por deducibles muy altos. Una razón más para tener ahorro. Mucho.
Los mexicanos ahorramos en la Afore obligatoriamente 6.5 por ciento del ingreso. Vamos a necesitar más que eso para subsistir en la vejez, aunque no nos retiremos. Normalmente los mexicanos invertimos en activos que nos permiten sobrevivir, cuando somos jóvenes o viejos. Una casa, un negocito, un vehículo. Todas esas cosas se deprecian. La zona en donde vivíamos de chavos no necesariamente es el mejor lugar para ser viejo. Vender una propiedad inmobiliaria toma tiempo y esfuerzo; no es dinero para las emergencias, porque no tiene liquidez.
Una estrategia muy socorrida en México para formar patrimonio familiar es comprar una vivienda. Hay un subsidio del sector público, y el interés de un préstamo hipotecario es el capital más barato que se puede contratar. Aún así, no es sensato invertir solamente en bienes raíces. Primero, porque los bienes raíces son seguros, pero poco productivos. Las rentas sobre una vivienda difícilmente alcanzan 5 por ciento anual sobre el valor del capital. Segundo, porque son activos que no son líquidos. Si tenemos que vender la casa para fondear una emergencia, eso implica que tendremos que rentar un lugar dónde vivir.
Por eso es importante ahorrar en la Afore más que el ahorro obligatorio. El ahorro voluntario lo puedes hacer deducible del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Cuando lo saques, causará impuesto. Esto tiene sentido. La regla está diseñada para que lo dejes producir todo el tiempo que sea posible.
También tiene sentido ahorrar en la Afore porque el rendimiento que paga ese ahorro es superior a la inflación, y ciertamente mucho menos oneroso que comprar papel gubernamental o tener el dinero a la vista en una cuenta de cheques o debajo del colchón. La Afore estaba diseñada para ser nuestra inversión en bolsa, en épocas en las que no todo mundo podía invertir en bolsa. No es la forma de ahorro más rentable, pero es de lo mejorcito que existe, preservando la liquidez de tus activos.
Quizá lo más importante es acordarnos de que en el agregado la cantidad que tenemos disponible para invertir es lo que hayamos decidido ahorrar. Si México quiere crecer, debe ahorrar e invertir cerca de 25 por ciento del ingreso nacional. Si tú y yo no ahorramos ni invertimos ni el 6.5 por ciento, nuestro ingreso personal no va a crecer, ni éste va a contribuir al crecimiento del ingreso del país.
Mientras más rico eres, más puedes ahorrar. Pero, en general, los pobres ahorran en porcentajes mucho mayores que la gente más rica. Los chinos ahorran e invierten más de 50 por ciento de su ingreso, mientras que en Estados Unidos la cifra es menor a la mitad.
Hay tres cosas en las que hay que invertir, si ya tienes donde vivir. 1. Una buena educación para los hijos, especialmente en cosas que les permitan tener un buen desempeño laboral. 2. En negocios productivos, pero no una Pyme. En una de esas es mejor invertir en bolsa en un portafolio bien diversificado, con una actitud al riesgo consistente con tu edad. 3. En tu comunidad. Invierte tiempo, dinero y esfuerzo en organizaciones de la sociedad civil, en la formación política de los vecinos, y en la causa que más te entusiasme.
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