Persona llegando a un aeropuerto de Estados Unidos. El gigante norteamericano recibe migrantes de todo el mundo.
Decenas de miles de personas alrededor del mundo buscan radicarse en Estados Unidos y los ciudadanos de América Latina no son la excepción. Muchos están dispuestos a invertir una importante cifra de dinero, que recién van recuperar en un par de años y con un interés muy pequeño, con tal de tener una puerta de entrada al país del norte.
Es por ello que a fines de 1990, en EE.UU. se creó la visa EB-5, a partir de la cual los mayores de 21 años dispuestos a invertir pueden conseguir una Green Card para ellos y sus familias.
Ni bien entren en vigencia los cambios que acaba de aprobar el Congreso de los Estados Unidos el monto mínimo a invertir será de US$800.000 si el proyecto EB-5 está ubicado en un Área de Empleo Específica (TEA) o si es un proyecto de infraestructura. Un TEA incluye un área de alto desempleo o un área rural.
Principales requisitos para invertir. Los montos descriptos en el gráfico se modificaron tras la última ley. Ahora el mínimo es de US$800.000 y el máximo de US$1.050.000
La visa EB-5 permite a quienes acceden a ella poder vivir, trabajar y jubilarse en cualquier parte de los Estados Unidos. Es decir, no es necesario que la persona que accede a ella tenga que vivir en el lugar donde funciona el proyecto en el cual invirtió.
De hecho, la inversión funciona más bien como un préstamo. El aspirante a vivir en EE.UU debe apostar por un determinado proyecto, pero no participa del desarrollo del mismo más que como inversor. A su vez, esta mecanismo beneficia a empresarios que consiguen un fondeo barato para sus proyectos, o al menos, muy por debajo de lo que les costaría pedirle un préstamo a un banco.
Por citar un ejemplo del rendimiento de la inversión, la empresa inmobiliaria Christian Tyler Properties (CTP), que trabaja con este tipo de programas desde hace una década, suele brindar retornos de 0,5% anual y la estimación de la tasa de rendimiento anualizada tras la monetización va del 1,5% al 2%, con un reembolso en 5 años y la emisión de la Green Card estimada entre 18 y 24 meses.
Es decir, la tasa que obtiene el inversor suele ser acotada, pero le permite la radicación efectiva en dos años y el retorno del capital. Aunque esto último depende que el proyecto no fracase.
Para calificar para la residencia en Estados Unidos bajo el programa EB-5 el inversor debe cumplir con una serie de requisitos.
Por otro lado, agregaron: “Concluido el trámite completo con la remoción de la condición de provisorio de la Green Card, el desarrollador debe iniciar el mecanismo para devolver la inversión según el plan de negocios propuesto”, explican desde una agencia de asesoramiento legal, fiscal y contable en inversiones e inmigración con los Estados Unidos.
Línea de tiempo para el inversionista de la EB-5 Gentileza de Latam en USA.
El Senado de Estados Unidos aprobó en los últimos días una ley, que debe ser promulgada por Joe Biden en las próximas horas, por medio del cual el nuevo monto mínimo de inversión será de US$1.050.000, aunque que se reduce a US$800.000 si, como se mencionó anteriormente, el proyecto EB-5 está ubicado en un Área de Empleo Específica (TEA) o es un proyecto de infraestructura.
Hasta ahora regía un monto mínimo de US$500.000 para los casos especificados. En tanto, el monto de inversión para el resto de los proyectos se incrementa solo US$50.000, ya que se ubicaba en US$ .000.000.
Las empresas que quieren sumar inversores a través del programa EB-5 tienen dos formas de hacerlo: directamente con el Gobierno federal o a través de centros que sean autorizados por éste y agrupen las inversiones de los solicitantes de visa EB-5 extranjeros. Lo que se busca de es impulsar exponencialmente las economías locales y regionales de los EE. UU., con proyectos que creen y salven miles de empleos estadounidenses.
El dato más favorable, desde la mirada de quienes buscan aprovechar el programa, es que la Ley de Integridad reautoriza el Programa del Centro Regional EB-5 hasta septiembre de 2027. Es la primera reautorización a largo plazo que ha recibido el Programa del Centro Regional EB-5 desde 2015.
Precisamente, la licencia de estos centros, que había caducado en 2019, se renuevan a partir de esta ley. Los mismos ayudan al Gobierno a desburocratizar y agilizar los trámites.
“El proyecto debe generar 10 empleos directos por cada inversor EB-5. Es decir, si una empresa piensa contratar 50 personas para un trabajo puede recurrir a 5 inversores de este tipo”, señaló Ariel Arrocha, director de la agencia de asesoramiento Latam en USA. Y agregó: “La ventaja de los centros regionales es que si el proyecto se lleva a cabo mediante uno de ellos se pueden contabilizar también los empleos indirectos que se generan, ya que el Regional Centre se encarga de la verificación”.
La nueva ley incluye numerosos y estrictos requisitos para los centros regionales en relación al conocimiento del cliente y las normas de compliance, entre otros mecanismos de seguridad.
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