Shakira: la ex suegra villana que ella no perdona. SEMANA le cuenta la historia completa de esa guerra a muerte – Revista Semana

Shakira se dio cuenta a los pocos meses de anunciarle al mundo su separación. Mientras la cantante lloraba desconsolada en los brazos de su exsuegra, Montserrat Bernabéu, por los días en que se agudizó su crisis con el exjugador, a comienzos del año pasado, la madre de Gerard Piqué se hacía la ‘ciega y sordomuda’ con lo que sabía de sobra: su hijo ya tenía un nuevo amor.
Tan enterada estaba, que conocía bien que Piqué pasaba fines de semana enteros con su nueva novia, Clara Chía Martí, en la casa de campo de su familia en Cabrils, un municipio cercano a Barcelona, tal como lo reveló Laura Fa, periodista e integrante de las Mamarazzis, espacio de entretenimiento de El Periódico, de Cataluña.
Enterada de la situación, Shakira creyó que merecía que su exsuegra le contara la verdad y no que se convirtiera en cómplice silenciosa de una infidelidad. Para la colombiana fue una traición igual de dolorosa a la que sintió cuando finalmente se enteró de que su relación se había acabado sin remedio por cuenta del engaño del padre de sus hijos, tras casi 12 años juntos.
Eso explica, asegura la periodista española, las recientes provocaciones que la colombiana ha hecho contra sus exsuegros: desde colgar la figura de una misteriosa bruja mirando hacia su casa –que está justo enseguida–, hasta levantarlos en los últimos días cada mañana, a todo volumen, con la colaboración que lanzó, el pasado 11 de enero, con el productor argentino Bizarrap, y en cuya letra la madre de Piqué aparece mencionada: “Me dejaste de vecina a la suegra, con la prensa en la puerta y la deuda en Hacienda”.
La prensa española asegura que están tan rotas las relaciones, que Shakira incluso mandó a construir un muro que separe de una vez por todas las dos viviendas.
Lo curioso, sin embargo, es que la relación entre la artista barranquillera y Montserrat –licenciada en Medicina y Cirugía, especialista en Medicina Física y Rehabilitación y casada hace más de tres décadas con Joan Piqué, abogado y empresario catalán– siempre estuvo llena de altibajos.
Así lo asegura a SEMANA Víctor Gayarre, veterano periodista que ha trabajado en distintos medios de España y ha seguido de cerca la relación entre Shakira y el astro del fútbol.
En 2010, “cuando se supo que Shakira había comenzado su relación con Piqué, la madre del jugador se opuso. No le gustaba que su hijo se enamorara de una mujer diez años mayor e involucrada en el mundo del espectáculo. Esa mezcla le parecía fatal”.
No quería una mujer así para un Piqué de solo 22 años, que brillaba en lo más alto de su carrera con el Barça. “Y, encima, no era catalana, lo que también mortificaba a la señora Bernabéu”, asegura el periodista.
Y enfatiza en que, por entonces, Piqué era visto como un hombre “joven, guapo y millonario. Y no un millonario cualquiera. Era de cuna”. Su abuelo, Amador Bernabéu, es un histórico del F. C. Barcelona y sus padres pertenecen a la boyante burguesía catalana, “tan cerrada como clasista, que ven como un intruso a todo aquel cuya procedencia y apellido no conocen”.
Por eso, cuando el entonces defensa del Barça le contó a su familia que se había enamorado de la colombiana y que ambos lo confirmarían a la prensa, Montserrat, hoy de 60 años, “quedó en shock”, no era la nuera deseada, dice Gayarre.
Sucedió así: en marzo de 2011, la artista oficializó su relación en Twitter al publicar una foto junto al entonces jugador culé: “Les presentó a mi sol”, dijo una Shakira enamorada. Millones de seguidores de la colombiana reaccionaban con entusiasmo. “La prensa española flipaba”, como recuerda Gayarre.
Pero en Esplugues de Llobregat, uno de los sectores más exclusivos de la capital catalana, donde viven los padres de Piqué, Montserrat pasaba horas amargas. “Es que para muchas familias tradicionales de Barcelona, incluso si eres de Madrid, ya eres un intruso. ¡Imagínate entonces si eres de Colombia!”, agrega.
Y a pesar de que para ese momento Shakira ya era una estrella internacional, facturaba millones, era la artista más vendida en español y encandilaba al mundo con su Waka Waka, himno del Mundial de Sudáfrica 2010, para Montserrat era simplemente “una intrusa”.
Según Gayarre, “le fastidiaba todo lo que tenía que ver con ella. Que fuera diez años mayor que su hijo. Que fuera una cantante, así tuviera mucho éxito. Que no fuera catalana o al menos de una familia reconocible. Y además sentía que, por ser mayor, podría manejar a Piqué a su antojo y manipularlo”.
Segura de que la barranquillera sería solo un capricho pasajero de Piqué –descrestado ante la fama y la posibilidad de estar con una estrella internacional de la música–, Montserrat le decía a sus más cercanos que más pronto que tarde la diferencia de edad le pasaría factura a la relación y que Shakira, que la llamaba “mi suegrita”, no se amañaría en Barcelona.
Pero entonces Shakira se radicó definitivamente en esa ciudad y al poco tiempo llegaron los nietos. Primero Milan, tras un año de noviazgo, y luego Sasha en 2014.
“Con el tiempo, no tuvo de otra que hacerse a la idea y creo que hubo momentos en los que incluso se acercaron, y hasta se les veía juntas en los palcos del Barça, principalmente con el nacimiento de los niños, la gran debilidad de toda la familia Piqué”, confiesa el periodista.
Pronto, los peores presagios de la exsuegra se cumplieron: Gerard se alejó, poco a poco, de sus padres para escribir su larga historia de amor con la colombiana. “Y creo que Montserrat detestó esa vida. Ver a su hijo en las revistas del corazón y, sobre todo, que lo trataran como ‘el novio de’. Con el tiempo no le quedó más camino que acostumbrarse”.
Es que, de personalidad discreta, Montserrat pertenece a otro mundo completamente distinto. Gran parte de su trayectoria la ha desarrollado en el prestigioso Institut Guttmann, líder en rehabilitación integral de pacientes con daños cerebrales, lesiones medulares y otros trastornos neurológicos. Fue jefa de la Unidad de Daño Cerebral hasta 2018 y ahora es codirectora de la Fundación Institut Guttmann.
Hoy, lejos de los días en los que Shakira la llamaba “mi suegrita”, la artista no soporta a Montserrat. Y el sentimiento de la familia Piqué hacia la colombiana es mutuo. Según el programa Sálvame, del canal español Telecinco, que tuvo acceso a un audio privado de uno de los integrantes de la familia, los Piqué están unidos bajo un mismo sentimiento en torno a la barranquillera: “Que desaparezca de nuestras vidas”.
Según lo revelado en el programa, “a ellos les da igual si le va la vida bien o mal (a Shakira), pero le piden que desaparezca definitivamente de sus vidas”.
Además, cuestionan el que Shakira esté ejerciendo presión en sus hijos contra la familia de su expareja, en especial sus exsuegros, al parecer, por su rápida complacencia y aceptación con la nueva pareja de su hijo.
“Gerard hace poco tuvo que convencer durante una hora a uno de sus hijos para que entrara a la casa de sus abuelos”, se dijo en el programa. Cierto o no, con la ruptura amorosa de Shakira y Piqué se cierra también un ciclo amargo con Montserrat Bernabéu, una suerte de suegra villana y “enemiga silenciosa” que tuvo que esperar casi diez años para ver cumplido su pronóstico: la relación de su hijo y la colombiana no sería para siempre.
El pasado 4 de junio, el mundo despertó con una noticia que sorprendió a todos y de la que aún no se escribe el punto final: Shakira y Gerard Piqué daban por terminada su relación sentimental, después de ser una de las parejas más estables del mundo del entretenimiento.
Estupefacto también la recibió Andrés Guerra, un curtido periodista del corazón, catalán, que hasta marzo de 2022 creía que la crisis con la que muchos especulaban eran solo rumores. Total, en ese tiempo Shakira compartió un amoroso trino, felicitando a su pareja por la goleada que el Barcelona le había propinado cuatro a cero a su eterno rival, el Real Madrid.
Guerra, que desde hace varios años cubre esta fuente para el diario La Vanguardia de Barcelona, recuerda que 12 años atrás, cuando cogió fuerza la noticia de que la colombiana y el catalán estaban saliendo, comenzó a interesarse por esta “potente historia de amor”, que “agitó como nunca antes” a la prensa catalana.
“Era la primera vez que veíamos eso: una superestrella de la música con un futbolista que acababa de ganar un mundial. Y como se decía, en ese momento, que ella se la pasaba en Barcelona y se veían de forma clandestina, muchos aprendimos con esta pareja a volvernos recursivos, tratando de encontrar en qué casa se escondían. Un juego de gato y ratón de varios meses”, le cuenta Guerra a SEMANA.
Para el periodista, que ha trabajado también para Vanity Fair, TVE, Antena 3 y Telemadrid, contrario a lo que aseguran muchos en Colombia, la prensa española no se ha ensañado con la artista barranquillera. “Si uno se pone a mirar, Gerard Piqué no es un hombre que caiga especialmente bien a todo el mundo. No es Leo Messi, por ejemplo, que sí les cae bien a todos por ser un personaje blanco, sin mácula. Piqué, en cambio, ha sido un tipo polémico, chulo (vanidoso), soberbio. Entonces, no es que le caiga fantásticamente bien a toda la prensa y la lleve a tomar partido por él”, dice.
Un factor que, sin embargo, ha jugado en contra Shakira en España es que “ha sido poco generosa con la prensa y con el público en Barcelona, pese a vivir hace tantos años aquí. Ha sido en todos estos años huidiza, reservada. No la ves en fiestas, presentaciones o desfiles de moda, como sí ha ocurrido con Antonela Roccuzzo, esposa de Messi, y otras parejas de jugadores. Entonces, teníamos una estrella en Barcelona que realmente nunca veíamos porque convirtió su casa en una especie de búnker”.
No obstante, Guerra es franco al decir que los españoles no olvidan que “cuando ella comenzó su relación con Piqué, después del Mundial de Sudáfrica, en 2010, estaba también en una relación con el argentino Antonio de la Rúa, de la que solo oficializó su ruptura un año después para, a los pocos meses, confesar que estaba con Piqué. Entonces, acá lo que vimos fue que empezó una relación clandestina con un muchacho diez años más joven y nadie la juzgó. Y la gran paradoja es que ahora que Piqué la deja por una mujer diez años más joven sí sale a criticarlo”.
También asegura que, más allá del dolor que ha supuesto para la colombiana la ruptura y el engaño, España no le perdona su deuda con Hacienda, “con el fisco español, y que ella busque por todos los medios eludir esa obligación”. Shakira irá a juicio “y es lo justo”, dice el periodista catalán, “porque la deuda en realidad es muy grande. Ella dejó de pagar en 2012, 2013 y 2014 una cantidad abultada de 14,5 millones de euros (unos 73.000 millones de pesos colombianos)”, dice.
Y esa rabia no es porque sea colombiana, lo deja claro Guerra. “La misma rabia se ha despertado con Plácido Domingo o Montserrat Caballé, gente española de primer nivel que se le ha pillado sin pagar impuestos y se les cuestiona por defraudadores. Sobre todo porque actualmente todos estamos pasando un mal momento de inflación en España; comprarte un piso (apartamento) es tarea de locos, casi imposible. La gente la está pasando realmente mal. Entonces, que alguien que tiene tanto dinero, que es multimillonaria, se ponga en la posición de no pagar los impuestos, armada de abogados, como sí lo hacen los ciudadanos de a pie, genera mucho malestar. Por eso, muchos ven a Shakira como una rica caradura”.
Historia aparte, cree Guerra, es la que se ha escrito entre el público español con la nueva canción de la barranquillera: “Mientas unos aplauden la picardía y el juego de palabras, sal-Piqué, Clara-mente y esas cosas, otros cuestionan fuertemente que ella haya involucrado en su letra a una joven de la que hasta hace muy poco nadie sabía quién era”, reflexiona el periodista.
“Buena parte de la prensa lo consideramos un gesto bastante feo. Canciones de desamor fuertes siempre ha habido, pero creo que el potencial de poder llegar a millones de fans en todo el mundo no podía terminar puesto al servicio de colocar toda la presión y los insultos sobre una jovencita de 23 años y culparla de todo. Eso nos parece de mal gusto, por más enfadada que Shakira esté, no tiene justificación”.
De acuerdo con Guerra, buena parte de los españoles se compadecen con una joven que “se vio obligada a cerrar sus redes sociales desde que se supo que era la rubia que aparecía en las fotos con Piqué en una discoteca. No se la ve como la advenediza o la arribista que conquistó a un tipo para sacarle dinero, no. Simplemente, se enamoró de Piqué, que no es un señor millonario y viejo, sino un hombre tan atractivo como lo es Clara Chía”.
Otro asunto que ha molestado a cierto sector de la prensa, especialmente deportiva, y al público es que la nueva canción de Shakira con el productor argentino Bizarrap presente a Piqué como un tipo básico y sin méritos: “Cambiaste un Rolex por un Casio. Vas acelerado, dale despacio. Ah, mucho gimnasio. Pero trabaja el cerebro un poquito también”, reza la BZRP Music Sessions #53.
Nada más alejado de la realidad, sostiene Guerra: “Es un tío que ha demostrado justamente todo lo opuesto. Al contrario de otros futbolistas, que con suerte han montado un restaurante por ahí para asegurar el futuro, Piqué ha liderado empresas grandes, de deportes, de videojuegos, del sector inmobiliario. Y lo hace todo él, es un emprendedor nato”.
Y, en contravía de lo que han asegurado algunos medios en España, de que al separarse de Shakira a Piqué le cayó una mala racha, Guerra considera que esa especie de mala suerte venía de tiempo atrás y terminó por hacerse visible con su separación de la estrella colombiana.
“Su carrera deportiva venía en descenso. Cada vez jugaba menos. Su historia con el fútbol ya se estaba acabando, y, con el estallido de la ruptura con Shakira, él decide hacer como un corte de cuentas con la vida y retirarse”, cuenta Guerra.
Lo que sí cree este periodista es que la colombiana se ha “sobreactuado” un poco cuando afirma, por ejemplo, que ella se sacrificó al radicarse en Barcelona para construir un hogar estable con el catalán: “Sí, es cierto que Piqué en ese momento estaba en un punto muy alto con el Barça, pero no lo es menos que Shakira también consolidó desde acá su carrera.
Hacía giras, grababa en estudio, participaba de The Voice en Estados Unidos largas temporadas. Y no es que ella haya dejado su país, Colombia, para vivir en España. De hecho, cuando se vaya, piensa radicarse en Miami. Ha sido un sacrificio, sí, pero relativo. Así que creo que en todo este rollo de Shakira y Piqué hay que ver las cosas en su justa medida”.
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