En esta temporada navideña hay que reconocer que el “rush” de las compras se incrementa notablemente. Y que desde el mes de Noviembre con “el buen fin” y las “ventas nocturnas” de diciembre que las tiendas nos ofrecen, es muy difícil esquivar la tentación de comprar algún artículo, regalo o gustito a meses sin intereses.
Lo anterior es una práctica común que bien manejada no te dejará consecuencias económicas.
Pero el tema de lo que nadie está hablando es cuando decides prestarle tu tarjeta de crédito a un familiar o amigo, por las siguientes razones:
Y ahora se estarán preguntando, y que de malo tiene el prestar tu crédito. Les cuento con el siguiente ejemplo práctico:
Luis trabaja de maestro en una preparatoria, imaginemos que Luis gana $17,000.00 pesos mensuales. Y que el mismo Luis tiene las siguientes compras a meses sin intereses:
Después resulta que Jesús (compadre de Luis) le pide de favor que si le presta su tarjeta de crédito para comprar una sala y un comedor con un costo de $60,000.00 pesos a 6 meses sin intereses.
Esto es precisamente lo que sucede muy a menudo y es aquí cuando se cae en una “discrepancia fiscal”.
Ya que los nuevos pagos mensuales de Luis quedarían de la siguiente manera:
Como se puede apreciar en este ejemplo se ve superado la cantidad que el mismo Luis gana por su salario mensual, y es aquí cuando las autoridades fiscales te podrán solicitar que aclares de donde proviene este ingreso.
Ojo, esto es una posibilidad, pero es conveniente que se conozca la existencia de este riesgo, ya que en mi experiencia hemos visto muchos casos como estos, que si terminan con consecuencias.
Por eso nuestra recomendación es que de preferencia no prestes tu tarjeta de crédito y que sí no hay opción analices los conceptos de donación entre familiares que de este tema hablaremos en otro
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