La joven se graduó del proyecto Casa Torogoz sobre estrategias de emprendimiento e ideas para redes sociales, junto a otras 69 jóvenes, donde enseñan a fundar sus propios negocios .
Por Saraí Alas
Proyecto. Casa Torogoz fue lanzado desde julio del año pasado para capacitar a mujeres en condición vulnerable.
Una sonrisa se observa en el rostro de Alexandra Saraí Martínez Arias, de 17 años de edad, una joven emprendedora que se graduó el pasado fin de semana del proyecto Casa Torogoz impartido por especialistas de la Universidad Autónoma de Santa Ana (UNASA), para abordar emprendimientos para mujeres jóvenes vulnerables.
Alexandra es una joven santaneca que emprendió su primer negocio en redes sociales para continuar sus estudios de bachillerato y universitarios, luego que la pandemia del covid-19 afectó la economía de su familia. Una estrategia que busca evitar que tenga que migrar.
Junto a Alexandra, otras 69 mujeres jóvenes se graduaron de ese mismo proyecto como primera generación del programa, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y la organización sin fines de lucro IREX, bajo el programa Youth Excel.
Durante la ceremonia de graduación, Alexandra se mostró optimista al graduarse del taller y aseguró que este le ha permitido continuar con su vida.
«El taller me dio ideas para emprender en este negocio de rosas, yo me sentía insegura, pero con los talleres me ayudaron y voy a poder continuar mis estudios», dijo la joven emprendedora.
Alexandra hace manualidades de rosas de listón y flores de crochet desde este año, y empezó a ejecutar las ideas a partir del taller en Casa Torogoz. «Mi negocio se llama Rosas Eternas, mis manualidades son rosas y mi llamado es que no tengan miedo de emprender. Si tienen un sueño cúmplanlo», dijo.
La UNASA, a través de Casa Torogoz, empoderó a mujeres jóvenes entre septiembre de 2021 a julio 2022 para fundar «microemprendimientos» con estrategias como el design thinking, uso de herramientas tecnológicas, como tablets y kits didácticos de emprendimiento.
La hermana de Alexandra, quién también está luchando por salir adelante, agradeció a Casa Torogoz: «El cambio que ha tenido mi hermana es increíble, pasó a ser una chica extrovertida, el programa le ayudó a descubrir su identidad. A ella le gustan mucho las artes manuales», dijo.
El especialista en Educación de la Oficina de Crecimiento Económico de USAID, Héctor Matal, indicó que el objetivo de apoyar Casa Torogoz es brindar herramientas a mujeres afectadas desde la pandemia por el covid-19.
Según Matal, la capacitación se inició con 80 jóvenes pero sólo 70 finalizaron el curso de emprendimiento. Matal aseguró que estos talleres permiten que las mujeres no migren del país.
José Miguel Hernández indicó que este tipo de proyectos permiten «empoderar a las mujeres en su autoestima». «Es hora que nosotros como salvadoreños empecemos a empoderar a la mujer como una personalidad de cambio, se necesita más mujeres empoderadas», dijo.
Uno de los estudios más completos que se han realizado sobre el emprendimiento en El Salvador, el informe nacional 2014-2015 del «Global Entrepreneurship Monitor (GEM)», confirma que un buen porcentaje de los pequeños negocios comienza por necesidad. El reporte conducido por la Escuela Superior de Economía y Negocios revela que el 31.2 % de personas de 18 a 64 años eran emprendedoras en 2014. De estas, el 19.5 % tenían menos de 42 meses operando.
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