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El ecosistema de 1.110 startups en Colombia es reflejo de un emprendimiento tecnológico, cuyo dinamismo entusiasma y cuyos retos deben abordarse ya.
Ayer la plataforma Distrito presentó el reporte ‘Colombia Tech 2021’ que buscó la identificación de start-ups en alrededor de 26 sectores de la economía nacional. El estudio final, apoyado por la Andi del Futuro, las Cámaras de Comercio de Bogotá y Medellín, KPMG, el CESA e Innpulsa, mapeó 1.110 emprendimientos tecnológicos que emplean a unas 26 mil personas.
La radiografía de la innovación en el país refleja que el 60% de estos negocios está en Bogotá, seguida por Antioquia (20%), Valle del Cauca (5,93%), Cundinamarca (2,96%) y Atlántico (2,87%). Además, solo el 4% de los fundadores de estas empresas son mujeres. Desafortunadamente, la cara del emprendimiento tecnológico colombiano es masculino. Dentro de este ecosistema innovador el 15,3% de las 1.110 start-ups pertenecen al sector de fintech -tecnología aplicada a las finanzas- mientras que el 9,1% vienen del martech -negocios con base tecnológica para el mercadeo y la publicidad-. Le siguen los emprendimientos categorizados bajo la etiqueta de deeptech -soluciones para las tecnologías de información- y retailtech -tecnologías aplicadas al comercio minorista-. Los autores del reporte encontraron negocios que aplican tecnología a sectores tan variados como el de la salud, el mercado inmobiliario, los recursos humanos y la educación, entre otros.
Si bien este mapa colombiano está aún lejos de las 15 mil de Brasil o las 2.577 de México, la fotografía instantánea de la innovación tecnológica en el país genera entusiasmo y despierta optimismo por el desarrollo y crecimiento de estas 1.110 iniciativas. De hecho, Innpulsa publicó un listado de unas 200 start-ups con el potencial para convertirse en los próximos unicornios nacionales, es decir, empresas con una valoración de mil millones de dólares como lo logró Rappi. Fomentar e impulsar el emprendimiento en una economía como la colombiana no es tarea fácil, en especial aquellos con base tecnológica como los identificados en este informe. La inmensa mayoría de las apuestas a emprender de los colombianos surgen de la necesidad de supervivencia y no son ajenos a las dificultades de planeación, financiamiento y desarrollo. Por esa razón, cuando el gobierno Duque escogió el ‘emprendimiento’ como uno de los tres ejes de su Plan Nacional de Desarrollo, junto con la legalidad y la equidad, recibió tantas críticas.
Luego irrumpió la pandemia con el desplome más grave de la economía de la historia reciente y la crisis complicó aún más el despliegue de esas políticas. A pesar de lo anterior en 2020 se firmó la ley 2069 o ley del espíritu emprendedor. El ecosistema innovador del país atraviesa por un momento dinámico que ha convertido a varias de estas start-ups en empresas conocidas. A Rappi se le suman Platzi en edtech, Merqueo en retailtech, Frubana en foodtech y Lahaus y Habi en el sector de real estate.
No son pocos los retos que enfrentan tanto las 1.110 empresas identificadas sino las que hoy están en etapa de concepción. Uno de ellos es la necesidad de conseguir los capitales necesarios para materializar estas ideas de negocio. Ojalá, los fondos de pensiones y otros actores del sistema financiero crean un poco más en el emprendimiento y tomen las decisiones de inversión.
Otros desafíos incluyen una mayor promoción de una cultura de emprendimiento desde los colegios y las universidades, así como el avance en la formación tecnológica, e incluso en el bilingüismo para poder aspirar a competir globalmente. Este mapa muestra dinamismo y ‘hambre’ de emprender que sociedad, Estado y empresa debe impulsar con ahínco.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
framir@portafolio.co
Twitter: @pachomiranda
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Se necesitaba una persona con las calidades morales y la trayectoria del padre Pacho para dirigir el difícil trabajo de la Comisión.
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