Este jueves 3 de febrero se confirmó que Alberto Baillères, el cuarto hombre más rico de México, perdió la vida a la edad de 90 años. Su mote hacía referencia a su capacidad de hacer negocio, pues le apodaban “El Rey Midas Mexicano” y no es para menos, pues su basta fortuna se divide en numerosas empresas exitosas.
Baillères González era presidente de Grupo BAL, un conglomerado de compañías mexicanas conformado Grupo Nacional Provincial (GNP Seguros), Medical Móvil, Grupo Profuturo y las tiendas Palacio de Hierro, entre otras. Además, uno de sus negocios más rentables fue el que heredó de su padre, Raúl Baillères Chávez, y se trata de una de las minas de plata más grande del mundo, ubicada en Fresnillo, Zacatecas, la cual pertenece a la compañía Industrias Peñoles.
De acuerdo con la revista Forbes, durante el último año su riqueza incrementó más de 60% gracias a sus negocios adscritos en el ramo de la minería y de la producción de plata. Cabe destacar que la fortuna que logró amasar fue estimada, por esta misma publicación editorial, en USD 10 mil 480 millones (209 mil 600 millones de pesos aproximadamente).
Egresado de la carrera de Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) presidio, como parte de su actividad filantrópica, la Asociación Mexicana de Cultura y la junta de gobierno de su alma mater; sin embargo, una incógnita que surge en estos momentos es quién heredará la fortuna y los negocios del magnate mexicano.
El empresario ganador de la Medalla Belisario Domínguez 2015 tuvo siete hijos con María Teresa Gual, quien falleció en enero de 2014, por lo que se espera que los bienes, negocios y patrimonio en general sea repartido entre Alberto, Alejandro, Raúl, Juan Pablo, Xavier, Mauricio, y Teresa.
Por la inmediatez al sensible fallecimiento, los hijos Baillères Gual aún no han manifestado cómo será repartida la herencia; sin embargo, el hombre nacido el 22 de agosto de 1931 se distinguió por saber administrar negocios tan importantes como Grupo Nacional Provincial Seguros, Casa de Bolsa Valores Mexicanos, Tane, Soluciones Financieras Valmex y Profuturo.
Como dato relevante, Bailléres es un aficionado de la tauromaquia, una de las disciplinas más polémicas que ha sido objeto de debate en múltiples ocasiones entre los defensores de la tradición que consideran al “arte de lidiar con toros” como un bien cultural y quienes se oponen a esa idea argumentando que esta práctica incurre en el maltrato animal.
La afición del magnate no solo se reduce a su asistencia a eventos taurinos en países como México y España, considerada como la cuna de la tauromaquia; sino que también posee negocios dentro del sector. Uno de ellos es la construcción de una plaza de toros en España, la cual recibe el nombre de “Bilbao Vista Alegre” y cuyo proyecto fue presentado en 2019 con la intención de reconstruir, en el mismo sitio, un legendario recinto dedicado a la tauromaquia que se extinguió en 1961 tras un incendio.
Sin embargo, el sueño de Baillères González no era dirigir un conglomerado empresarial, sino ser académico. Después de terminar sus estudios en Economía con dos menciones honoríficas, el presidente de Grupo BAL quería continuar su vida como estudiante y cursar un posgrado en la London School of Economics, en Reino Unido, así lo indicó Expansión, revista especializada en economía y negocios.
Finalmente, reconoció, esto se vio frustrado en 1967, ya que con el fallecimiento de Baillères Chávez, el joven tomó la figura del patriarca con sus negocios y familia. “Desafortunadamente, y por razones dolorosas, me vi forzado a renunciar a mi proyecto”, apuntó el magnate en 1999 luego de haber recibido un doctorado honoris causa por parte del ITAM, universidad fundada por su padre.
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