Quemitl, de Jaltocán para el mundo – Criterio Hidalgo

Los negocios rentables y de gran impacto social sí existen. Un claro ejemplo es Quemitl, el cual, bajo el liderazgo de Iliana Ramos, diseñadora y abogada especializada en políticas públicas, ha posicionado las artesanías de Jaltocán en México y otras partes del mundo. Todo bajo la convicción de enseñar a los socios del taller que soñar es posible, al igual que tener una vida digna gracias a sus hermosas artesanías.
Originaria de Huautla, Iliana recuerda que hace casi seis años comenzó un proyecto que surgió viendo las necesidades de la gente de la Huasteca, sus paisanos y amigas bordadoras, pues “la gente piensa que las artesanías son un trabajo de segunda y que muchos de los artesanos no tuvieran la oportunidad de recibir una instrucción académica demerita su trabajo”.
Fue entonces que conoció a Elizabeth Chávez Lorenzo, a quien reconoce como “una gran maestra artesana del bordado de Jaltocán, con mucha sensibilidad y humanidad”. En ese entonces, Eliza vivía una situación compleja, pues tuvo una bebé con capacidades diferentes  y le representaba un reto, por ello vendía sus artesanías en la calle.
Ileana le planteó un proyecto donde Elizabeth no tuviera necesidad de vender en la calle y en el que participaran más personas. Ante la propuesta, la artesana se empezó a reír y dijo: “Estás loca. Eso no es posible, eso no existe”. Fue entonces que Ileana reparó en la gran brecha de sueños de la gente y los niños en las comunidades, “porque no existen las oportunidades de soñar en algo que no conoces”. El compromiso ese día fue que Elizabeth, su familia y otras de Jaltocán tendrían una forma de vida diferente.

Por su parte, Iliana se especializó en diseño y manejo de marca, con el fin de pensar en grande y hacer un taller destacado. “Cambiar el chip y abrir el panorama”. Quemitl les da el material, las herramientas y les paga por bordar, tal cual, sin que tengan que invertir. Ellos determinan el precio en que le dan a su trabajo y sin salir de su comunidad a vender. A ellos les llega la prenda cortada y pintada, así como los hilos e insumos para hacer su trabajo.
El proyecto comenzó con una línea casual, pero con el tiempo se han ido modificando las visiones, pues han pasado por prensas para niños, tradicionales y la de ceremonias, con los vestidos de fiesta. Esta última es en la que se han especializado.
“Los clientes mexicanos e hidalguenses son quienes de verdad reconocen las artesanías y saben el valor que tienen. Por ejemplo, hay piezas que entre una familia de cuatro personas son quienes la bordan y tardan hasta dos meses en hacerlo. Todo depende del pedido”, señaló Ramos.
Una prenda destacable, entre muchas otras, fue el modelo Etéreo, que llegó a Miss Nebraska Latina, a través de Naomi Monroy López. La participante de Mixquiahuala, pidió un vestido que la representara y ubicó en Hidalgo al taller. La prenda se hizo en negro y fucsia, color de la flor de manita de león, común para celebrar el Xantolo. La cauda vuela, lo que le da un toque muy especial. Este vestido sacó el primer lugar en esa ocasión, lo mismo que en concursos de la Huasteca.
Este es un ejemplo de los lugares a donde ha llegado Quemitl, que trabaja por diferentes valores: “no solo mejorar la calidad de vida de los artesanos, sino para rechazar el regateo. Lo que se planteó de inicio fue el rescate del uso de la indumentaria huasteca y portarla con orgullo adaptada a nuevas prendas”.
Sara Elizondo I Pachuca
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