Cada vez son más las empresas familiares que están en una línea de pensamiento y actuación mucho más cercana. Empresas familiares que nacieron como un emprendimiento dieron lugar a un negocio familiar y posteriormente evolucionaron hasta alcanzar la consideración de empresa familiar líder. Son las que denominamos modernas empresas familiares.
Se puede observar mucho más conciencia asumida por los empresarios familiares. Son conscientes de que si se perpetúan en su modo de proceder tradicional podrían dejar desfasadas y obsoletas a sus empresas, sin capacidad para competir ante la constante aparición de nuevos modelos de negocio y que se ajustan más a las nuevas demandas, gustos y tendencias de los consumidores.
Cuando una empresa familiar es administrada bajo parámetros poco adecuados para el actual entorno macro y microeconómico las posibilidades de acudir a encuentros con empresarios familiares de éxito, que permiten compartir experiencias o algunas peculiaridades que sí o sí van surgiendo a lo largo de la vida de las mismas, de hecho podrían ser un coadyuvante de importancia para despertar de su letargo y ser mucho más competitivas y rentables.
Es dable resaltar que las generaciones venideras de muchas familias empresarias están teniendo la posibilidad de poder progresar muchísimo más, dado que manejan paradigmas totalmente diferentes a las de sus progenitores, lo cual se ve reflejado en una estructura organizacional diferente, políticas de marketing, cuentas a cobrar, relaciones con clientes y proveedores, entre otros, además de procesos digitalizados que antes ni “en sueño” se conocían.
También habrá que destacar que los hijos o nietos de los que han iniciado la empresa familiar ya han tenido la oportunidad de asistir a universidades o escuelas de negocios, en donde han podido aprender muchas cosas que antes se manejaban todas casi artesanalmente, lo cual se ve reflejado dentro de su modelo de gestión, impactando positivamente dentro de la posición económico-financiera de la compañía.
Es por ello que se pueden observar a empresas en las que aún están sus progenitores dentro de la administración del negocio, pero que les dan una activa participación a sus hijos en diversos sectores de la misma, cambios tangibles dentro del proceso global de planificación y de anticipación a varias situaciones que se puedan presentar, actuando en forma proactiva en función a lo que exige el mercado hoy día.
Bien sabemos que una empresa familiar dentro de su definición se lo conoce como una que se caracteriza por una organización poco profesional, donde solo trabajan los hijos, dueños del negocio, aun reconociendo que quizás estén poco capacitados para hacerlo y en donde la informalidad está a la orden del día, con modelos de gestión aun obsoletos y muy poco sofisticados.
El signo distintivo de las empresas familiares no lo constituyen ni su reducido plantel de personal ni tampoco la dimensión física del negocio, sino algunos otros atributos específicos que son como su ADN distintivo, tal como el alto nivel de involucramiento de la familia en el negocio y quienes asumen varios roles a la vez.
Se dan “choque” de generaciones en donde una hija no dirá por respeto a su padre muchas cosas aunque considere que esté equivocado, y a un padre también en estos tipos de empresas muchas veces les resulta más complejo el poder valorar con mayor objetividad el desempeño de un ejecutivo/hija, por varios factores de poca sofisticación no incluidos dentro del manejo ejecutivo de la misma.
La clave para el éxito de una empresa no es tanto su singularidad, sino los niveles de gestión que los lleven a cabo y que se adecuen a lo que el mercado lo exige hoy día muy distante a lo que se observaba cuando sus padres iniciaron el giro comercial de la empresa.
No debemos confundir empresa familiar con pyme familiar mal gestionada.
Son numerosos los casos de empresas familiares que han dado un salto de calidad y han alcanzado posiciones de liderazgo dentro del mercado en sus segmentos de negocios explotados porque sus padres han sido concientes de los cambios dentro del mercado en varios aspectos y dando a sus hijos “luz verde” para que puedan ir introduciendo métodos de gestión mucho más profesionalizados acordes a lo que exigen los mercados.
Encuesta finalizada
¡Gracias por participar!