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Para Silvina Moschini, fundadora de SheWorks! y la primera mujer latinoamericana en llevar una empresa a la condición de unicornio (aquellas que llegan a una valuación de más de 1,000 millones de dólares) en 2020, la desigualdad que aún se da en materia de inversión y negocios entre hombres y mujeres está relacionada con la falta de confianza en el potencial de las mujeres.
«Aún vivimos en un mundo atravesado por sesgos que ponen obstáculos en el camino del talento femenino. En la mayoría de los casos, a diferencia de los hombres, nos evalúan con base en prueba y no en potencial», comparte en entrevista con Expansión Mujeres.
En América Latina se invierten en promedio 93,000 millones de dólares más en hombres que en mujeres que dirigen una compañía y 5,000 millones menos en el caso de negocios propios, de acuerdo con cifras del BID Invest, organismo del Banco Interamericano de Desarrollo que financia empresas y proyectos sostenibles.
Se trata, en parte, de un problema basado en sesgos. Anna Raptis, fundadora y directora del Fondo de Inversión Amplifica, opina que la industria de capital es de alto riesgo, por lo tanto, muchos inversionistas suelen elegir a quienes muestran patrones similares a los suyos o por lo menos que les parezcan familiares.
Esto representa un problema cuando la mayoría de las personas que toman decisiones sobre en qué emprendimientos invierte un fondo es hombre. En América Latina, solo 6% de los fondos de private equity o venture capital se destina a emprendimientos fundados por mujeres, según la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
Para Raptis, este enfoque provoca que muchos inversionistas descarten buenas oportunidades con perfiles diferentes a los que han invertido previamente. «Quienes somos inversionistas buscamos invertir en personas similares a uno, por eso es fundamental tener a más mujeres en la cabeza de fondos de inversión, para que reconozcan intereses y ambiciones», dice.
La inversionista considera que no siempre se tratan de sesgos conscientes, pero que también influyen en el tipo de mercados que conocen o desconocen los inversionistas. Pone como ejemplo un segmento en el que no se ha invertido apenas: la salud femenina.
«En Estados Unidos, más que en otros lugares, comienzan a explorar nuevos productos y servicios que ofrecer alrededor de la salud e higiene femenina, pero muchos fondos [dirigidos por hombres] lo dejaron pasar porque desconocían esas necesidades y la oportunidad de negocio que representa por los avances en la tecnología y en el interés de las mujeres a tener más opciones», dice.
Un estudio de Fidelity Investments mostró que las mujeres obtienen mejores retornos con sus inversiones que los hombres, a quienes superan en 40 puntos porcentuales, a partir del análisis de 5.2 millones de cuentas de clientes -la mitad de hombres y la otra mitad de mujeres- en el lapso de diez años en los Estados Unidos.
Además, firmas como Mckinsey, han llegado a la conclusión de que las empresas dirigidas por mujeres tienen 12% más de probabilidades de cumplir o superar las expectativas de crecimiento.
«Además, hay buenas noticias: América Latina y el Caribe es la región con mayor porcentaje de emprendimiento femenino del mundo. Ahora existen 59 start-ups dirigidas por mujeres en América Latina y que recaudaron 4,000 millones de dólares en 71 rondas divulgadas en 2021″, dice Moschini.
La empresaria señala que un factor importante para apostar por emprendimientos femeninos es contribuir activamente a la recuperación económica, que debería ser sostenible e inclusiva.
«Tengamos en cuenta que por cada dólar invertido en las empresas que fundan o dirigen, se obtiene el doble de ganancia que en sus pares hombres, según Boston Consulting Group. Invertir en mujeres es lo inteligente y esta es una tendencia que ya se está comenzando a replicar en el mundo», apunta.
Alicia Arias, cofundadora de Mujeres en Finanzas (MEF) y Head Advisors Acquisition en Grupo Bursátil Mexicano (GBM), considera que como principio básico las inversiones buscan ganancias, y las mujeres las están generando.
Explica que hoy en día las mujeres controlan 32% de la riqueza global y acumulan riqueza 1.5 veces más rápido que los hombres, primero por su creciente participación en la fuerza laboral e incluso por temas de longevidad. Además, menciona otros factores como que las mujeres heredarán dos terceras partes de la transferencia de riqueza más grande de la historia que se dará en las siguientes décadas (30 y 60 billones de dólares pasarán a las siguientes generaciones (según un estudio de BCG).
Detalla que un elemento a favor de las mujeres -a raíz de las desventajas de género- es que han aprendido a ver oportunidades y con un propósito específico.
«Para generar y gestionar nuestro patrimonio nos hace más sensibles ante puntos de inflexión en nuestras vidas y a los impactos financieros que estos pudieran ocasionar, lo que nos hace ver al dinero con un medio y no un fin en sí mismo», señala Arias.
Al respecto, la investigación del CFA Institute ‘Women in investment managament initiative’, las mujeres son más propensas a invertir en causas y preocupaciones que les importan. Los problemas relacionados con sostenibilidad, diversidad e inclusión ocupan lugares destacados en sus intereses.
Si bien la financiación de capital de riesgo es todavía un club liderado por hombres, Moschini observa que las mujeres han comenzado a buscar y crear otras alternativas de inversión que les permitan llevar sus emprendimientos al próximo nivel.
Un ejemplo de ello es Escuela de Inversoras, iniciativa que surgió desde Unicorn Hunters, y que es una plataforma para mujeres que quieran «hacer trabajar» su dinero a través de opciones tempranas de inversión con el potencial de generar riqueza.
Este proyecto, con la dirección de Silvina Moschini y el apoyo de ONU Mujeres, será un vehículo para aumentar la participación del talento femenino en el mundo de las inversiones.
«A través de las distintas etapas que ofrecerá el programa, aprenderán a elegir su perfil de riesgo, a diferenciar las inversiones más competitivas, a identificar las últimas tendencias en los negocios y conocerán métodos de financiamiento tales como Unicoin , una criptomoneda de última generación que pagará dividendos y estará respaldada por capitales privados de compañías con gran potencial de crecimiento que formarán parte de Unicorn Hunters», explica la empresaria latinoamericana.
¿El objetivo? Crear una red de mujeres que entiendan el mercado y que se impulsen unas a otras a través de inversiones para generar riqueza.
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«Mi principal consejo es que no nos autolimitemos a pensar que no podemos concretar nuestras metas, debemos pensar en grande y doblar las reglas para hacerlas trabajar a nuestro favor. Con ese principio en mente creé el movimiento global Skirt The Rules, para decirle adiós al síndrome del impostor e impulsar a las mujeres emprendedoras a desplegar su poder para crear negocios con impacto global», afirma Moschini.
Al respecto, menciona que actualmente el mercado de las criptomonedas ofrece grandes oportunidades para que las mujeres puedan acceder a medios, escalar sus negocios y diversificar las inversiones.
Por su parte, Alicia Arias les recomienda involucrarse con sus finanzas personales y que comiencen a invertir.
«También las invito a buscar a algún experto para acercarse a las finanzas, recuerden que no están solas y que existen profesionales que las pueden guiar y acompañar para lograr sus metas financieras», señala.
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