Len Blavatnik es dueño de la mayor parte de Warner Music Group. (Bloomberg)
Len Blavatnik dice que él es, ante todo, un multimillonario hecho por sí mismo. El británico-estadounidense, según cuenta, también es un magnate de los medios, un titán de la tecnología, un inversionista inmobiliario pionero y un industrial.
El magnate Leonard Blavatnik se encuentra en el top 50 de los hombres más ricos del mundo, de acuerdo con datos de Bloomberg Billionaires Index.
Len Blavatnik nació en Odesa, Ucrania (cuando era parte de la Unión Soviética, en 1957), y tiene la doble nacionalidad estadounidense y británica.
El ahora magnate asistió a la Universidad Estatal de Moscú y luego emigró junto con su familia a Estados Unidos, en 1978. Es licenciado en informática por la Universidad de Columbia y tiene una maestría en administración de empresas de la Escuela de Negocios de Harvard. Obtuvo la ciudadanía estadounidense en 1984, y la británica en 2010.
En 2017, fue nombrado caballero (Sir) por Isabel II, debido a su trabajo filantrópico en la Blavatnik Family Foundation.
El empresario Blavatnik fundó Access Industries, un grupo industrial de capital privado, en 1986. Access invierte en la industria de medios y telecomunicaciones, en el sector de recursos naturales y productos químicos, en capital de riesgo y tecnología, bienes raíces, biotecnología y entretenimiento.
Es dueño de la mayor parte de Warner Music Group, que tiene contratos con artistas como:
Actualmente, Len Blavatnik se ubica en el puesto número 33 del Bloomberg Billonaries Index, con una fortuna valuada en 34.7 millones de dólares.
‘Sir’ Blavatnik siempre se ha esforzado por dejar en claro que no tiene conexiones con Vladimir Putin ni con la política rusa, y que absolutamente no debería ser descrito como un oligarca. Ni siquiera es ruso.
A pesar de su larga tradición de distanciarse de Rusia, el magnate sembró su enorme fortuna con las ganancias de las llamadas “guerras del aluminio” y los campos petrolíferos de Siberia. Es más, ganó algunos de esos miles de millones junto con un consorcio de magnates rusos que fueron sancionados por el Reino Unido y la Unión Europea poco después de que las fuerzas de Putin cruzaran la frontera con Ucrania, desencadenando una guerra que ha durado más de tres meses.
Lo que Blavatnik comparte con los multimillonarios rusos en riqueza, ambición y negocios, difiere en un aspecto crucial: no es ruso. Aunque nació en la Ucrania soviética y se crió en una ciudad al norte de Moscú, fue despojado de la ciudadanía soviética como emigrante judío después de mudarse a Estados Unidos a los 20 años. Nunca ha tenido un pasaporte ucraniano.
Regresó a Rusia años después, uniéndose a los demás que luchaban por el botín en la era de privatización de la década de 1990. Fue allí donde sentó las bases de su gran fortuna. Las personas familiarizadas con sus tratos en Rusia dijeron que era como una presencia fantasma, rara vez sobre el terreno y, en cambio, usaba delegados de confianza para ejecutar proyectos.
Blavatnik se unió a un consorcio de rusos, incluidos Fridman y Vekselberg, para comprar TNK, uno de los últimos gigantes petroleros estatales del país. Ayudaron a hacer crecer la empresa y fusionarla con BP. Su mayor ganancia inesperada se produjo cuando los socios vendieron TNK-BP a la estatal Rosneft en 2013 en un acuerdo de 55 mil millones de dólares. Su apuesta personal: 7 mil millones de dólares.
Desde entonces, la fortuna de Blavatnik se ha disparado a más de 30 millones de dólares, más que Stephen Schwarzman de Blackstone, Ken Griffin de Citadel o Vladimir Potanin, la persona más rica de Rusia, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
La abrumadora mayoría de la riqueza de Blavatnik ahora está ligada a Occidente. Inundados de efectivo después del acuerdo TNK-BP de 2013, Blavatnik y sus socios rusos aprovecharon la oportunidad para invertir ampliamente en EU y Europa, donde su dinero podría generar rendimientos y credibilidad. Fridman, Khan y Aven fundaron el holding con sede en Londres, LetterOne.
Blavatnik aceleró sus inversiones en EU, donde anteriormente había hecho una audaz apuesta de cambio en el fabricante de plásticos y productos químicos LyondellBasell Industries NV que le reportó un rendimiento del 170 por ciento, más 5300 millones de dólares en ventas de acciones y dividendos.
Su compra que más llamó la atención fue Warner Music en el apogeo de la turbulencia de la industria musical en 2011.
Con información de Devon Pendleton de Bloomberg.
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