Petróleos Mexicanos (Pemex) está dispuesta a invertir miles de millones de dólares en el yacimiento Zama en aguas del Golfo de México una vez que la estadunidense Talos Energy, líder del consorcio socio en el proyecto, acepte finalmente que la estatal sea el operador, dijo su director general, Octavio Romero.
Talos presentó en septiembre del 2021 notificaciones de disputa dentro del T-MEC, un paso previo a un arbitraje internacional, inconforme en parte por la decisión de México de designar a Pemex operador de Zama, tras prolongadas negociaciones.
La empresa, que lidera un consorcio conformado también por Harbour Energy y Wintershall Dea, suspendió temporalmente la marcha hacia un arbitraje en medio de conversaciones de alto nivel que buscaban darle al grupo mayor poder de decisión en el desarrollo del campo que comparte con Pemex, de acuerdo a fuentes.
Wintershall Dea y la oficina de la presidencia de México no respondieron inmediatamente a solicitudes de comentarios. Talos Energy no dio un comentario de inmediato y Harbour Energy declinó hacer comentarios.
Romero, uno de los más allegados al presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que Pemex no renunciará a ser el operador de Zama porque su parte del campo posee la mayor cantidad de reservas y tiene más experiencia en ese tipo de yacimientos respecto a Talos.
Al querer ser el operador, Talos -con una participación del 17.35 por ciento en Zama tras la unitización del proyecto- busca la responsabilidad de determinar cómo desarrollar mejor el hallazgo, uno de los más destacados del mundo en aguas someras, con unos 850 millones de barriles de petróleo equivalentes.
Pemex no ha revelado públicamente su participación en Zama, pero de acuerdo con un análisis independiente del yacimiento, 50.43 por ciento de las reservas están del lado de la empresa estatal.
El experto Gonzálo Monroy, de la firma local GMEC, opinó que «no parece estar ya sobre la mesa el escenario de una operación conjunta entre Talos-Pemex» y que la mexicana debe reconocer los gastos exploratorios de los otros participantes y traer inversión fresca al proyecto.
Al ser consultado si Pemex tendría capacidad económica para desarrollar Zama, Romero respondió un tajante «sí» y sobre la cantidad aseveró: «cueste lo que cueste».
La estatal carga con una deuda financiera de 108 mil 100 millones de dólares y de 13 mil 700 millones con proveedores, entre otros compromisos que hacen que tenga un recurrente capital de trabajo negativo.
Pero el experto John Padilla, de IPD Latin America, expresó que Pemex «no ha planificado aún inversión para Zama en su presupuesto, sigue con capex limitado y el gobierno está usando sus ingresos extraordinarios para soportar subsidios e incrementar la popularidad del presidente».
López Obrador, quien asumió el poder en diciembre del 2018, congeló la apertura del mercado energético que había iniciado el gobierno que le precedió, al suspender licitaciones de bloques petroleros y otorgar a Pemex y la generadora estatal de electricidad, la CFE, un papel más relevante en la industria.
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