Los fondos CVC y GIP, dueños del 20,7% y del 20,6% de Naturgy, apoyan el proyecto de fisión
Hace casi tres semanas, Naturgy sorprendía a todos anunciando un proyecto de fisión (denominado ‘proyecto Géminis’) con el que su presidente y consejero delegado, Francisco Reynés, bloquea el posible troceo de la compañía, con mayorías reforzadas. Una operación que no acaba de gustar a la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera, pero sí a los fondos CVC y GIP, a pesar de la caída en bolsa: la acción vale cinco euros menos desde que se anunció la fisión el pasado 10 de febrero, pasando de 28,40 euros a 23,14.
Pero conviene que veamos el recorrido de la cotización en un periodo de tiempo más largo, porque en los últimos 14 meses la actualidad informativa de Naturgy ha sido bastante ajetreada y también ha habido mucha especulación con su valor en el parqué. Todo empezó el 26 de enero de 2021, cuando el fondo australiano IFM lanzó una opa para hacerse con entre el 17% y el 22,689% de la energética: la acción pasó de 19,22 euros del día previo a 22,19. Meses después, el 3 de agosto, cuando el Gobierno aprobó dicha opa, la acción estaba a 21,90 euros, después el fondo australiano bajó sus aspiraciones al umbral del 10%, y cuando acabó el periodo de aceptación y la CNMV informó del resultado de la oferta el 14 de octubre, la acción se situó en 24,01 euros. La opa -que se había lanzado a un precio final de 22,07 euros, tras varios ajustes por repartos de dividendos- resultó fallida, pues IFM sólo se hizo con el 10,831% de Naturgy, pero no se rindió e hizo gala de inmoralidad comprando más acciones tras el periodo de aceptación de la opa a mayor precio, llegando al 12,04%.
Un día después de anunciarse la fisión, la cotización de Naturgy se hundió un 11,94%, hasta 25,01 euros, desde los 28,40 del 10 de febrero. Ahora, la acción se sitúa en poco más de 23 euros, cinco menos, pero ha subido un 18% en el último mes, y se ha revalorizado un 12% en el último año y un 24% en el último lustro
En los tres meses posteriores a la opa fallida de IFM, la acción subió cinco euros, hasta los 29, pues continuaba la especulación, la cual se ha detenido tras el anuncio de fisión y el fin de las compras de acciones (tanto por parte de IFM como de Criteria Caixa, que para mantenerse como primer accionista subió al 26,708%). Así, el 11 de febrero, un día después de anunciarse el ‘proyecto Géminis’, la cotización de Naturgy se hundió un 11,94%, hasta los 25,01 euros, desde los 28,40 del día anterior. Ahora, la acción se sitúa en poco más de 23 euros, cinco euros menos respecto al pasado 10 de febrero. Cuando se presentó la fisión, Reynés afirmó que era una “buena operación para todos y acabará siéndolo para la cotización”, y conviene tener en cuenta que la actual cotización ha subido un 18% en último mes y un 19% este año, por lo que ya se ha revalorizado un 12% en el último año y un 24% en el último lustro.
Volvamos a los fondos. Recuerden que CVC controla el 20,7% del capital de la energética a través de la sociedad Rioja (la cual posee junto a los March) y GIP es dueña del 20,6%. Si finalmente se lleva a cabo la fisión, Naturgy se separará en dos negocios (el regulado por un lado y el de generación y comercialización por otro) que a día de hoy son muy distintos porque el primero depende del Gobierno y de sus decisiones, y el segundo no. Además, hay que tener en cuenta que a CVC le gusta más el regulado (que incluye el transporte y la distribución), y que en el de generación Naturgy debe hacer una inversión muy fuerte, y CVC considera que las renovables son estratégicas pero no son rentables, pues todo lo verde es caro y se ha convertido en una ruina al haber descendido -y mucho- las subvenciones que recibía.
A CVC le gusta más el negocio regulado que el de generación y comercialización, porque considera que considera que hay que hacer una inversión muy fuerte y que las renovables son estratégicas pero no son rentables
Volvamos a los fondos. Recuerden que CVC controla el 20,7% del capital de la energética a través de la sociedad Rioja (la cual posee junto a los March) y GIP es dueña del 20,6%. Si finalmente se lleva a cabo la fisión, Naturgy se separará en dos negocios (el regulado por un lado y el de generación y comercialización por otro) que a día de hoy son muy distintos porque el primero depende del Gobierno y de sus decisiones, y el segundo no. Además, hay que tener en cuenta que a CVC le gusta más el regulado (que incluye el transporte y la distribución), y que en el de generación Naturgy debe hacer una inversión muy fuerte, y CVC considera que las renovables son estratégicas pero no son rentables, pues todo lo verde es caro y se ha convertido en una ruina al haber descendido -y mucho- las subvenciones que recibía. Por su parte, GIP también apoya la fisión y no hay que olvidar que Isidro Fainé se ganó el apoyo de Adebayo O. Ogunlesi ante el pulso de IFM, aunque ahora este último ha quedado neutralizado en el Consejo de Naturgy, donde sólo ha logrado un representante, mientras Criteria ha pasado de dos a tres, tras los cambios en las participaciones del capital.
De cara a la fisión en dos empresas y los nuevos Estatutos Sociales que incorporarán las mayorías reforzadas para las decisiones importantes, hay varias condiciones por las que tiene el apoyo de CVC y GIP: Naturgy se separa en dos negocios muy distintos, Criteria mantiene el control de ambos con igual o incluso menos dinero y los fondos tendrán oportunidades de vender activos sin descabalgar toda la estructura de control de la compañía. A IFM no le ha quedado otra que tragar. Eso sí, a Teresa Ribera no le acaba de gustar la fisión: primero porque se enteró de la operación por la prensa y después porque conviene recordar que fue una gran defensora del fondo australiano en el proceso de la opa.
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