Dicen que las oportunidades están ahí y que todo mundo admira a quien se lanza al agua y más si es joven que, en lugar de buscar un empleo, crea y se dedica a un negocio. Pero no siempre esa predica se aplica.
Lo vivieron en sus inicios los fundadores de Neural Coders, una firma dedicada a consultoría y soluciones en datos y ciberseguridad. Incluso ganaron un concurso de emprendimiento y ya fueron elegidos como una de las firmas más prometedoras de la región.
“Nos vemos colaborando a nivel país para convertirnos en un referente en ciberseguridad y ciencia datos”, dice Alejandro Zamora, director general de Neural Coders.
Alejandro es de Esparza, donde se graduó en el Colegio Santa Sofía. Inmediatamente empezó a estudiar ingeniería en ciencia de datos en la Universidad Lead, en San José. Desde el primer año le gustó el área de negocios, lo que lo lleva a crear en 2019 una página web sobre ciberseguridad y ciencia de datos con la idea de emprender. Ahí un profesor le dio un consejo que resultó clave.
“Busque socios”, le dijo Arnoldo Madrigal, un reconocido especialista en la industria tecnológica y él mismo emprendedor con la startup Ubiqs.
Ellos son los fundadores de Neural Coders: Brayan Delgado, director de información, Jorge Zapata, director de tecnología, Alejandro Zamora, CEO, y Alex Araya, director de operaciones. (Foto para EF)
Alejandro le tomó la palabra y se fue a buscar a Alex Araya, quien también era de Esparza. Aunque Alex había estudiado en otro colegio, en el Sancti Spíritus, allá mismo, se conocieron en la escuela local de fútbol de Saprissa y mantuvieron la amistad. Cuando Alejandro lo llamó, Alex estudiaba biología en la Universidad de Costa Rica (UCR).
Alejandro también invitó a participar a Jorge Zapata, quien es oriundo de Tegucigalpa, Honduras, y estudiaba ciencias de datos en Lead. De hecho, lo buscó de inmediato y lo sacó de una clase de sistemas operativos. Y Alex hizo lo propio con Brayan Delgado, quien es de Guápiles y era compañero de biología en la UCR. Al día siguiente se reunieron.
El equipo no solo aportaba diferentes orígenes y perspectivas. Con Alex y Brayan se obtenía un amplio conocimiento en manejo de datos, una formación fundamental en biología. De hecho, llevaron cursos de estadística, ciencia de datos e informática como parte de su carrera. Y lo principal: les gustaban todas esas áreas.
La reunión fue en Lead, aprovechando unos espacios de trabajo que hay para docentes y estudiantes, una especie de cubículos. No se pusieron a especular.
Desde el inicio hablaron de la visión, de la misión, de los servicios y hasta utilizaron el modelo de negocios Canva y realizaron una análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, siguiendo el esquema clásico del FODA. De una vez se pusieron manos a la obra.
Empezaron a crear una página web y establecieron una estrategia de ventas. Tenían la convicción de que era el mejor momento para emprender. Algo así como un: “es ahora o tal vez mañana no se pueda”. Todos estaban jóvenes, de hecho aún estudiaban, no tenían compromisos familiares de pareja e hijos, y tampoco ningún trabajo que los atara. La meta inicial también la tenían clara.
Empezarían a brindar servicios y de los ingresos sacarían capital para financiar el desarrollo de una solución propia. Todo listo.
A la semana siguiente ya tenían la página web con información sobre ciencias de datos, inteligencia artificial y ciberseguridad. Eran áreas sobre las que se hablaba ampliamente en medios, en foros empresariales y de tecnología, en blogs, en redes sociales como LinkedIn, en las clases y a nivel gubernamental. El cambio digital. Pero habían peros.
Los cuatro llamaban a las empresas, empezando por aquellas que esteban en la vanguardia de la aplicación de las tecnologías y de la transformación digital, como la banca y las otras entidades financieras. El primer paso tenía buenos resultados.
Alejandro, Alex, Brayan y Jorge llegaban a las reuniones para hablar de sus servicios. Lo hacían con propiedad y dominio. Conocían al dedillo la materia y las respuestas. Nada de eso les resultó. “No vendimos nada”, recuerda Alejandro.
A las reuniones llegaban con camisetas que llevaban el logo de Neural Coders. Luego cambiaron. Se vestían como los ejecutivos que los atendían. Nada.
Los ejecutivos que los recibían eran de más edad, “señores” dice Alejandro, y seguro les parecía rimbombante ver a aquellos jóvenes hablando de ciencia de datos y de ciberseguridad. Además, la única pregunt que no podían responder era sobre cuántos clientes y casos de éxito tenían. Todo cambió de un momento a otro.
Con la pandemia se acabaron las reuniones presenciales y se pasó a las sesiones virtuales, lo que impedía que fuera tan visible la diferencia de edad. Además, las empresas se dieron cuenta que necesitaban apoyo debido a la digitalización de urgencia causada por el confinamiento, el trabajo remoto y la atención de clientes en línea. Para Neural Coders dos eran las mayores demandas: analítica de datos y seguridad informática.
Entre abril y mayo de 2020 lograron las primeras ventas con empresas del sector de salud para datos y de diferentes industrias para ciberseguridad. Aquí obtuvieron un empujón: ellos ayudaron a resolver el hackeo sufrido en julio de ese año por la Liga Deportiva Alajuelense en su cuenta de Instagram.
Cuando los seguidores de la Liga ingresaban al perfil aparecia una transmisión con una bandera de Turquía, música instrumental, caricaturas y la notificación de que la cuenta estaba hackeada. En el perfil, en lugar del escudo del equipo, salía una cara de una caricatura de un encapuchado. Fue un domingo en la noche.
El reconocimiento por ayudar a restablecer la cuenta los colocó a la vista del mercado. De ahí en adelante concretaban reuniones en un solo día, mostraban sus casos de éxito y obtenían más contratos. Además, aplicaron una nueva técnica de ventas.
A cada cliente potencial le ofrecían un plan piloto. El trato era que si se obtenían buenos resultados, continuaban. Empezaron a vender servicios de modelos predictivos basados en datos con esta estrategia. También, políticas de ciberseguridad. Lograron veinte contratos.
La combinación de la mayor demanda y tener un portafolio de clientes se complementó con el hecho de que ellos mismos tenían ahora más espuela en la negociación con las empresas.
Además, se difudieron los resultados de la aplicación de los modelos de datos para predicción de abandono de clientes y en la aplicación de estrategias de retención en sistemas de suscripción de empresas de salud, seguros y financieras. La exposición de Neural Coders aumentó en el año 2021.
A mediados de ese año, Neural Coders llegó a un acuerdo con la firma de consultoría internacional de Roberto Artavia. Su hijo, Eduardo Artavia había estudiado el master de analítica de Incae.
Ambas empresas empezaron a colaborar con diferentes clientes. Neural Coders también empezó a incorporar asesores, como Dagoberto Herrera, profesor de Big Data en Lead y quien cuenta con estudios y posgrados en el Instituto Tecnológico de Monterrey, México, y en Europa.
Con Dagoberto aplicaron tecnologías de minería de procesos para el sector salud, una trabajo que sería fundamental para el concurso de Yo Emprendedor de ese mismo año.
En 2021 el programa de Yo Emprendedor, con apoyo de la firma farmacéutica Roche, anunciaron que premiarían proyectos con soluciones innovadoras en el campo de la salud. El proyecto conocido como Patient Journey ganó la categoría. No fue la única selección en ese año.
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La firma también fue seleccionada en 2021 por el programa The Trust for the Americas de la Organización de Estados Americanos para proyectos de digitalización en municipalidades. El trabajo asignado fue desarrollar una plataforma web para la Municipalidad de Mora, que permite realizar solicitudes de inspecciones de forma completamente digital.
La plataforma también cuenta con módulos de analítica para los trabajadores de la Municipalidad, el cual permite analizar la efectividad y desempeño. En este desarrollo se duró cinco meses.
Es una validación que en la startup valoran positivamente. El emprendimiento y sus cuatro fundadores, al tiempo que implementan un plan piloto de su solución de optimización basado en datos en un centro privado de salud en Costa Rica, están ya listos para el siguiente paso.
Los cuatro empiezan a graduarse desde el año pasado en sus respectivas universidades. Además, los ingresos ya son constantes. Y ahora son los clientes los que se reúnen con ellos en el coworking que se utiliza de sede (pues la modalidad del trabajo remoto, muy aplicado en el campo informático, evitar tener oficinas). Así logran nuevos resultados en ese 2022 y uno abre puertas a la internacionalización.
Neural Coders establece una alianza con una empresa mexicana, De Valles a Montes (DVM), que se dedica a consultoría de mercadeo, inteligencia con datos y posicionamiento. Con esa alianza se empieza a brindar servicios en México y en Estados Unidos. Los resultados no se quedan ahí, pues resultan elegidos por Forbes como una de las 30 empresas más prometedoras de la región.
Alejandro afirma que ya han atendido entre veinticinco y treinta empresas de diferentes industrias (banca, manufactura, turismo, cooperativas, universidades, pymes y corporaciones), tanto en el área de datos como en el de ciberseguridad. Una tercera parte de esos clientes son recurrentes. Actualmente, la firma cuenta con siete colaboradores.
Los servicios de consultoría y de sistemas ejecutables en ciencia de datos, apoyándose en inteligencia artificial, operan en la nube. En ciberseguridad se brinda consultoría en pruebas de penetración, respuesta ante incidentes, prevención, políticas y auditorías de cumplimiento.
Actualmente Neural Coders desarrolla su propia plataforma de analítica basada en la minería de procesos, para que las empresas identifiquen los puntos de fricción que generan pérdidas de dinero y tiempo. Su lanzamiento está previsto para el mes de noviembre del presente año como Acticate (de activar los sistemas)
La solución tiene como propósito resolver el problema de la integracion y la interoperabilidad de los sistemas informáticos en las empresas. El software dice cuáles sistemas no están integrados y se puede decidir qué hacer.
La solución se comercializaría propiamente en 2023. También lanzarán una herramienta de ciberseguridad para usuarios personales y empresas de todo tamaño. Actualmente están definiendo los modelos para todos los segmentos y los precios. Los logros alcanzados los motivan.
Después de aquel inicio en el que no les daban mayor atención ni interés, la situación y las perspectivas son otras. “Estamos trabajando en la empresa que soñamos tener y llegando a empresas de todo el continente”, dice Alejandro.
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