Yaiza García García
Las mujeres siguen luchando cada día para superar las barreras adicionales que se les presentan a la hora de emprender para , de una vez por todas, dejar de lado la brecha de género en el mundo empresarial.
A pesar de que el perfil de emprendedor sigue estando muy ligado al género masculino, España se corona como el país europeo con más igualdad dentro de este sector, ya que hay 9 mujeres por cada 10 hombres emprendedores, según datos del Gobierno.
Concretamente, la situación en las islas también es relativamente favorable con respecto al resto del país, puesto que la brecha de género entre emprendedores del pasado mes de enero se situó en el 4,63% a nivel comunidad autónoma, solo por detrás de Galicia y Asturias, como bien indican las estadísticas del Observatorio de Igualdad y Empleo en su página web.
Además, los datos reflejan que las mujeres siguen siendo una minoría más evidente en la provincia de Las Palmas, con un 5,23% frente al 3,93% en cuestiones de brecha de género en Santa Cruz de Tenerife.
Sin embargo, las dificultades a la hora de emprender siguen siendo una realidad, ya sea por falta de referentes, visibilidad, recursos o por causas como la maternidad. Unos impedimentos que no han conseguido frenar a miles de mujeres como Vanessa, Mercedes o Cova, que con mucho esfuerzo han alcanzado el éxito en Lanzarote.
Vanessa Farraz estudió Administración de Empresas y, tras vivir en Madrid, Oxford, Róterdam y Bruselas, y trabajar en la Comisión Europea, decidió que quería cumplir su sueño de ser empresaria en su tierra, en Lanzarote.
En 2011 creó Naturalmente, la primera tienda ecológica de la isla, pero con el paso de los años se dio cuenta de que su verdadera vocación era ayudar en la gestión de negocios, así que creó un programa de mentoría de emprendedores.
Sin embargo, Vanessa hace hincapié en lo difícil que es emprender hoy en día siendo mujer y viviendo en una isla como Lanzarote, ya que la conciliación familiar y los impuestos aduaneros dejan a las mujeres conejeras en una situación de inferioridad considerable.
"Las mujeres tienen más difícil emprender que los hombres porque seguimos cargando con la mayoría del peso de las labores del hogar", explica la mentora de negocios. "El primer año tenía que llevar a mi bebé todos los días a la tienda, incluso le daba el pecho mientras cobraba porque no tenía con quien dejarla".
Farraz admite que priorizar el cuidado de su hija ralentizó el proceso de crecimiento de Naturalmente, convirtiendo esta etapa en una de las más difíciles de su vida, ya que la maternidad era muy demandante al no contar con suficientes recursos, dinero y ayuda familiar.
A esto se le suma el complicado régimen aduanero de Canarias, aumentando considerablemente los precios de envío hasta en 12 euros más. Esto se traduce en que para muchas mujeres sea casi imposible vender en la Península por los elevados costes, así como importar productos, ya que muchas empresas directamente prefieren no enviar a las islas.
"Tenemos muchísimos hándicaps en Canarias a nivel producto y ventas, lo que nos coloca en una posición muy desfavorable con respecto al resto de negocios españoles", sostiene la empresaria. "Además, si creas un negocio en las islas no capitalinas como Lanzarote, emprender se convierte en un acto de pura valentía y convicción".
No obstante, Vanessa sigue haciendo balance positivo de su experiencia, ya que los beneficios personales y laborales a nivel aprendizaje, libertad y gestión del tiempo son inmensos.
La madrileña Mercedes Pérez llegó a Lanzarote hace 16 años y, tras darse cuenta de que no podía conciliar la vida familiar con su trabajo, decidió emprender y crear EPC Canarias, una empresa de alquiler de equipos profesionales cinematográficos para grandes producciones nacionales e internacionales como, por ejemplo, Exodus.
"Yo trabajaba para la empresa matriz EPC Madrid y me ofreció liderar un proyecto internacional específico en Canarias", apunta Mercedes. "Ahí vi la oportunidad, no solo de llevar ese proyecto en concreto, sino de crear una empresa en las islas que proporcionase el servicio de forma constante".
Hasta aquel momento ninguna empresa del sector podía dar respuesta al servicio de renta, por lo que las producciones tenían que traer su material desde el lugar de origen. Este valor añadido, junto con el esfuerzo de Mercedes y la ayuda del Vivero de Empresas de Lanzarote de la Cámara de Comercio, han hecho de EPC Canarias una empresa en constante crecimiento, con aumentos de hasta el 20% en facturación tras la reactivación del sector por la pandemia.
Mercedes apunta que la clave para triunfar en un sector tan masculinizado está en la constancia y las ganas, así como un plan de acción bien definido.
"Tengo la sensación de que las mujeres tenemos que demostrar con más fuerza nuestro valor en este tipo de sectores, pero merece la pena ese esfuerzo extra", reflexiona la directora. "Hay muchas oportunidades en Canarias, lo que hace falta es convicción".
Cova Bertrand es una asturiana afincada en Lanzarote que no perdió el tiempo durante la pandemia. Tras formarse en ciencias empresariales y marketing en distintas universidades de España, Londres y Holanda, decidió mudarse a la isla y empezar a dar formaciones de venta.
"La gente me decía que si quería triunfar tenía que irme de Lanzarote", apunta Bertrand. "Yo creo que las posibilidades en la isla son infinitas y las limitaciones se las acaba poniendo una misma, porque con la digitalización hoy en día es más fácil ampliar mercado desde aquí, sobre todo a nivel servicios".
Tras crear la Escuela de Ventas CB, la primera de Lanzarote, se dio cuenta de que sus sistemas de enseñanza poco habituales podían llegar a darle beneficios reales, así que en plena pandemia creó Método CoVa. Se trata de una metodología en forma de juego en físico y online que ayuda a las empresas a conectar con valores y emociones, fomenta la inteligencia colectiva y ayuda a saber qué emociones quieren reflejar en el cliente o en su propio equipo, lo que se traduce en mayores ingresos.
Tal ha sido su éxito desde entonces que el Método CoVa ya se usa en empresas de Mozambique y Australia, un servicio con crecimiento exponencial que factura entre un 25% y 30% más cada año y que ya tiene los ojos puestos en el mercado holandés.
Sin embargo, la joven asturiana insiste en que tampoco ha sido un camino de rosas. Durante el proceso ha tenido que pedir varias subvenciones, como la ayuda a la internacionalización de PROEXCA, sumergirse en aceleradoras de negocios, hacer un esfuerzo por conseguir muchos contactos y compaginar la maternidad con el emprendimiento.
“Empecé a emprender cuando mi hija tenía solo un año, por lo que tuve que hacer malabares para compaginar la maternidad con mi trabajo”, explica Bertrand. "Yo no tuve ayuda ninguna para cuidar de ella, así que pido a todas las organizaciones, oficinas y coworking, que creen espacios donde poder dejar a nuestros hijos mientras trabajamos. Eso fomentaría el emprendimiento entre mujeres".
También apunta la importancia de rodearte de mujeres que te entiendan. Cova forma parte de distintas comunidades, como Mujeres Extraordinarias, formada por 700 mujeres que conversan a través de una aplicación de sus trabajos, dificultades y oportunidades. La coach sostiene que es de vital importancia sentir el apoyo durante el proceso de emprendimiento.
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