Moisés Carbajal: Todo inicia con… el emprendedor consciente – El Financiero

En la actualidad, se han cuestionado en diversas ocasiones los modelos económicos en varios países en el mundo y se plantean nuevas propuestas para tener una mejor convivencia en el planeta. La explotación de recursos naturales y la consecuencia de ello, como el cambio climático, nos muestra la urgencia de tomar acción en la manera de hacer negocios.
Algunos expertos plantean soluciones para este dilema y nos proponen modelos como el “Capitalismo consciente”, en donde independientemente de la actividad económica que llevemos a cabo, se busque un “propósito superior” con el fin de medir el impacto positivo que tenemos en el entorno. De la misma forma organizaciones como el Sistema B buscan “crear un sistema económico inclusivo, equitativo y regenerativo para todas las personas y el planeta”. En otras palabras, es un cambio de mentalidad en donde la generación de utilidades no es el único fin y sino solamente uno de los componentes en las organizaciones.
Estos planteamientos son un cúmulo de buenas intenciones, sin embargo, a la hora de querer llevarlos a cabo de manera generalizada, no todos están dispuestos a sumarse, ya sea por desconocimiento o simplemente porque estamos concentrados en lo urgente pero no en lo importante.
En este punto es donde surge la necesidad de contar con los “emprendedores” de estas prácticas que son aquellos que identifican una oportunidad, son resilientes y están dispuestos a llevar a cabo acciones para crear y capturar valor económico. Pero estos elementos no son suficientes, el centro de empresas conscientes del Tecnológico de Monterrey propone agregar “el propósito de crear valor económico, social y ambiental para el largo plazo haciendo a las sociedades más prósperas”.
En otras palabras, requerimos emprendedores conscientes que tomen el reto de llevar una profunda reflexión ética del impacto de su modelo de negocios y de lo que podemos hacer desde nuestra trinchera para dejar un mejor entorno para las futuras generaciones. Evidentemente, no es una tarea sencilla y conlleva el esfuerzo adicional como el de contar con seguimiento y establecer métricas para conocer si estamos por el camino adecuado.
Por otro lado, emprender no se refiere sólo a la creación de empresas, si no que hace referencia a todo el proceso que esto conlleva, como la detección de oportunidades, levantarse ante el fracaso, la obtención de recursos, la tolerancia a la ambigüedad, entre otras también llamadas “habilidades blandas”. El hecho de desarrollar una mentalidad emprendedora nos brinda herramientas para superar los fracasos, para estar dispuestos a entrar en un mundo desconocido, para conseguir recursos de los cuáles no dispongo aún y sobre todo a materializar un sueño que hoy en día es sólo eso, un sueño. Imaginen que sería de nuestra sociedad si la mayoría de nosotros tomamos acción para llevar a cabo iniciativas en donde el impacto positivo en el entorno forme parte de nuestro propósito superior. Sin duda, es un gran reto, pero con grandes recompensas.
Las nuevas generaciones de consumidorestienen ya la mentalidad » de preocuparse por el entorno, sus tendencias de consumo premian con lealtad a la marca y en ocasiones, están dispuestos a pagar un poco más por contribuir con las organizaciones que generan estos comportamientos. Por otro lado, también se ha observado en algunos estudios que el compromiso y el sentido de pertenencia de los colaboradores en las empresas consientes se incrementa al implementar estas acciones. Entonces ¿Qué estamos esperando? Demos el siguiente paso y aportemos nuestro granito de arena para contar con una sociedad más próspera.
Moisés Carbajal Marrón
El doctor Moisés Carbajal es director regional del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera del Tecnológico de Monterrey. En su trayectoria profesional ha participado como mentor, consultor y asesor de startups, conferencista y profesor en temas de emprendimiento.
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© Copyright, Grupo Multimedia Lauman, SAPI de CV
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