El espíritu del migrante es buscar nuevas oportunidades que no se le dan en el país. Esa búsqueda requiere de mucho coraje para dejar todo y salir en pos de la concreción del sueño.
Algunos logran afianzarse en el extranjero. A otros no se les da y retornan a la patria con algún capital que, sumado a la ayuda presupuestada en la Gestión de Programas de la Secretaría Nacional de Repatriados, constituye el inicio de proyectos de negocios.
El titular del ente, José Pérez, informó que en el 2021 brindaron asistencia a 116 emprendedores repatriados beneficiados en el marco del programa de Fortalecimiento a Emprendedores Repatriados.
Esto significó un apoyo financiero otorgado por la Sederrec 2021 de G. 1.750 millones, los cuales fueron completados con una inversión propia de los respectivos beneficiarios a sus propios negocios de un total de G. 6.700 millones.
En comunicación con La Nación, Pérez destacó que el citado programa consiste en ayudar a los connacionales a la reinserción en el país, generando sus propios ingresos económicos.
El programa arrancó en el 2013 y a la fecha brindaron asistencia a 945 repatriados. Lo que significó una asistencia financiera por parte de la Secretaría de Repatriados por la suma de G. 13.700 millones. Mientras que la inversión propia de cada beneficiario fue de G. 45.000 millones.
Cada año programan cuatro convocatorias para asistir a 60 emprendedores repatriados en sus respectivos negocios.
“No se trata solo de entregar recursos financieros, previamente se les capacita a los emprendedores con talleres especiales a fin de fortalecer los emprendimientos que ellos quieran desarrollar”, explicó Pérez.
Por otra parte, indicó que desde la secretaría llevan adelante varios servicios de asistencia a los connacionales que se encuentran en el exterior y que por alguna circunstancia de la vida están con deseo de retornar al país para radicalizarse de vuelta.
Migrar y luego retornar a la patriapara emprender negocios propios
Analía Raquel Báez es una joven madre soltera, repatriada desde España, con sus tres hijos españoles ya nacionalizados paraguayos, y actualmente está residiendo en Itauguá. Se dedica a la serigrafía y manualidades personalizadas.
En el 2011 viajó a Barcelona. Indicó que al principio no pudo trabajar ni tener buenos ingresos porque no contaba con los documentos correspondientes. En el 2015 tuvo su primera hija y gracias a eso logró obtener el permiso de residencia. Posterior a eso, en el 2017 volvió a ser madre, pero esta vez de gemelos. Lo peor llegó luego, cuando tuvo que abordar sola la crianza de sus hijos.
“Ahí comenzó mi calvario en España, mis papeles habían caducado, no podía renovar porque me exigían un contrato de 8 horas diarias y para mí era imposible dejarle a mis tres bebés porque incluso mi hija era pequeña aún. Además, perdí el lugar donde estaba trabajando, perdí el lugar donde estaba viviendo, terminé viviendo en un garaje donde mis bebés tuvieron problemas con el frío y lo único que quería era volver a Paraguay”, expresó.
“Desde el minuto uno que tomé contacto con Repatriados me sentí contenida y apoyada, no me dejaron sola”, enfatizó.
Para contactar o ver los trabajos de Analía Raquel, se debe ingresar al Instagram: “Hechos con amor” By Analía Báez, o llamar al teléfono (0992) 223-732.
La lucha: Emplearse, estudiar, independizarse y emprender
Otra historia conmovedora es la de María Recalde Gamarra, quien se destaca como estilista y barbera en la ciudad de Carapeguá, donde ya cuenta con su local propio.
Ella emigró a la Argentina en el 2013 apenas terminó el colegio. Allí comenzó a trabajar como cocinera, pero rápidamente se interesó en la profesión de peluquería. Estudió y comenzó a trabajar como asistente hasta recibir el título profesional.
“Fui perfeccionándome y cada vez me gustaba más; me interesaba más aprender sobre la profesión. Actualmente soy estilista profesional y barbera, también tengo otros estudios como manicura, pedicura, peinados, maquillaje, colorista profesional y otros servicios”, precisó.
Señaló que volvió en el 2018 al Paraguay con los ahorros que pudo juntar y con la firme convicción de invertir en su propio salón de belleza, reconociendo que tenía mucho miedo, pero con la esperanza de que todo iba a salir bien.
“Gracias a Dios fui bien recibida y mi trabajo gustó a la gente, y gracias a mis clientes me fui haciendo conocida y adaptándome al cambio y al estilo que usan acá”, mencionó.
María recuerda que antes de que su negocio tenga vuelo propio, pasó por un accidente que la obligó a cerrar temporalmente su negocio, pero que luego con el programa de ayuda de la Secretaría de Repatriados finalmente despegó.
Para conocer los trabajos de María Recalde Gamarra, se la puede seguir en redes sociales como Mary Recalde (Estilista Unisex) o contactar al teléfono (0972) 719-715.
Pero luego sufrió un accidente que la dejó imposibilitada de trabajar por tres meses, a esto se sumó el problema de la pandemia, que la obligó a cerrar el local que tenía alquilado. Fue así que fue a trabajar de vuelta como empleada y una clienta le comentó sobre la ayuda que brinda la Secretaría de Repatriados. Se acercó y averiguó los requisitos hasta conseguir ser parte de una de las convocatorias, y mediante ello hoy cuenta con su local propio.
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