Miami, el Silicon Valley que atrae al ecosistema emprendedor latinoamericano – AméricaEconomía.com

Startups, fondos de venture capital, consultoras y hasta estudios de abogados de nuestra región han migrado a la capital de Florida, que ofrece mejores incentivos, mayor estabilidad y grandes oportunidades para expandirse en el gigante mercado estadounidense. La inestabilidad política y la pandemia han acelerado esta migración en desmedro de los ecosistemas locales, que ante la fuga de talento e inversión enfrentarán mayores retos para desarrollarse.
Jueves, 23/12/2021 Natalia Vera Ramírez
Desde su concepción, Cotalker fue planeada como una compañía norteamericana. Creada en 2016, la startup chilena, que desarrolló una plataforma que digitaliza y automatiza procesos de las operaciones de grandes y medianas empresas a través de tecnología low code, finalmente cumplió la visión de sus fundadores Nicolás Durán y Edward Alvarado al trasladar su headquarter a Miami. Desde la denominada ciudad del sol, la empresa planea dirigir su expansión en América Latina y en el gigante mercado estadounidense.
“Nuestra visión como founders era estar en Estados Unidos. Hemos vivido allá y es un milestone que logramos alcanzar, está en nuestro ADN”, dice Nicolás Durán, cofundador y CEO de Cotalker. “Nos dimos cuenta que los casos de éxito que habíamos ejecutado en Latinoamérica, principalmente en Chile, en la industria de estaciones de servicios, puertos y bancos, podíamos replicarlos en Estados Unidos, donde todo se multiplica por 100 o por 1.000 e ir por un camino donde la empresa pueda ser global y, en términos de crecimiento, apuntar a ser una gran compañía”. 
Miami no solo es la nueva base de operaciones de Cotalker, sino también fue la ciudad donde en en noviembre pasado logró levantar US$ 3,2 millones de firmas de venture capital de origen latinoamericano, algunas de ellas ya instaladas y con oficina propia en en la urbe de Florida, como Génesis Ventures.
El VC chileno que maneja cuatro fondos y cuenta con oficinas en Santiago, Reino Unido e Israel, recientemente abrió una sede en Miami y lanzó el nuevo fondo Excel Ventures de US$ 100 millones, teniendo como targets a empresas con rondas de Serie A+ (es decir, entrando a la propiedad de las firmas y buscando asociarse con otros empresas más grandes del sector)  con sede en Latinoamérica y que quieran expandirse en Estados Unidos o viceversa. 
“Hay una ola de family offices que se está yendo muy rápidamente desde Chile, Perú y Colombia y su destino lógico es Miami por el idioma y por la cultura. Por el lado del cashflow hay mucha gente de nuestros países que se está viniendo para acá. La cantidad de cuentas corrientes en dólares que han abierto chilenos acá ha sido un boom. Los inversionistas quieren sacar su plata de Chile o de Latinoamérica básicamente porque ven esta incertidumbre política que se vive actualmente”, dice Andrés Meirovich, managing partner de Génesis Ventures.
Además de este VC, existen cuatro chilenos más que ya han instalado oficinas en Miami: Fen Ventures, Taram Capital, Manutara Ventures y Patio Ventures. “El inversionista latino está buscando esconderse en dólares en Miami, entonces los fondos tienen que instalarse acá. Ellos buscan una jurisdicción de fondos que realmente sea estable con buenos incentivos de impuestos y eso lo tiene Estados Unidos”, dice Meirovich.
Y es que Miami no solo se ha convertido en un atractivo destino para la inversión en el rubro inmobiliario, sino también en un polo importante para el ecosistema emprendedor latinoamericano, que ve más ventajosos establecerse y hacer negocios desde la ciudad hacia la región y de paso, escalar en el mercado norteamericano.
La llegada de startups y fondos de capital de riesgo a Miami ha arrastrado a otros actores del ecosistema latinoamericano. Es el caso del estudio de abogados Carey, también de Chile, que en octubre pasado instaló una oficina en la capital de Florida enfocada en el venture capital que busca invertir en emprendimientos en etapas temprana y con alto potencial de escalamiento.
“En Miami se está generando un foco importante en torno a las inversiones y las startups. La ciudad se está convirtiendo en un Silicon Valley latinoamericano, por lo tanto, estar acá es una buena oportunidad”, dice Jaime Carey, administrador de Carey.
En los últimos años, la llegada de grandes VC globales y el surgimientos de cientos de startups han hecho que el hub de innovación de Miami sea uno de los de más rápido crecimiento. Esto, en parte, gracias a diversos incentivos y la gran promoción que el alcalde la ciudad, el cubanoamericano Francis Suárez, ha emprendido en los dos últimos años.
Esto se intensificó después de que Delian Asparouhov, director de la firma de venture capital Founders Fund, tuiteara en diciembre de 2020 “¿Y si mudamos Silicon Valley a Miami?”, a lo que el alcalde respondió “¿Cómo puedo ayudar?”. El tuit se viralizó y atrajo 15.000 nuevos seguidores para Suárez, entre ellos el fundador de Twitter, Jack Dorsey.
Además, Suárez ha anunciado que quiere hacer de Miami la capital mundial del bitcoin. No obstante, lo que más atrae a startups y fondos de capital de riesgo es su baja tasa impositiva, que ha hecho que muchas firmas tecnológicas abandonen Nueva York y San Francisco y migren a esta ciudad costera. Y es que la tasa de impuestos a sociedades combinadas -estatal y federal- en Florida es de aproximadamente de un 24,5%, mientras que en California es de un 28% y en Nueva York de algo más de 26%.
Así, la llegada a Miami de grandes jugadores del mundo VC no ha hecho más que alimentar el objetivo de convertir a la ciudad en el nuevo epicentro de las startups en Estados Unidos. El aterrizaje del gigante japonés Softbank a Miami para gestionar sus inversiones en América Latina desde esta ciudad ha tenido un importante efecto sobre el mercado de capital riesgo regional. Su primer fondo latinoamericano comprometió US$ 5.000 millones, logrando una tasa de capital neto de retorno de 62% a marzo de 2021. Adicionalmente, a mediados de 2021, la firma responsable del surgimiento de muchos unicornios latinoamericanos lanzó un segundo fondo de US$ 3.500 millones.
El estudio del BID Lab, “Un puente hacia el futuro – cómo el surgimiento del ecosistema startup de Miami puede convertirse en una plataforma para transformar las Américas”, destaca esta creciente tendencia. “El entorno de startups de Miami es uno de los ecosistemas de más rápido crecimiento en Estados Unidos, con una actividad de capital de riesgo que se ha multiplicado por seis desde 2015. El ecosistema es joven, pero ya tiene un conjunto completo de jugadores, incluidas 481 nuevas empresas que recaudaron más de US$ 1 millón y algunos fondos importantes activos en Latinoamérica y el Caribe como Softbank y Riverwood Capital. El crecimiento se ha acelerado desde el brote de COVID-19”, dice el reporte, que estima que para 2030 las inversiones de venture capital lleguen a US$ 25.000 millones.
“Miami está generando varios incentivos para atraer a inversores y diferentes agentes económicos de Estados Unidos, en general. Eso ha generado que, por ejemplo, Softbank ya tenga presencia en Miami. Económicamente es más barato todavía operar en Miami para esos grandes fondos, comparado a San Francisco, la zona de Silicon Valley y Nueva York”, dice Luis Narro, venture partner de Alaya Capital.
Según Meghan Stevenson-Krausz, presidenta del directorio de la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (PECAP), la llegada de fondos VC y firmas tecnológicas de otros estados se intensificó durante la pandemia, ya que a diferencia de otras ciudades Miami nunca cerró su actividad económica.
“Poco a poco hemos visto que hay más compañías abriendo oficinas de forma presencial, tienen leases y están contratando personas. Eso es una señal fuerte para el sistema. También hemos visto más inversiones de Silicon Valley a startups en América Latina y durante la pandemia todas han sido por Zoom o virtuales. La pandemia ha empujado y probado que no es necesario estar ahí. Las startups latinoamericanas pueden aprovechar que los sueldos son más bajos y las valorizaciones también. Es más barato invertir en América Latina desde Miami. La pandemia ha demostrado que sí es posible hacer inversiones sin conocer a un equipo de personas. Realmente el futuro va ser más híbrido y para eso es necesario ir con frecuencia y facilidad a la región. Por eso Miami es un lugar atractivo”, dice Meghan Stevenson-Krausz.
A las startups y fondos de VC le sigue la llegada de empresas consultoras e incluso bancos que han abierto filiales en Miami para acompañar a los clientes e inversionistas. Es el caso del Banco de Crédito e Inversiones (BCI) de Chile, que a fines de 2020 se estableció en Estados Unidos, tras adquirir el Executive National Bank en el condado de Miami-Dade, Florida, por US$ 62 millones.
La pandemia y la inestabilidad política de muchas naciones en América Latina impulsaron la internacionalización de muchas empresas en el mercado estadounidense. Matías Casanova, cofundador y CEO de Grupo Raya, una cagency (agencia de publicidad y servicios de consultoría), vio una gran oportunidad cuando varios de sus clientes abrían oficinas en Miami. 
“Gran cantidad de empresas chilenas se fueron a Miami y nosotros también decidimos probar. Nos parece muy bueno trabajar a distancia, pero es mucho mejor establecernos ahí para atender a toda esta nueva demanda no solo de empresas chilenas, sino latinas en general que están yendo a Estados Unidos. Nosotros podemos ser una muy buena alternativa, sobre todo en el ámbito digital, porque Chile siempre ha estado muy avanzado y vemos que teníamos una tremenda oportunidad. Decidimos abrir una oficina allá y poner un country manager. Al poco tiempo nos dimos cuenta que íbamos a necesitar más gente que localizara los contenidos porque la estrategia es producir la mayor cantidad de cosas posibles acá (Chile), con nuestro know how e implementarlas allá”, dice Casanova.
Grupo Raya, que tiene como principal cliente en Estados Unidos a Viña Concha y Toro, invirtió US$ 500.000 para instalarse en dicho mercado como Grupo Raya US. “La idea es trabajar con empresas instaladas allá y con empresas que están estudiando instalarse allá también. Nuestra operación en Miami tiene varias etapas. Primero estamos trabajando principalmente con el mercado latino, pero también con el americano que nos va a ampliar esa masa crítica de manera gigantesca. Trabajar y  tener éxito en Estados Unidos es una suerte de validación para trabajar en muchos otros lugares como Europa, por ejemplo”, dice Matías Casanova.
De esta forma, así como para el Grupo Raya, Miami es clave para cumplir el sueño americano de empresas latinoamericanas.
“Miami es potencialmente la puerta de entrada más amigable para una compañía latinoamericana que tal vez ya tiene operación desde México hacia abajo y busca expandirse a Estados Unidos. Probablemente una solución que ha sido probada en América Latina puede replicarse también en un mercado como Miami, que tiene mucha capacidad de adquisición. Compañías que están empezando a operar en Miami están generando atracción para el mercado latinoamericano”, dice Luis Narro.
Para Meghan Stevenson-Krausz, por décadas Miami ha sido un centro importante para startups e inmigrantes de América Latina en Estados Unidos. 
“En Florida hay más de 4,9 millones de personas latinas que viven en Florida y más del 70% de la población de Miami-Dade County es latinas. Hay una población importante que habla español y que tiene conexiones en la región de América Latina. Además, tiene una buena ubicación y es mucho más fácil para que los fundadores de las startups puedan venir porque los vuelos son más baratos y toma menos tiempo movilizarte. Miami puede ser una entrada para muchas startups al mercado estadounidense y los VC también lo ven así”, dice la ejecutiva, quien también es directora de Inca Ventures, un fondo de capital de riesgo enfocado en fintech y basado en Lima. 
Para BID Lab, hay gran potencial para seguir estrechando lazos entre Estados Unidos y Latinoamérica. “Existe un fundamento sólido para construir una conexión más fuerte entre los ecosistemas. Estados Unidos es el mercado más grande de capital de riesgo en el mundo y el valor del ecosistema de Latinoamérica y el Caribe se ha disparado de US$ 7.000 en 2010 a US$ 309.000 millones en 2021. Además, la región presenta baja penetración de capital de riesgo y valoraciones atractivas”, dice en su reporte.
No obstante, para Nicolás Durán, a pesar de que Miami es un mercado más accesible, para las startups latinas es un reto conseguir talento. “Hay grandes compañías sacando de las startups los mejores talentos, duplicando o triplicando salarios y eso hace que haya una competencia muy fuerte. Eso hace que una persona que está trabajando en una startup de tecnología versus una otra que trabaja en un corporativo no tecnológico prefiera quedarse ahí porque la diferencia de salarios. Por otro lado, en Estados Unidos el costo de vida es muy alto entonces traer y sostener una persona complejiza el presupuesto. Claro que en el futuro esa inversión tiene un retorno en el ticket promedio que se cobra por la licencia o por el volumen de los servicios, pero tienes que tener una inversión importante para empezar. Al final Estados Unidos está más listo y preparado para la digitalización”, dice el ejecutivo de Cotalker. 
 

Tras el boom del ecosistema de innovación de Miami y el traslado de startups, fondos  VC, estudios de abogados, consultoras y bancos, queda la interrogante de cómo quedan los ecosistemas locales latinoamericanos. ¿Han perdido su atractivo? Para Andrés Meirovich, sí. Y es que además de los vaivenes políticos que experimenta gran parte de América Latina y que impactan en la economía y los negocios, hay medidas que ponen en riesgo la inversión en startups en etapas.
“En Chile tenemos la Ley Única de Fondos (LUF) que establece que los fondos de inversión no paguen impuestos. Todos los candidatos presidenciales propusieron eliminar ese beneficio y esto va hacer que el fondo pague impuestos como si fuese una sociedad anónima. Eso hace que abrir fondos en Chile no tenga ninguna lógica y por eso todos los fondos de Génesis los hemos traído a Miami. Es una tontería porque nuestros políticos no entienden, dicen que muchas family offices han abierto fondos con el fin de no pagar impuestos. Si se quita el beneficio a los VC el impuesto aumentará 27%. Hay una fuga de capitales y de gente de Chile que no se había visto en los últimos 30 años y ¿quién gana? Los gringos”, dice.
Según Andrés Meirovich, estas y otras medidas desincentivan la inversión y hacen que los fondos busquen jurisdicciones más atractivas. Esto también tiene un impacto en ecosistemas menos desarrollados como el peruano o ecuatoriano en desmedro de startups que tienen como principal barrera encontrar financiamiento.
“Todas las startups están armando sus headquarters acá o en las Islas Caimán. Este boom que ha tenido Chile en el último año y medio con Cornershop, NotCo o Fintoc no ha llevado ni un peso a Chile porque todos los headquarters y la plata de los founders están en Delaware o en Canadá. El gran plus que trae el VC son estos éxitos o unicornios y la gracia es que se reinvierta, pero la plata se está quedando en Estados Unidos. El beneficio que uno buscaba es que hubiera más plata, no está pasando. Ese es el gran reto, que es lo que está pasando en Colombia, Perú, Chile, Argentina”, dice Meirovich.
Por lo pronto, Miami viene sacando provecho de esta coyuntura y América Latina no quiere perder la oportunidad. A finales de noviembre fue sede del primer evento de capital de riesgo por la asociaciones de Chile, Brasil, Perú, Argentina, Colombia, México y Uruguay y congregó a más de 250 asistentes, lo cual demuestra el atractivo de las ciudad y el potencial de startups latinoamericanas para invertir.
Miami también ha sido el hot spot de otros eventos organizados por el BID Lab y otras instituciones que tienen como común denominador su atractivo como hub de innovación. América Latina quiere aprovechar esta importante vitrina que servirá de plataforma para que el ecosistema emprendedor de la región finalmente sea apreciado por todo el mundo.
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