Contenido Exclusivo
Conocé nuestros planes
y disfrutá de El País sin límites.
Si ya sos suscriptor podés
ingresar con tu usuario y contraseña.
En 2013 Antelo eligió vivir en Uruguay, con la decisión de invertir en varios negocios. Hoy está al frente de Car One, Santa Rosa Motors (Nissan – Renault) y la planta ensambladora de vehículos Nordex. Asegura que tiene más proyectos de inversión para seguir creciendo a nivel local. “Estoy mirando a largo plazo, son proyectos a 30, 40 años”, dice el empresario.
Antelo es contador público, nació en Rosario hace 68 años, está casado y tiene cuatro hijos: Manuel (38), Candelaria (36), Saturnino (20) y Alegra (17).
A continuación un resumen de la entrevista de El País con el presidente del Grupo Antelo.
—Después de estudiar y viajar años por Europa tocando la guitarra, a los 25 años se puso a trabajar en la empresa familiar de autopartes. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos años?
—El regreso de Europa fue la etapa más dura de toda mi vida. De trabajar de noche tocando en bares, restaurantes, pubs, fiestas, casamientos y acostarme tardísimo, me puse a trabajar en la empresa familiar 8 horas y a estudiar ciencias económicas. De vivir una vida hippie, pasé a trabajar ocho horas y tuve que demostrar a todos que uno era valioso para la empresa. Fueron años durísimos (risas).
—¿Luego se escapó de su zona de confort?
—Sí, yo quería salir de la empresa familiar. Quería trabajar en mi propia empresa; abrir y recorrer mi propio camino. Mi objetivo era emprender. Con 31 años ya ví la oportunidad y salté…
—¿Y seis años más tarde ya tenía ingresos suficientes como para dejar de trabajar?
—Cierto, para esa época ya tenía cinco compañías autopartistas, más de 1500 empleados. Realmente, no necesitaba trabajar más (risas). Mi objetivo era volver a ser libre, tener libertad financiera y lo logré con 37 años. Luego de dos años sabáticos, surge la oportunidad de comparar Renault Argentina.
—¿Y cómo surge la relación con Uruguay?
—De dos maneras. Una turística porque fui toda mi vida a Punta del Este. Pero mi relación laboral comienza a principios de los años 80, cuando me hago cargo del área de exportaciones de la empresa familiar, donde tuve vínculos con la casa de repuestos Manzione en Montevideo. También comencé a viajar a Venezuela, Perú, Colombia, Chile, Cuba. Después comenzamos a fabricar autopartes en Uruguay. Ya en los años 90, fabrico en Nordex la Renault Trafic, para complementar la producción de Argentina, luego Renault 19 y más adelante el Twingo. En esa época, era cliente de la planta de Nordex.
—Entonces resultó fácil tomar la decisión de venir a vivir a Uruguay.
—Es cierto que no costó definir en 2013 venir a vivir a Uruguay. Los argentinos en Uruguay nos sentimos en casa y más aún viviendo en Montevideo, que tiene el tamaño de Rosario, mi ciudad natal. Me siento muy cómodo aquí, no extraño a la gran ciudad.
—¿Eligió vivir en Uruguay aún cuando su empresa logística en Europa es de gran porte, con números que impactan?
—Sí, estamos hablando de una empresa con 9000 empleados de forma directa, con presencia en 27 países y una facturación anual de US$ 2000 millones.
—¿Por encima de todo, considera que Uruguay es la Suiza de América?
—Sí, sigue siendo la Suiza de América. Es un país distinto, diferente, tal como ocurre con Suiza en Europa. Uruguay tiene indicadores y particularidades que no se ven en América Latina; es mucho más estable, respetuoso de las instituciones, con gente educada y hay calidad de vida. Al margen de los gobiernos, es claro que hay apoyo para la concreción de las inversiones. Por ejemplo, cuando nos comprometimos a fabricar la Ford Transit en un tiempo récord de dos años, todavía no teníamos la tierra para levantar la planta y recibimos el apoyo de la Intendencia de Montevideo. Uruguay, en algunas cosas, ha sido totalmente coherente; no hubo default en la crisis económica de 2002. Es un país que siempre ha respetado los compromisos asumidos y ha cumplido con las reglas de juego. ¡Ojalá nunca se cambie! Sería un gravísimo error; todas esas fortalezas se perderían de un día para otro. Malas medidas pueden llevar a una pérdida de confianza.
—¿Su presencia parece inspiradora del discurso del presidente Luis Lacalle Pou, quien convoca a los extranjeros a residir e invertir en el país?
—Me alegro, me gusta si puedo inspirar para que Uruguay crezca y vengan más inversiones, y que sigan acompañando este proceso que se está viendo. La clave es la inversión privada, que genera empleo, que crea nuevas necesidades que, a su vez, generan nuevas inversiones y más empleos. Y los países crecen así. Los países matan por tener inversión privada y Uruguay lo está teniendo. Es un círculo virtuoso, que ojalá siga.
—Y en el exterior, ¿qué dice de Uruguay?
—Hablo maravillas; trato de convencer a todos a que vengan. Muchos no tienen ni idea sobre su ubicación geográfica, pero los inversores miran otras cosas. Y luego buscan en el mapa y nos encuentran… Las grandes compañías mundiales como Ford, Decathlon ponen a Uruguay en el radar, en el mapa. Si comienzan a venir grandes compañías y marcas, surgen naturalmente las preguntas: ¿por qué no estamos nosotros?, ¿qué me estoy perdiendo? Y algo debe haber, ¿no?
—¿Qué balance hace de sus inversiones en Uruguay?
—A nosotros nos está yendo bien. Todo lo que hicimos acá está funcionando súper bien. No nos equivocamos. Car One está funcionando fantástico, igual Decathlon y los 16 restaurantes. En la venta de autos somos líderes tanto en usados como en 0 Km., tomando en cuenta todas las marcas que comercializamos. En Car One teníamos proyectada una inversión total de US$ 100 millones, que incluye los US$ 35 millones destinados a la construcción de edificios. Si éstos no se edifican, igual vamos a invertir ese monto porque vamos a realizar otras cosas. Actualmente, en Car One están trabajando 500 personas, tomando en cuenta a todas las empresas que se han instalado. Decathlon, por ejemplo, comenzó con 40 empleados y en poco tiempo ya se pasó a 55; abrimos hace un mes y ya se tuvo que traer mercadería vía aérea. Estamos vendiendo por semana lo que estaba planificado vender por mes. Y hay grandes marcas en lista de espera para entrar al centro de compras. En este momento no tenemos lugar. En 2022 vamos a comenzar a construir más de 10.000 metros cuadrados de infraestructura comercial, que significan una inversión de unos US$ 20 millones.
—Usted estima que se pueden duplicar las ventas de autos 0 Km bajando la carga impositiva. El tema es que el auto es un bien suntuario en Uruguay.
—Es una lástima eso, no se debería ver al auto como un bien suntuario. Eso sería bueno modificarlo. En ninguna parte del mundo se le cobra el Imesi a los autos como ocurre acá. El Estado no perdería recaudación si elimina el Imesi porque se venderían muchísimos más autos.
En vehículos usados, se estima el mercado en ventas de 100.000 unidades anuales. Nuestro objetivo a largo plazo es llegar a tener un 20% del mercado. Actualmente, tenemos unos 400 autos usados en stock y estamos vendiendo algo más de 300 unidades por mes. Ya estamos en la comercialización de 4000 autos usados en el primer año. La expectativa se está cumpliendo y tenemos objetivos a largo plazo.
—La planta de Nordex tomó un nuevo impulso con los utilitarios de Ford, Peugeot y Citroën. ¿Hay que salir a buscar nichos de mercado para crecer?
—Sí, Uruguay no puede competir en volumen. Hay que buscar oportunidades de negocios en ciertos nichos del mercado. En la planta de Ford, se realizó una inversión en conjunto de US$ 50 millones para fabricar el modelo Transit y en el resto de los proyectos se inviertieron otros US$ 50 millones. Hoy ya hay 700 personas trabajando en Nordex, pero el próximo año se van a superar los 1.000 empleos directos con nuevos proyectos de inversión.
—¿Está a favor de un TLC con China?
—Las economías que crecen son aquellas donde hay apertura económica. Un TLC con China va a generar miles de oportunidades. Obviamente, Uruguay tiene dos grandes países al lado, con lo cual debe negociar el TLC con China sin romper el Mercosur. En realidad, el Mercosur se debe comenzar abrir al mundo, bajando los aranceles y sacando los impuestos distorsivos como es el caso del Imesi. Lo cierto es que China es el socio ideal porque es comprador de nuestros productos, mientras que Estados Unidos es competidor nuestro porque es un gran productor de carne, soja… Estoy a favor de un TLC con China, aunque hay que abrir la economía paulatinamente. Hay que conseguir flexibidades dentro del Mercosur, que permitan acelerar el proceso de apertura. Pero no hay que romper el Mercosur, sería un error. ¡Uruguay no puede quedar afuera del Mercosur!
—¿Cómo observa la dinámica de los empresarios uruguayos?
—Nosotros, con lo que hemos hecho acá, hemos sacado a muchos de su zona de confort. Muchos empresarios se dieron cuenta que tenían que invertir en modernizarse para evitar quedar afuera… Todo lo que estamos haciendo acá, es salir de la zona de confort. Y con esto se benefician los uruguayos con mejora en productos, precios, experiencia de compra, estética, atención. Eso es lo que hay que hacer.
”Quizás un empresario desea tener un monopolio de alguna actividad, pero es lo peor que le puede pasar a un país”, afirmó Antelo para agregar: “Una empresa dominante es malísimo, porque después fija el precio. Y lo que se precisa es competencia”.
“El que no es aperturista es porque tiene un coto de caza. No me gusta cazar en el zoológico, que son los países cerrados que permiten a esos empresarios que cacen en el zoológico porque no los obligan a competir”.
“Los países, cuanto más abiertos son, más tienen que competir. Y eso es lo que ha pasado en Europa en este tiempo de integración; compiten todos contra todos… es una selva de competencia. Y yo compito con mi empresa en Europa, CAT. Me gusta competir con los demás”, señaló.
Para comentar las noticias debes iniciar sesión con el usuario y contraseña elegidos al momento de registrarte.
Si no estas registrado todavia, puedes hacerlo ingresando a Registro de Usuarios
No recuerdas tu contraseña? puedes acceder a Resetear Contraseña
A partir de este punto usted ingresa a un ámbito virtual destinado al ejercicio responsable de la libertad de expresión. Los mensajes serán instantáneamente visibles y no serán supervisados por la redacción de El País. Es un espacio autoregulado por los lectores, quienes disponen de mecanismos para reportar el uso abusivo del mismo.
Zelmar Michelini 1287, CP.11100, Montevideo, Uruguay. Copyright ® EL PAIS S.A. 1918 – 2021
Creemos que estás usando un bloqueador de anuncios y queremos decirte que la publicidad es una de nuestras formas de generar ingresos para hacer periodismo
AdBlock
AdBlock Plus
uBlock Origin
Otro
Generalmente, se encuentra en la esquina superior derecha de la pantalla. Es posible que tengas más de un bloqueador de anuncios instalado.
Es posible que tengas que seleccionar una opción en un menú o hacer clic en un botón.