Los rasgos que definen a las personas ricas y que les hacen triunfar, según un multimillonario – elEconomista

El emprendedor, experto en ventas y multimillonario Grant Cardone, de 64 años, afirma que le llevó 20 años conseguir un patrimonio neto de muchos millones de dólares. En su trayectoria como inversor, el mismo acumuló riqueza por prueba y error, y también conoció y observó los hábitos de numerosas personas con una gran riqueza.
Tras ello, comenta que ha descubierto 8 comportamientos que les distinguen de la gente ordinaria, y que les han hecho triunfar profesionalmente.
El mismo dice que, si bien es generalmente positivo el hecho de diversificar la cartera de valores invirtiendo en distintas acciones, fondos y otros, estas personas exitosas suelen ir con todo en sus proyectos. Una vez aumentan sus ingresos, entonces empiezan a diversificar sus inversiones.
Pone como ejemplo a Elon Musk. Este reinvirtió los 22 millones de dólares que obtuvo de la venta de Zip2, su primera compañía, en su nuevo negocio: el servicio bancario en línea X.com. Este se fusionaría posteriormente con PayPal. Después, y tras su venta por 180 millones de dólares a eBay, Musk reinvertiría ese dinero en Tesla, SpaceX y otras compañías.
Cardone cuenta que no se dispuso a comprar bienes de lujo como casas ostentosas o ropa de diseño, mientras hacía crecer su patrimonio. Añade que, si bien podría permitírselo, no quería tener que pagar intereses que se llevasen parte de su riqueza. Entonces, decidió destinar sus ingresos a varios negocios: «Quería poner todo lo que estaba ganando en aquello que generase más dinero».
Con respecto a las viviendas que adquirió, Cardone pagaba en efectivo, y afirma que nunca acumuló intereses en una tarjeta de crédito. Eso sí, señala que la deuda puede ser positiva, en aquellos casos para los que se obtengan activos rentables lo antes posible, y que ayuden a construir un negocio.
El multimillonario cuenta que, en contra de lo que puede parecer, las personas que se hicieron ricas no suelen comenzar por adquirir una vivienda.
Dice que ello no siempre compensa las inversiones tan bien como lo pueden hacer otros lugares en los que se destina el dinero. En su caso, Cardone posee tres hogares, y asegura que no los compró hasta que pudo pagarlos en efectivo.
Cardone sí afirma que la inversión en inmuebles comerciales de los que se obtienen beneficios mensuales por el alquiler (tras pagar hipoteca, impuestos y mantenimiento) es idónea para generar mayores ingresos.
Explica que se pueden obtener ingresos pasivos por la posesión de ese tipo de propiedades, siendo además más sencillos de vender que la vivienda habitual. Y es que el comprador de la primera residencia debe ser capaz de verse habitándola, mientras que si se le vende una propiedad de alquiler, basta con encontrar a alguien que quiera obtener un beneficio con ello.
Cardone comenta que las personas con grandes riquezas buscan comprar en grandes cantidades, lo que por un lado les ahorra tiempo al no tener que repetir actividades, y por otro les brinda mejores precios por unidad.
El mismo comenta que esto es aplicable a los negocios, en los que dichos individuos pueden adquirir suministros y equipos de forma masiva. Y también sirve para la vida personal, pues Cardone dice que cuando puede adquiere «todo lo que no tenga fecha de caducidad» en grandes cantidades.
Cardone asegura que nunca nadie que no le conociera invirtió en él. También comenta que la mayoría de inmuebles que posee actualmente vienen de vendedores que le prefirieron antes que a otros compradores, debiéndose ello a que ya se conocían y confiaban en él.
Por tanto, cuanto más conozcan a uno, más se fiarán de sus talentos y habilidades. Ello lleva, finalmente, a mejores oportunidades, a márgenes más elevados y a tomas de decisiones más rápidas. Entonces, el mismo pide dedicar tiempo y recursos a crear y mantener las conexiones adecuadas.
Cardone dice que un amigo suyo, director ejecutivo, ha trabajado con algunas de las mayores fortunas del mundo, y con respecto a qué tienen en común afirmó: «Nunca estaban satisfechos con lo que habían logrado, sino que se centraban en el siguiente éxito que podrían alcanzar«.
Por tanto, una característica que les define suele ser la ambición y la inconformidad. Creen que siempre podrán seguir mejorando, lo que les hace pensar a lo grande con futuras invenciones, inversiones o ideas de negocio.
Según Cardone, las personas de grandes riquezas saben bien que el único recurso verdaderamente escaso es el tiempo, porque no se puede comprar más del que se posee.
Por tanto, buscan maximizar el que poseen dejando de lado el control escrupuloso de su negocio o cartera de valores. Cardone dice que han aprendido a subcontratar y delegar en personas inteligentes y que son de fiar, los cuales intercambian su tiempo por dinero.
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