La capital del Baix Camp cuenta, actualmente, con «7.309 actividades económicas registradas en el término municipal y en la ciudad» y desde 2019 hasta principios de mayo de 2022 ha habido un incremento de hasta 286 actividades, una cifra «optimista», dijo recientemente el concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats. Dicha tendencia «de aumento», continuó, va manteniéndose.
Por sectores, esta subida se produce, sobre todo, en lo relativo a los servicios. «Hay que subrayar en este caso los vinculados a la salud y a la estética, aunque también están presentes los pequeños negocios de hostelería, con una subida constante desde el inicio de la pandemia», añadió.
Sobre el perfil mayoritario, acotó que «suelen ser autónomos y hemos encontrado a muchas mujeres jóvenes». El incremento de altas se ha visto, por otro lado y según declaró el edil, «bastante repartido» en la ciudad. Es una realidad que el sector de los servicios, con la estética y la salud al frente, se han visto potenciados, no hay más que ver las principales arterias comerciales. Los mismos emprendedores cuentan que «ha habido una mayor demanda de este tipo de servicios, y más tras llegar la Covid». «La gente necesita concederse un momento de cuidado, algo que durante el confinamiento más estricto se echó en falta».
Emprender para ayudar
«Abrimos a raíz de una coincidencia: Marc Martínez buscaba un local y yo tenía un familiar con uno en alquiler, él fue quien nos puso en contacto; finalmente, aunque no comenzamos el proyecto en ese espacio –necesitábamos uno más amplio– encontramos el actual de la calle Camí de Riudoms», resume la fisioterapeuta Gisela Cisa. Así pues, al hablar de las ideas que tenían ambos, crearon Gima Clinic en 2021: querían ir más allá de lo que ofrece una clínica de fisioterapia y «creamos un centro multisalud con la intención de que se convirtiera en un entorno social en el que ya no solo deportistas, sino cualquier persona, pudiera venir y mostrar su preocupación por algo o su deseo de mejorar», tercia, por su parte, el especialista en biomecánica del ciclista y pruebas de esfuerzo Marc Martínez.
Parten de la fisioterapia, pero dan a conocer otras disciplinas mediante las cuales se «puede llegar a estar bien, con un equipo de hasta ocho profesionales», añade Cisa y comenta: «Al final, la salud engloba diferentes aspectos; para mí, el principal es el mental y, por ello, contamos con un psicólogo, pero también con una nutricionista, entre otros, porque rehabilitar a una persona físicamente significa hacerlo de dentro hacia afuera, de forma integral y personalizada».
Haberse dedicado al deporte, dice Martínez, les permite empatizar «mucho más»: «Compartimos muchas experiencias durante el proceso de recuperación y eso acaba creando un vínculo con la persona». Los dos confirman que «hacía falta arriesgarse para crear un lugar así, poder emprender para ayudar».
En el terreno de la estética también ha habido movimiento en la ciudad con la apertura de negocios nuevos: el de Sonia Serrano y Estela Sucuitana es un ejemplo. Juntas abrieron, en mayo de 2019, Sonia & Estela Beauty Studio, en el Passeig Sunyer. Fue una época «complicada», describe Serrano, «más tarde, llegó la pandemia». En su caso, cuenta con 27 años de experiencia en la estética y junto a Sucuitana decidieron ampliar los servicios que antes ofrecía Serrano en su peluquería de la calle Sant Joan. Destaca que, «al emprender, hay que poner buena cara al mal tiempo y que hay que estar al día y ofrecer siempre algo innovador y puntero».
Entre otros servicios estéticos y de peluquería, habla de INDIBA: una máquina de radiofrecuencia con la que realizan tratamientos estéticos. «La gente quiere verse bien y dedicarse un tiempo de calidad, hemos observado una gran demanda tras la llegada de la Covid; ahora está a la orden del día el rejuvenecimiento facial, con máquinas que reactivan y estimulan las células de la cara en cuanto a activación de colágeno, entre otras moléculas», apunta Serrano.
Una oferta estética concentrada
Calles como la Ample concentran varios negocios de estética. Uno de ellos es el de Débora Llobet, quien decidió emprender con Escencys Beauty en diciembre de 2019 e indica que «aún no sé qué es trabajar con normalidad a raíz de la Covid; abrí el negocio tras ver el local, del que me enamoré; empecé con obras y tuve que cerrar, ahora ya noto cierta estabilidad».
Hasta el momento y a pesar de ser reusense, había trabajado en Cambrils y «no conocía esta calle, que tiene mucha actividad comercial». Lo relata contenta, es la primera vez que trabaja por cuenta propia y establece que «a pesar del boom de la manicura y pedicura, así como de los tratamientos faciales, lo que marca la diferencia es ser cercana al cliente y priorizarlo», sostiene.
Algo en lo que coincide la emprendedora Marina Martos, con un centro de estética en la misma calle de la zona de Reus Nord. «Hará 10 años que trabajo en esta calle y cinco que me trasladé a otro local de la misma y es importante hacer piña con el resto de comerciantes. La clientela pide familiaridad, sentirse a gusto, la mía la tengo desde hace mucho y valoran que use un buen producto, pues uno quiere invertir siempre en calidad y eso, con los años, no cambia», concluye.
