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Francisco Muñoz, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de València (UV). ED
Francisco Muñoz, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de València (UV), reflexiona sobre el tejido empresarial valenciano en el marco de la celebración de los Premios Revoluciona de BBVA.
P: Los Premios BBVA Revoluciona surgen con el propósito de visibilizar la innovación que desarrollan pequeñas y medianas empresas. ¿Por qué considera este hecho relevante?
R: A menudo la innovación se asocia a grandes empresas, pero no es cierto. Pensemos, por ejemplo, en las startups, que son empresas muy pequeñas y llevan la innovación en su ADN.
Las pequeñas y medianas empresas hacen muchos esfuerzos por innovar y, generalmente, son poco conocidos y reconocidos. La innovación unida a la digitalización de los negocios ha permitido a las empresas y, en particular, a las pymes reinventarse y asegurarse ventajas competitivas sostenibles.
Pero no basta con competir con éxito, las empresas deben hacer un esfuerzo para difundir mensajes eficaces que pongan en valor sus capacidades innovadoras y den visibilidad a su buen hacer.
La reputación es un recurso estratégico clave para la empresa que se gana a través del reconocimiento público y los Premios BBVA Revoluciona son una plataforma para ello.
P: Los requisitos son precisos: incorporar de forma sostenible e inclusiva las tecnologías digitales a los procesos de la mercantil y que, además, esta transformación mejore la competitividad de la empresa. ¿Por qué?
R: Evolucionar hacia un modelo de crecimiento sostenible no se entiende sin hablar de transformación digital. La transformación digital de las empresas era un proceso ya imparable, pero se ha acelerado con los confinamientos y las limitaciones a la movilidad que ha traído la pandemia.
No en vano, la UE ha vinculado las ayudas de su Plan de Recuperación a la digitalización y la sostenibilidad, señalando de este modo las prioridades clave que se entiende han de regir el futuro de las economías.
Si la digitalización nos hará competitivos en el corto plazo, la sostenibilidad nos permitirá serlo en el largo. No se trata de un greenwashing o ecopostureo, sino de utilizar las nuevas tecnologías con la conciencia social como timón para orientar los esfuerzos innovadores.
Ganar en competitividad no es ganar, a menos que se incluya la sostenibilidad en la ecuación. Digitalización y sostenibilidad son dos caras de la misma moneda: la competitividad.
Los premios BBVA Revoluciona nacen con la ilusión de indicar la hoja de ruta a las pymes para ser competitivas en el largo plazo, que pasa por apostar por una transformación digital sostenible.
P: En este camino, BBVA se asocia a la Universidad de València a través de su Facultad de Economía. ¿Qué beneficio aporta esta alianza a las empresas concurrentes en el certamen?
R: La inclusión de la academia ha imprimido rigor a los premios en su definición, su organización y en la composición del jurado.
Gracias a los expertos del equipo de profesores que han participado en la gestación del premio se ha conseguido un planteamiento sólido sobre el contenido de la transformación digital sostenible y un listado de indicadores que sin duda responden a la identificación de los mejores resultados de dicha transformación.
Las empresas obtienen, así, una guía de trabajo, pues los criterios de evaluación son una referencia hacia la que pueden orientar sus esfuerzos en su proceso de transformación digital sostenible.
Por su parte, BBVA muestra su respaldo a la digitalización de las pymes, pero deja en manos externas evaluarlas y seleccionar a las más destacadas.
P: Al hablar del tejido empresarial valenciano, ¿es más correcto hacerlo sobre pymes o micropymes? ¿Qué radiografía hace del mismo?
R: Según datos recientes del Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana, nuestro tejido empresarial está formado en un 54,76 % por empresas sin asalariados y un 40,55 % de empresas tienen entre uno y nueve trabajadores, porcentajes muy similares a la media del país.
Por lo tanto, es más correcto hablar de micropymes, ya que más del 95 % de nuestras empresas lo son. Es cierto que se trata de un tejido productivo muy dependiente, tradicionalmente caracterizado por una baja productividad, una oferta de empleo frágil, escasa inversión en innovación y reducido desarrollo tecnológico.
De ahí que el horizonte de transformación económica dibujado por el Gobierno dentro de su programa de “Estrategia España 2050” aspire a que las micropymes dejen de ser el gran motor del empleo del país, potenciando su crecimiento.
Invertir en digitalización es la gran palanca de cambio que les puede hacer dar el salto y consolidarse como empresas sólidas y competitivas.
P: Valor económico o valor social, ¿qué es más rentable para una pyme?
R: Uno no se entiende sin el otro. Las pymes son conscientes de que el valor económico es imprescindible para su supervivencia y a la vez de la responsabilidad social que tienen.
A las empresas se les pide que sean económicamente competitivas y éticamente responsables. Tienen que ser rentables, pero es cierto que lo pueden hacer incorporando al desarrollo de su actividad productiva una perspectiva social con el objetivo de contribuir a la mejora de su entorno y aportar beneficios sociales al territorio en el que operan.
Generando empleo, contribuyendo al bienestar de la ciudadanía, facilitando un consumo responsable y contribuyendo al avance social crean valor económico y social al mismo tiempo.
P: En España una de cada cuatro empresas que deciden contratar especialistas digitales declaran que tienen problemas para encontrarlos. ¿Está la universidad en condiciones de dar respuesta a este nuevo reto del siglo XXI?
R: Efectivamente, los nuevos perfiles y capacidades digitales no siempre están incorporados en los planes de estudio de las universidades ni tampoco en los ciclos de FP superior, lo que sin duda es una debilidad de nuestro sistema educativo y que debemos esforzarnos en superar.
En la Facultad de Economía de la Universidad de València, conscientes del importante plus de empleabilidad que pueden conseguir nuestros egresados tras la adquisición de habilidades digitales avanzadas en áreas como el análisis de datos o el e-marketing, hemos implantado un nuevo grado en Business Intelligence and Analytics.
Estamos convencidos de que va a contribuir a la formación de los especialistas que sepan aprovechar las oportunidades derivadas de un nuevo modelo económico y ambiental basado en la sostenibilidad, las TIC y la innovación disruptiva.
En este contexto, la participación en los Premios BBVA Revoluciona también es, como decíamos al principio, una gran oportunidad para las empresas candidatas de ganar visibilidad e incrementar sus posibilidades de atracción de este valioso talento digital.
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