La agroindustria es la base para el desarrollo sustentable – La Voz del Interior

Nadie puede dudar de su protagonismo para la economía nacional; el desafío es conformar una política de Estado que le permita ser competitiva.
El agro es el sector de la economía que más invierte, independientemente del momento que atraviese el país, ya que los tiempos biológicos no saben de condiciones favorables, en lo político, económico, financiero y social.
Todos los años, el campo inyecta en la economía nacional alrededor de 46.000 millones de dólares, monto que supera las reservas brutas del Banco Central.
Cada empresa rural invierte e inyecta en las localidades donde trabaja y comercializa cerca de 200 mil dólares por año, enfrentando riesgos climáticos y de mercados, muy elevados, por los cambios climáticos que afrontamos y la elevada volatilidad de los precios.
De esta manera se crea trabajo legítimo y se genera arraigo; el 24% del empleo nacional es gracias al campo y sus cadenas agroindustriales, pero además se produce un efecto dinamizador que impulsa a todos los pueblos y diversos sectores productivos.
Esta inversión que se viene realizando a lo largo de los últimos años, ha generado ingreso de divisas durante el primer semestre del presente año por un monto mayor a los 30 mil millones de dólares, el más alto de la historia de la argentina, hecho que lamentablemente no fue aprovechado por la política monetaria.
Esto es porque el Banco Central de la República Argentina (BCRA) perdió una oportunidad fabulosa para adquirir reservas liquidas, que permitan afrontar los pagos de deudo y otorgar los dólares necesarios para los insumos estratégicos que requieren todos los sectores productivos.
A lo largo de la historia nuestro país ha atravesado diversas crisis con distintos niveles de gravedad, para recuperar el país de esas difíciles situaciones, el agro siempre aporto su esfuerzo al igual que en la crisis actual, que por cierto es más profunda y más prolongada de las que la memoria nos permite recordar.
Con el campo se crece y se consolida el desarrollo sustentable; sólo se requiere una política de Estado que se fundamente en los sectores más competitivos de la economía. Con una apertura inteligente, que permita la incorporación tecnológica, que impulse una mayor productividad y brinde una relación más amigable con el ambiente.
Para combatir la inflación se requiere inversión, para invertir se requiere confianza, seguridad jurídica y reformas de fondo, tributaria y laboral que otorgue razonabilidad y estabilidad al desarrollo de los negocios.
Un ajuste profundo del gasto público es condición –sine qua non– para crecer en forma sostenida, los impuestos distorsivos no pueden seguir siendo el manotazo de ahogado de todos los gobiernos.
La pobreza y el hambre se resuelven con inversión y generación de empleo.
Los continuos desaciertos han generado una errática relación entre el campo y los gobiernos a lo largo de la historia argentina. Un claro ejemplo son los Derechos de exportación, que durante el 2021 aportaron al gobierno nacional 9.924 millones de dólares.
Con ese monto el campo podría haber sembrado 19.8 millones de hectáreas de trigo, se imaginan lo accesible que sería el pan.
Con los aportes que realizo la provincia de Córdoba, se podría haber sembrado en el territorio cordobés, 5.2 millones de hectáreas de trigo, o 7.2 millones de hectáreas de soja o 4.4 millones de hectáreas de maíz.
Si lo trasladamos a incorporación tecnológica, podríamos decir que en el ámbito nacional se podrían haber adquirido más de 41.000 tractores, de 230 cv, duales y de marca líder del mercado, que equivale a 5 años de venta de tractores.
En el caso de pulverizadoras autopropulsadas de 32 metros de ancho de labor se podrían haber comprado 43.147 unidades, que equivale a 30 años de ventas en nuestro país.
Con menos recursos para sembrar y menor incorporación de tecnología perdemos todos. Por ello debemos aprender de nuestros errores, el desafío es pensar en nuevas alternativas para contribuir en el diseño de políticas de Estado, que fomenten una relación virtuosa entre lo público y privado, eliminando en forma progresiva los impuestos que distorsionan el desarrollo.
De una vez por todas, debemos impulsar un verdadero salto cualitativo y cuantitativo, hacia la búsqueda de un crecimiento sostenido, que nos permita dejar atrás décadas de reiteradas crisis que limitan la inversión, el empleo, el desarrollo sustentable y por ende un mayor arraigo y bienestar de toda la población.
A pesar de la dura crisis que transitamos es una oportunidad que no podemos desaprovechar.
(*) Director titular de la Sociedad Rural Argentina e integra la Mesa de Enlace de Córdoba.
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La Voz del Interior. Fundado el 15 de marzo de 1904. LaVoz.com.ar. Lanzada el 21 de septiembre de 1996. Año 24. Edición N° 9475. Registro intelectual 56057581. Domicilio legal: La Voz del Interior 6080 – CP: X5008HKJ – Córdoba, Argentina. Propietario: La Voz del Interior SA. Gerente General: Juan Tillard. Director: Carlos Hugo Jornet. Editor: Carlos Hugo Jornet.
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