Gautam Adani se ubica junto a Elon Musk y Jeff Bezos en los «rankings» de Bloomberg. En los últimos dos años, mientras la India sufría la grave crisis económica de la pandemia, su patrimonio se ha multiplicado por diez. El ascenso del empresario de Gujarat al que el gobierno del BJP le ha abierto todas las puertas. Y que hoy hace negocios simultáneamente con el carbón y las energías renovables.
Milán (AsiaNews) – Gautam Adani se ha unido al club mundial de los multimillonarios cuyo patrimonio supera los 100 mil millones de dólares. Los últimos «rankings» publicados por las agencias económicas revelan el arrollador ascenso del magnate de Gujarat, que hizo fortuna con el carbón y la privatización de los puertos y aeropuertos indios. El ranking de Bloomberg, publicado a principios de este mes, sitúa a Adani entre los únicos 11 hombres del mundo con un patrimonio superior a los 100.000 millones de dólares; una estrecha élite en la que sería el único asiático entre personajes como Elon Musk, Jeff Bezos o Bernard Arnauld. Por su parte, Forbes lo ubica en el noveno lugar entre los hombres más ricos del mundo, con un patrimonio neto estimado de 109.800 millones de dólares.
Lo que resulta especialmente llamativo es la rapidez del crecimiento de la fortuna de Adani, que ahora ha superado al otro multimillonario indio, Mukesh Ambani, que encabeza el grupo petroquímico Reliance Industries. En junio de 2020 Bloomberg todavía estimaba su riqueza en «solo» 10 mil millones de dólares. Durante el periodo en el que India atravesaba la gravísima crisis económica provocada por la pandemia, el hombre más rico del país habría multiplicado por 10 su fortuna. Y desde principios de 2022 ya habría acumulado 28 mil millones de dólares de nueva riqueza.
Son números que provocan impresión teniendo en cuenta que Gautam Adani no es un empresario cualquiera. En efecto, es bien conocida su estrecha relación con el primer ministro indio Narendra Modi. Nacido en 1962 en Ahmedabad, en el mismo Gujarat donde el líder nacionalista hindú construyó su ascenso político, el joven Adani abandonó la universidad para entrar en el comercio de diamantes. Luego vino el salto de calidad con los primeros negocios en plásticos y la adjudicación de la concesión para la gestión del puerto de Mundra, en el Mar Arábigo. En 2003 – cuando Modi estaba en el ojo de la tormenta por los sangrientos enfrentamientos con los musulmanes en Gujarat, que costaron la vida a un millar de personas -, Adani se mantuvo firme a su lado, sentando las bases de su ascenso.
Con el triunfo de Modi en las elecciones de 2014, el auge de sus negocios se hizo explosivo, facilitado en parte por los créditos generosamente concedidos por el sistema financiero indio, que no era insensible a su singular posición frente al nuevo establishment político. El propio Modi hizo el resto, ofreciéndole todo tipo de posibilidades con sus privatizaciones. Emblemático en 2018 fue el caso de la adjudicación de la gestión de unos rentables aeropuertos, subastados por el gobierno indio con una licitación que -precisamente para facilitarla- no pedía experiencia en el sector a las empresas participantes. Al final todos fueron puntualmente adjudicados a Gautam Adani.
Pocos límites se pusieron también al crecimiento de sus negocios en el sector minero, en el que su grupo se ha convertido en un coloso mundial en la extracción de carbón. Tan es así que su proyecto más cuestionado en la actualidad es la gran mina Carmichael, que se está construyendo en el estado de Queensland, en Australia. La planta está diseñada para extraer 60 millones de toneladas de carbón al año, a pesar de la alarma que han lanzado las asociaciones ecologistas por los daños que podría causar en los arrecifes de coral y de las protestas de las asociaciones de poblaciones aborígenes cuyos territorios sufrirán el impacto.
Mientras tanto, sus minas en la India se siguen expandiendo y no solo gracias al BJP: en los últimos días Adani ha obtenido de los estados de Rajasthan y Chhatisgarh -entre los pocos que siguen gobernados por el partido del Congreso- la concesión para talar 1130 hectáreas de vegetación para extender la mina de carbón Parsa East y Kente Basan (PEKB) en el bosque de Hasdeo Haranya, el mayor bosque contiguo que ha sobrevivido hasta ahora en el centro de la India. De nada sirvió la oposición de los grupos de poblaciones tribales locales que siempre han vivido en estas zonas y a las que en 2015 el propio Rahul Gandhio había prometido que no se ampliaría la mina. Pero la carrera por el carbón en la India continúa y el grupo Adani siempre está en primera línea.
Eso no impide que el magnate amigo de Modi se «diferencie» apuntando al mismo tiempo a obtener grandes beneficios en el sector de las energías renovables; en los últimos años ha hecho fuertes inversiones en este campo, obteniendo excelentes rendimientos. La empresa Adani Green cuenta hoy con un parque de plantas con un potencial de 20,4 GigaWatts de electricidad producida a partir de fuentes renovables, una de las mayores carteras mundiales del sector. Y ayer mismo recibió una nueva inversión de 2.000 millones de dólares en este ámbito de parte de International Holding Company, un importante fondo de los Emiratos Árabes Unidos.
Por otra parte, la cotización del BJP en Nueva Delhi se mantiene alta, como lo han demostrado las últimas elecciones en Uttar Pradesh. Y éste sigue siendo el activo más importante para el multimillonario con más rápido ascenso en el mundo de las finanzas globales.
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