El viernes 7 de enero de 2022, la CNV (Comisión Nacional de Valores) anunció el lanzamiento de la operatoria de 9 Cedears (Certificados de Depósito Argentinos) de ETFs (Exchange Traded Funds, por sus siglas en inglés). Hasta ese momento, sólo se podían negociar a nivel local Cedears de acciones.
Los ETFs permiten a los ahorristas tener exposición a una amplia gama de activos líquidos, como índices, materias primas, sectores de la economía o mercados emergentes, dando la posibilidad de diversificar el riesgo a un inversor de menor conocimiento y evitando que tenga que elegir cada empresa de manera individual.
En Argentina, al tener una economía con recurrente inflación y depreciación de su moneda, los ETFs otorgan la ventaja adicional de poder dolarizar el capital.
En las primeras ruedas, la incorporación de este instrumento de inversión al mercado local fue un éxito. El volumen diario operado de renta variable se encuentra en 25 millones de dólares (con un mix de 20% de acciones locales y 80% de Cedears), superando el promedio diario del mes de diciembre 2021, que fue de 21 millones de dólares, con un mix de 30% de acciones locales y 70% de Cedears), cuando aún no se habían introducido al mercado.
Variedad de opciones
El ETF con mayor volumen hasta el momento es el SPDR S&P 500, o “SPY AR”, según su código de bolsa. El mismo consiste en un portafolio que representa las 500 acciones que componen el índice S&P 500. Predominantemente, contiene empresas estadounidenses de alto valor bursátil y paga dividendos de manera trimestral.
El valor operado promedio hasta el momento de este ETF es de 450 millones de pesos argentinos. Creemos que esta es la mejor opción para invertir en empresas estadounidenses que se encuentren en un ciclo maduro de sus negocios y que, por ende, son menos propensas a sufrir por volatilidad.
Para aquellos inversores que buscan refugio de la inflación global, recomendamos el Energy Select Sector, o “XLE AR”. Las tenencias de este ETF son de empresas estadounidenses de alta capitalización bursátil que desarrollan y producen petróleo crudo y gas natural o proveen servicios a empresas de estas industrias.
Creemos que, en periodos de aceleración de la inflación, las materias primas, y específicamente la energía, sirven naturalmente como un refugio de valor. En promedio, este ETF registró una liquidez de 80 millones de pesos.
Alternativamente, creemos que el sector bancario estadounidense puede tener una mejor performance relativa que otros sectores. En ese sentido, y dado que la Reserva Federal de los Estados Unidos parece más cercana a permitir que suban las tasas de interés pronto, las entidades financieras podrían tener mayor facilidad para mejorar su rentabilidad debido a un mayor spread entre las tasas que cobran de préstamos y la que pagan por los depósitos.
Debido a esto último, creemos que el Financial Sector Select, o “XLF AR”, es decir, el ETF que contiene firmas de servicios financieros cuyos negocios varían desde administración de inversiones a banca comercial o banca de inversión, es una excelente opción.
Por último, para aquellos inversores que quieren invertir fuera de los Estados Unidos, y más específicamente en mercados emergentes, el iShares MSCI Brazil (“EWZ AR”) es la mejor alternativa. Este instrumento permite tener una exposición amplia al mercado accionario brasileño, ya que invierte en compañías de mediano y alto valor bursátil en la economía más grande de Latinoamérica.
Si bien el 2022 es un año electoral en el país vecino, lo cual nos lleva a ser cautos, creemos que los fundamentos de inversión del país lucen atractivos. Este ETF tuvo una fuerte caída del 36% en dólares desde julio del 2021, pero desde principios de enero de este año, viene en franco ascenso y ya recupero un 22% de su valor.
En conclusión, la introducción de esta serie de ETFs en el mercado local permitirá a los ahorristas tener exposición a los países más desarrollados, con la comodidad de poder integrar la inversión en pesos. Es una buena oportunidad que busca darle a inversores de todas las características la posibilidad de diversificar riesgos con un capital inicial mínimo recomendando de entre $5.000-$10.000 pesos.
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