'Estafas y basura': el desplome de las criptomonedas es solo el preludio – In Defence of Marxism

A principios de este mes, un colapso de la magnitud de las mayores caídas de la historia reciente sacudió los mercados. La bolsa de valores Nasdaq cayó casi un 30% en una semana, y la capitalización del mercado de las criptomonedas cayó simultáneamente un 50%. Cientos de miles de millones de dólares se esfumaron en solo siete días. Desde entonces, no ha habido recuperación.
[FUENTE ORIGINAL]
El desplome se centró en las acciones tecnológicas especulativas y las criptomonedas, las cuales ya habían comenzado a decaer a principios de 2022. Durante años, hemos asistido a una especulación frenética en dudosas empresas tecnológicas emergentes y monedas inventadas, pero después de la fiesta, la resaca está empezando a golpear.
Esto no solo ha afectado a los “tech bros”1 y a los inversores ricos. Muchos trabajadores han invertido en bolsa o criptomonedas en los últimos años, atraídos por la promesa de ganar dinero fácilmente. En 2020 y 2021, 15 millones de estadounidenses descargaron aplicaciones comerciales y el 16 % de los estadounidenses afirmó haber comprado criptomonedas.
La caída bursátil ha supuesto para muchas personas de ingresos modestos la pérdida de enormes sumas de dinero, que en algunos casos suponen los ahorros de toda su vida.
Así expresaban en Reddit algunos pequeños inversores su consternación: “Estoy pasando por uno de los momentos más oscuros y severos de mi vida. Todavía no parece real”, escribió un usuario. Otro perdió 450.000 dólares y ahora no puede pagar un préstamo al banco. Otros están a punto de perder sus hogares. Varios están contemplando el suicidio.
Y lo peor aún podría estar por venir. Una semana después del colapso, las acciones tecnológicas y las criptomonedas parecen haberse estabilizado. Pero las condiciones que crearon la caída no han desaparecido. El Índice criptográfico de miedo y codicia está mostrando que las personas que invierten en criptomonedas se acercan al mercado con «miedo extremo» sobre el futuro.
Coinbase, el mayor centro de intercambio de criptomonedas, informó que su comercio cayó un 40% en el primer trimestre de 2022, generando pérdidas de 430 millones de dólares para sorpresa de los analistas, que esperaban pérdidas de 47 millones de dólares. Esta crisis es mucho más profunda de lo que creen dichos ‘expertos’.
Coinbase ha advertido a sus clientes que podrían perder los 256.000 millones de dólares depositados si la empresa quiebra.
El impacto de este colapso, y los que podrían venir, no se limitarán a los inversores directos. Hay tanto dinero inmovilizado en activos especulativos que una crisis puede extenderse a otros sectores.
En esta reciente caída, el colapso de la criptomoneda TerraUST provocó una carrera por convertir otras criptomonedas en dólares.
Los inversores en la llamada criptomoneda Tether retiraron 7600 millones de dólares de la moneda digital para convertirla en dólares en una semana. La cifra ha alcanzado ahora 10 mil millones de dólares. El problema es que las personas que dirigen Tether no tienen 10.000 millones de dólares en efectivo para devolver a sus inversores. Tienen aproximadamente la mitad, el resto está vinculado a activos no revelados, como bonos del gobierno de EE. UU.
Para satisfacer la demanda de los retiros, los propietarios de Tether se verán obligados a vender rápidamente algunos de estos activos. Una venta rápida de bonos del gobierno de EE. UU. empujará a la baja el precio de esos bonos. Eso, a su vez, devaluará las inversiones de todos los bancos e inversores que posean esos bonos, provocando una crisis en toda la economía.
Con una gran cantidad de dinero depositado en criptomonedas, entidades como Tether son efectivamente enormes bancos en la sombra, que invierten miles de millones de dólares en la economía real. Lo hacen en secreto y con poca o ninguna regulación. La rápida tasa de retiro de Tether está efectivamente provocando un pánico bancario en este banco que tendrá grandes ramificaciones.
Este capitalismo de casino del salvaje oeste es un gran riesgo para la economía en general. Esta es la razón por la cual Financial times ha lanzado la exigencia de una regulación más estricta de las criptomonedas. También es la razón por la que China prohibió las criptomonedas el año pasado y por la que el Banco Central Europeo advirtió la semana pasada que “los criptoactivos representan un riesgo para la estabilidad financiera”.
En palabras del fundador de Dogecoin, una criptomoneda basada en memes de Internet, «las criptomonedas son un 95% estafas y basura». El mercado global de criptomonedas actualmente tiene 1,4 billones de dólares en circulación. Esto significa que algo más del 1,5% del PIB mundial (equivalente a toda la economía de España) está ligado a ‘estafas y basura’.
Es un cañón gigantesco que se arroja a la economía mundial mientras se dirige a aguas muy turbulentas.
Este desplome ha tardado mucho en llegar. Desde 2008, los bancos centrales de todo el mundo han llevado a cabo un programa de estímulo llamado expansión o flexibilización cuantitativa (QE). Esto significa que el dinero se creó de la nada y se inyectó en la economía para evitar el colapso económico.
Se trataba de inyectar dinero en el sistema para que las tasas de interés pudieran permanecer bajas, fomentando el endeudamiento y la inversión, lo que estimularía el consumo, crearía puestos de trabajo y volvería a encarrilar la economía.
Según el rastreador de QE Atlantic Council Global, los cuatro principales bancos centrales (en EE. UU., la zona euro, el Reino Unido y Japón) han inyectado $ 26,7 billones en la economía global de esta manera, lo que representa casi un tercio del PIB mundial.
Esta política adoptada desde hace una década se impulsó en 2020 para hacer frente a la pandemia. Se inyectaron 10 billones de dólares adicionales en la economía global para cubrir bajas de los trabajadores, préstamos para empresas y otros gastos relacionados con la pandemia.
Esas políticas no fueron un error ni una estafa. Fueron necesarios para que los capitalistas evitaran que su sistema colapsara en 2008 y 2020. Pero no resolvieron los problemas subyacentes. Simplemente pospusieron el problema para evitar una catástrofe económica a corto plazo. Al hacerlo, agrandaron los problemas esperando abordarlos posteriormente.
La inflación, la guerra y el proteccionismo están haciendo que se acerque esa fecha. La reciente caída de las acciones tecnológicas y las criptomonedas es un temblor temprano del inminente terremoto.
El problema para los estrategas del capital es la baja inversión en la producción en la economía real durante los últimos diez años, a pesar de las decenas de billones de dólares inyectados en la economía, debido a que no hay mucho margen para obtener ganancias en una economía mundial plagada de sobreproducción capitalista.
En cambio, todo este dinero barato y fácil se ha invertido en la especulación en el mercado de valores y otros activos. Los capitalistas han estado ganando dinero con dinero apostado a los precios de las acciones.
Uber es un ejemplo de una empresa de tecnología especulativa que se ha subido a la ola de dinero barato en los últimos diez años.
Uber, que comenzó en 2009, era la empresa emergente más valiosa del mundo en julio de 2015, llegando a recaudar 51 mil millones de dólares de inversores a pesar de no haber obtenido nunca beneficios.
El dinero ha sido tan barato y las inversiones rentables tan escasas que a los inversores no les ha importado aceptar pérdidas especulando con una empresa de tecnología que creen que podría dar beneficios en algún momento en el futuro.
Uber es una empresa que cotiza en bolsa con más de 81 mil millones de dólares invertidos en ella desde 2021, a pesar de no haber obtenido ganancias en doce años.
Las empresas tecnológicas especulativas como Uber, Netflix, Meta y Spotify se han basado en billones de dólares de dinero fácil que han circulado por el sistema financiero mundial durante los últimos diez años.
En paralelo, hemos visto el fenómeno de las criptomonedas y otros llamados ‘activos digitales’ como los NFT [“Arte” digital, NdT]. Un torrente de QE, efectivo a bajo interés, que ha llegado a estos activos especulativos inherentemente sin valor en los últimos años.
Entre 2013 y 2020, el mercado mundial de criptomonedas pasó de una inversión de 1500 millones de dólares a 350 mil millones de dólares.
Ese incremento no es nada comparado con lo ocurrido en 2021. El dinero invertido en criptomonedas pasó de 350 mil millones de dólares a 2,9 billones en 12 meses.
Los activos digitales como los NFT son parte del mismo proceso. Entre 2018 y 2020, el dinero invertido en NFT pasó de $41 millones a $372 millones. En 2021, se vio un aumento colosal alcanzando casi $ 17 mil millones.
Podemos ver por qué un administrador de inversiones declaraba en el Financial Times que “2021 se ha ganado su lugar en los libros como el año más salvaje y especulativo en la historia del mercado de valores de EE. UU., eclipsando incluso a 1929 y 1999”.
Ahora las cosas están cambiando. El sol se está poniendo en la era del dinero barato y fácil. Las tasas de interés están aumentando y el QE se está reduciendo, por lo que hay menos incentivos para invertir en activos de riesgo y menos préstamos baratos disponibles para especular.
Los problemas de la cadena de suministro, el proteccionismo y la guerra están generando crisis en la economía de todos los países. La inestabilidad y la incertidumbre tienden a hacer que los capitalistas mantengan su dinero alejado de activos volátiles y arriesgados, como la tecnología especulativa y las criptomonedas.
La combinación de estos factores condujo a la reciente caída.
Uber, que tenía un valor de $ 81 mil millones a fines de 2021, ahora vale solo $ 47 mil millones. Netflix valía más de $ 300 mil millones en noviembre de 2021, pero ahora vale $ 84 mil millones. El dinero total invertido en criptomonedas ha bajado de casi 3 billones de dólares a finales de 2021 a 1,4 billones de dólares en la actualidad.
La crisis a que se enfrenta la economía real significa que los capitalistas están menos dispuestos y son menos capaces de especular con empresas no rentables o activos digitales sin valor.
Otros en la clase capitalista se niegan a mirar la realidad de frente. El presidente de El Salvador es un ejemplo. Adoptó el Bitcoin como divisa de curso legal en el país el año pasado, a pesar de que el FMI le pidió que no lo hiciera. Desde entonces, la criptomoneda ha perdido casi la mitad de su valor, lo que le ha costado al país 40 millones de dólares.
“Es una inversión que queda totalmente a discreción del presidente”, dijo recientemente el ex presidente del Banco Central de El Salvador, Carlos Acevedo. “Lo compra en su teléfono cuando quiere aprovechar la caída, pero no lo hace bien porque cuando compra siempre hay una caída mayor”.
El país tiene ahora un 87% de posibilidades de no pagar su deuda en los próximos cinco años.
Mientras tanto, en la misma semana del desplome, y completamente desconectado de la realidad, se estaba llevando a cabo una gran conferencia sobre criptomonedas en las Bahamas. Una escena que recordaba a Nerón tocando la lira mientras ardía Roma.
Los capos de las criptomonedas disfrutaban de una cena a la luz de las velas con celebridades como Katy Perry y Orlando Bloom, mientras se perdían miles de millones y se esfumaban los ahorros de toda una vida de muchas personas. La criptomoneda, insistieron estos millonarios, sigue siendo en gran medida el futuro.
Según el Financial Times, en una de las sesiones de la conferencia, «Elevación de la conciencia criptográfica», se llegó a discutir el uso de alucinógenos para que la gente dejara de preocuparse y amara las criptomonedas. Tony Blair y Bill Clinton también se presentaron al evento, que se llevó a cabo en un casino en la capital de las Bahamas.
Otras voces de la clase capitalista están proponiendo solucionar el problema empeorándolo. Los propietarios de Coinbase planean cubrir sus pérdidas recientes invirtiendo en ‘criptoderivados’. Esto es como tratar de cubrir sus pérdidas de juego apostando aún más en un casino aún más dudoso.
Los representantes más serios de la clase capitalista han pedido la regulación de las criptomonedas y modelos de negocios realistas para las empresas tecnológicas especulativas, involucrándolas en la obtención de ganancias.
Pero estas peticiones son como exigir sobriedad a un borracho. No hay nada realista en ellas. El capitalismo está en una profunda crisis. Ha ido mucho más allá de sus límites. Las vías disponibles para la clase capitalista para la inversión rentable son pocas y distantes entre sí, y se reducirán aún más en el próximo período.
Después de 2008, los grandes bancos se sometieron a una regulación más estricta, pero eso no ha detenido una orgía sin precedentes de inversión especulativa desde entonces. El reciente colapso ha demostrado la ineficacia de la llamada «regulación». Los capitalistas simplemente encontraron una nueva forma de ganar dinero: intercambiando billones de dólares en monedas inventadas e imágenes digitales de baja calidad.
La crisis a que se enfrenta la economía real puede enfriar un poco la orgía de la especulación en el próximo período, pero las contradicciones subyacentes del sistema capitalista harán que, de una forma u otra, la economía global sufra una creciente inestabilidad.
La caída reciente es un recordatorio de la necesidad urgente de librarnos de estos parásitos capitalistas de la especulación. Solo entonces podremos tomar el control de la economía por nosotros mismos e invertir estos billones de dólares en bienes y servicios socialmente útiles que mejorarán el nivel de vida de todos.
1En la jerga económica moderna, son los típicos directivos de empresas tecnológicas “innovadoras” de Silicon Valley y otras zonas especializadas en tecnologías informáticas y de la información
 
           
If you want more information about joining the IMT, fill in this form. We will get back to you as soon as possible.
In Defence of Marxism is committed to safeguarding your privacy. At all times we aim to respect any personal data you share with us, or that we receive from other organisations, and keep it safe. This Privacy Policy (“Policy”) sets out our data collection and processing practices and your options regarding the ways in which your personal information is used.
This Policy contains important information about your personal rights to privacy. Please read it carefully to understand how we use your personal data. We may update this Policy from time to time without notice to you, so please check it regularly.
The provision of your personal data to us is voluntary. However, without providing us with your personal data, you will be unable to (as appropriate): contact us; subscribe to our mailing list; subscribe to any of our publications; or receive information about In Defence of Marxism.
(1) When you give it to us DIRECTLY
You may give us your personal data in order to subscribe to a newsletter or publication, when you contact us by phone, email or post, when you sign a petition / statement, and/or when you donate money to us.
(2) When you give it to us INDIRECTLY
Your information will also be provided to us when you follow us or otherwise interact with on or via Twitter, when you like and/or join our page on Facebook or interact with us in other ways on or via Facebook.
(3) When you give permission to OTHER ORGANISATIONS to share it or it is AVAILABLE PUBLICLY
We may combine information you provide to us with information available from external publicly available sources. Depending on your privacy settings for social media services, we may also access information from those accounts or services. We use this information to gain a better understanding of you and to improve our communications and fundraising activities.
(4) When you visit our WEBSITE
We use cookies to identify you when you visit our website. Please refer to our Cookies Policy for details on the way our use of cookies affects your personal data.
We may collect, store and use the following kinds of personal data:
(1) We will typically hold your name and contact details, including telephone number, location, and e-mail address. However, we may request other information where it is appropriate and relevant, for example:
(2) any communication preferences you give;
(3) information about your computer and about your visits to and use of this website including your IP address, geographical location, browser type, referral source, length of visit and number of page views; and/or
(4) any other information shared with us as per clause 1.
Do we process sensitive personal information?
Applicable law recognises certain categories of personal information as sensitive and therefore requiring more protection, including political opinions and trade union membership. In limited cases, we may collect sensitive personal data about you. We would only collect sensitive personal data if there is a clear reason for doing so; and will only do so with your explicit consent.
Personal data, however provided to us, will be used for the purposes specified in this Policy or in relevant parts of the website.
We may use your personal information to:
(1) Enable you to subscribe to our hard copy publications;
(2) Send you information about our work, campaigns, organisations and any other information, products or services that we provide (this will not be done without your consent);
(3) Provide you with the services, products or information you have requested;
(4) If you request, put you in touch with other supporters in your area (who have also provided such consent);
(5) Handle the administration of any donation or other payment you make via credit/debit card, cheque, standing order or BACS transfer;
(6) Collect payments from you and send statements and/or receipts to you;
(7) Conduct research into the impact of our activity / campaigns;
(8) Deal with enquiries and complaints made by you relating to the website or us in general;
(9) Make petition submissions to third parties, where you have signed a petition and the third party is a target of the campaign to which the petition relates; and/or
(10) Audit and/or administer our accounts.
Google Analytics
We may use some of your personal information to analyse our digital performance, for example to see how our website can be improved to help us achieve the purposes set out in section 9 below, to record how you are using our website or to assess the popularity of different articles / campaigns.
For more information on how we use your personal information in relation to Google Analytics, please view our cookie policy by clicking this link cookies policy

You can opt-out of the collection of information for such purposes here: http://www.aboutads.info/choices
Where you have provided appropriate consent, we will contact you by telephone and e-mail, with targeted communications to let you know about our events and/or activities that we consider may be of particular interest; about the work of In Defence of Marxism; and to ask for donations or other support.
All financial transactions carried out on our website are handled through either:
We will provide your personal data to PayPal / GoCardless only to the extent necessary for the purposes of processing payments for transactions you enter into with us. We do not store your financial details.
We do not knowingly process data of any person under the age of 16. If we come to discover, or have reason to believe, that you are 15 and under and we are holding your personal information, we will delete that information within a reasonable period and withhold our services accordingly.
We endeavour to ensure that there are appropriate and proportionate technical and organisational measures to prevent the loss, destruction, misuse, alteration, unauthorised disclosure or of access to your personal information.
Your information is only accessible by appropriately trained staff and volunteers.
We may also use agencies and/or suppliers to process data on our behalf. We may also merge or partner with other organisations and in so doing transfer and/or acquire personal data.
Please note that some countries outside of the EEA have a lower standard of protection for personal data, including lower security requirements and fewer rights for individuals. We may transfer and/or store personal data collected from you to and/or at a destination outside the European Economic Area (“EEA”). Such personal data may be processed by agencies and/or suppliers operating outside the EEA. If we transfer and/or store your personal data outside the EEA we will take reasonable steps to ensure that the recipient implements appropriate measures to protect your personal data.
Otherwise than as set out in this Privacy Policy, we will only ever share your data with your informed consent.
Where we rely on your consent to use your personal information, you have the right to withdraw that consent at any time. This includes the right to ask us to stop using your personal information for direct marketing purposes or to be unsubscribed from our email list at any time. You also have the following rights:
(1) Right to be informed – you have the right to be told how your personal information will be used. This Policy and any other policies and statements used on our website and in our communications are intended to provide you with a clear and transparent description of how your personal information may be used.
(2) Right of access – you can write to us to ask for confirmation of what information we hold on you and to request a copy of that information. Provided we are satisfied that you are entitled to see the information requested and we have successfully confirmed your identity, we have 30 days to comply.
(3) Right of erasure – as from 25 May 2018, you can ask us for your personal information to be deleted from our records.
(4) Right of rectification – if you believe our records of your personal information are inaccurate, you have the right to ask for those records to be updated.
(5) Right to restrict processing – you have the right to ask for processing of your personal data to be restricted if there is disagreement about its accuracy or legitimate usage.
(6) Right to data portability – to the extent required by the General Data Protection Regulations (“GDPR”) where we are processing your personal information (i) under your consent, (ii) because such processing is necessary for the performance of a contract to which you are party or to take steps at your request prior to entering into a contact or (iii) by automated means, you may ask us to provide it to you – or another service provider – in a machine-readable format.
To exercise these rights, please send a description of the personal information in question using the contact details in section 15 below. You can also unsubscribe from our email list by sending a blank email to news-unsubscribe@marxist.com
Where we consider that the information with which you have provided us does not enable us to identify the personal information in question, we reserve the right to ask for (i) personal identification and/or (ii) further information.
We are required to have one or more lawful grounds to process your personal information. Only 4 of these are relevant to us:
(1) Consent
We will ask for your consent to use your information to send you electronic communications such as newsletters and and fundraising emails, and if you ever share sensitive personal information with us.
(2) Contractual relationships
Most of our interactions with supporters are voluntary and not contractual. However, sometimes it will be necessary to process personal information so that we can enter contractual relationships with people. For example, if you subscribe to one of our publications, or purchase merchandise online.
(3) Legal obligations
Sometimes we will be obliged to process your personal information due to legal obligations which are binding on us. We will only ever do so when strictly necessary.
(4) Legitimate interests
Applicable law allows personal information to be collected and used if it is reasonably necessary for our legitimate activities (as long as its use is fair, balanced and does not unduly impact individuals’ rights).
We will rely on this ground to process your personal data when it is not practical or appropriate to ask for consent.
Achieving our purposes
These include (but are not limited to) promoting socialist policies
Governance
Publicity and income generation
Operational Management
Purely administrative purposes
Financial Management and control
When we use your personal information, we will consider if it is fair and balanced to do so and if it is within your reasonable expectations. We will balance your rights and our legitimate interests to ensure that we use your personal information in ways that are not unduly intrusive or unfair in other ways.
The length of time each category of data will be retained will vary depending on how long we need to process it for, the reason it was collected, and in line with any statutory requirements. After this point the data will either be deleted, or we may retain a secure anonymised record for research and analytical purposes.  
In the event that you ask us to stop sending you direct marketing/fundraising/other electronic communications, we will keep your name on our internal suppression list to ensure that you are not contacted again.
We keep this Privacy Policy under regular review and reserve the right to update from time-to-time by posting an updated version on our website, not least because of changes in applicable law. We recommend that you check this Privacy Policy occasionally to ensure you remain happy with it. We may also notify you of changes to our privacy policy by email.
We link our website directly to other sites. This Privacy Policy does not cover external websites and we are not responsible for the privacy practices or content of those sites. We encourage you to read the privacy policies of any external websites you visit via links on our website.
You can check the personal data we hold about you, and ask us to update it where necessary, by emailing us at webmaster@marxist.com
We are not required by law to have a “Data Protection Officer” – however we have a Data Protection Manager.
Please let us know if you have any queries or concerns whatsoever about the way in which your data is being processed by emailing the Data Protection Manager at webmaster@marxist.com
This website uses cookies, you can find out more and set your preferences here.
By continuing to use this website, you agree to our Privacy Policy

source