Mariquel Waingarten es emprendedora compulsiva. Desde los 24 años hasta la actualidad ha pasado por un sinfín de rubros, que van desde la hotelería hasta lo cultural.
Cuando conoció a su actual pareja, Gastón Frydlewski, ella era dueña de un hotel boutique en Buenos Aires y el trabajaba para un banco. La pareja se casó en 2011 y se fue a Nueva York, Estados Unidos, con el fin de desarrollar una idea de negocio que Frydlewski venía pensando desde la universidad.
El dolor de cabeza que para muchos significa atarse los cordones de los zapatos desembocó en la creación de unas bandas elásticas como alternativa de sujeción. «Decidimos dejar todo e invertir en esta idea creativa», narró Waingarten en diálogo con Café & Negocios. Y así nació Hickies, una empresa que durante diez años consecutivos no paro de escalar y llegó a 50 países de todos los continentes, señaló El Observador.
La empresa estuvo comandada por el matrimonio hasta hace dos años, fecha en que se desataría la pandemia por coronavirus. Fue entonces cuando, en vez de volver a Argentina, la pareja se instaló en Uruguay para seguir con otros emprendimientos. Waingarten y su familia conocían Punta del Este porque era el destino obligado para vacacionar durante la temporada alta.
De Nueva York a Punta del Este
Con la venta de Hickies, Waingarten junto a su familia decidieron cambiar de estilo de vida por completo. Pero hay algo que no cambió: la necesidad de emprender. Mientras que Frydlewski se desempeña como el líder de Latinoamérica para Mercado Shops (una línea de negocios de Mercado Libre), Waingarten se lanzó a crear un emprendimiento cultural.
Se trata de un centro en un bosque de seis hectáreas en Punta del Este, que apunta a desarrollar diferentes propuestas culturales para las familias que se han instalado durante los últimos años en esa zona, indicó
El centro cultural planea abrirse en diciembre de 2023 y funcionará durante todo el año. El recinto contará con un teatro cerrado en medio de un bosque, una sala de composición musical, una plaza con anfiteatro, un comedor, un learning center (centro de aprendizaje, en español) para niños de 2 a 6 años de edad, entre otras instalaciones. El local apunta a ser un punto de encuentro para disfrutar de la naturaleza.
«En Argentina es difícil invertir a largo plazo por su inestabilidad», reflexionó Waingarten. Y explicó que la imprevisibilidad que caracteriza a su país provoca que los emprendedores ejerciten sus músculos para afrontar situaciones escabrosas y sorpresivas. Aunque, al mismo tiempo, se vuelve complejo sostener proyectos que perduren en el futuro.
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Este motivo es uno de los determinantes por el que Waingarten decidió radicarse en Uruguay.
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