Emprender en tiempo de Covid – e-consulta

La creatividad y la innovación, la capacidad de replantear un modelo de negocio, o en su caso pivotar hacia otras áreas, han sido y ahora más que nunca, siguen siendo factores clave del espíritu emprendedor para la supervivencia de miles y miles de negocios.
Si hay algo que nos dejó claro la pandemia es que en la medida en que si entendemos las necesidades de nuestros clientes y cómo se mueve la competencia aunado a la velocidad en que tomamos decisiones, es la clave para muchos negocios a fin de mantenerse en pie.
Durante la pandemia, una de las opciones para el sustento de miles y miles de familias ha sido emprender su propio negocio. A continuación comparto con ustedes algunos aspectos que he observado asesorando MIPYMES, emprendedores e incubando empresas, a lo largo de algunos años de experiencia:
1. Pensar que las ideas tienen un valor
Miles de personas en el mundo tienen ideas geniales para iniciar un nuevo negocio o replantear el que tienen; sin embargo, muy pocas se atreven a ponerlas en acción.
¿Cuánto vale una idea? Nada, hasta que no te atrevas a ponerla en acción y pruebes que puede funcionar.  Las ideas de negocios cobran valor cuando las ponemos a prueba; en tanto no lo haces, se reducen sólo a una charla de café.
Recuerda: cuando estás pensando en emprender tu gran IDEA, miles de personas ya lo están haciendo; por lo tanto, es importante plantear  las ideas en “papel y lápiz”  y empezarlas a desarrollar.
2. Aceptar el miedo y el fracaso, sólo como una posibilidad
Robert Kiyosaki
en su libro Padre Pobre, Padre Rico, plantea que el miedo sale muy caro. Desafortunadamente la mayoría de la gente no logra sus metas económicas porque está aterrada de perder. “Los ganadores no tienen miedo de perder. Pero los perdedores sí. El fracaso es parte del proceso del éxito. La gente que evita el fracaso también evita el éxito.”
Sin duda uno de los aspectos que detienen a los emprendedores es no creer en sí mismos, ya que no aprecian sus talentos y habilidades. Culturalmente es más fácil enfocarse en ver los defectos y errores que las virtudes; sobre todo, porque muchas veces desde el hogar o en la escuela no se cuenta con el ambiente propicio, es un deporte nacional señalar, enjuiciar, criticar y esto no edifica en la seguridad y autoestima de nadie.
En una sociedad donde se castiga el fracaso, muy pocas personas se atreven a intentar, es preferible estar en una zona de confort que tratar de hacer algo, “que tal si me va mal, mejor no lo intento”.
El fracaso en los proyectos siempre será una posibilidad, que no puedes evitar; sin embargo, si no lo intentas, siempre vivirás con la duda, por lo que te recomiendo hacerte cargo de tus miedos: la mejor forma es aprender a emprender.
El miedo es una emoción natural que nos acompaña toda la vida, pero debemos aprender en reconocerlo, aceptarlo y regularlo; ya que nos puede atrapar y paralizar en una zona de pánico que afecte en nuestra salud física y emocional, y obstaculizar nuestra vida afectiva y el avance en el desarrollo de nuestros proyectos. El único antídoto contra el miedo es trabajar en tu propia autoestima, optimismo y esperanza; desarrollar planes y ejecutarlos.
3. Identifica océanos azules
La mayoría de los nuevos negocios que se abren lo hacen en océanos rojos, es decir aquellos sectores en los que existe una feroz competencia, los márgenes de utilidad son muy bajos, y las deslealtades son sus características.
En los océanos rojos los límites de las industrias están perfectamente definidos y son aceptados tal cual son. Además, las reglas del juego competitivo son conocidas por todos. En este mundo, las empresas tratan de superar a los rivales arañando poco a poco la cuota de mercado.
Conforme aparecen más competidores, las posibilidades de beneficios y crecimiento disminuyen, los productos se estandarizan al máximo y la competencia se torna sangrienta (de ahí el color rojo de los océanos).
Para sobrevivir en estos océanos se requiere de una estructura de gastos de operación muy delgada, un gran capital y vender grandes volúmenes al contado. Los océanos azules, por el contrario, se caracterizan por la creación de mercados en áreas que no están explotadas en la actualidad, y que generan oportunidades de crecimiento rentable y sostenido a largo plazo.
El libro La estrategia del océano azul sugiere la innovación como propuesta de valor, generando ventajas competitivas en donde los clientes son los principales beneficiados. En otra edición ampliaremos este tema tan fascinante.
4. La red, investigación, canales de comercialización, clientes
Hace veinte años a las empresas cuánto les costaba en tiempo y dinero cuantificar e identificar sus segmentos de mercado, conocer a la competencia, darse a conocer con 100, 1000, 10,000 clientes; ¡imágínate! Hoy esto es cuestión de talento, creatividad, aplicación y desarrollo, a través de todas las herramientas que nos ofrece internet.
Hoy tienes la oportunidad de posicionar tu empresa realmente en poco tiempo y un presupuesto que puede estar al alcance de un emprendedor.
5. Regularizar tus operaciones en la economía formal
He conocido a muchos emprendedores que se quedan en el síndrome del negocio enano, por no querer darse de alta ante las autoridades fiscales, rentar un local, registrar una marca, darse a conocer, crecer y expandirse por temor.
Vivir en la incertidumbre de la economía informal, es como ser migrante en otro país, siempre vives con el temor de que te caiga la migra y te deporte.  Hoy como está la ley prácticamente te quedas al margen de crear una estabilidad económica y formar un patrimonio, ya que en cualquier momento te puede incautar la autoridad por discrepancia fiscal, es decir, por lavado de dinero. Te dejo de tarea.
6. Necesitas una carta de navegación y una brújula
Tomar la decisión de iniciar un negocio sin un plan de negocios es verdaderamente temerario, requieres dedicar tiempo para planear y definir los puntos estratégicos de tu negocio. El Modelo y Plan de Negocios es un documento indispensable para iniciar, establecer y consolidar tu empresa.
7. Emprende con tus propios recursos
Si estás esperando heredar, sacarte la lotería o que el gobierno te proporcione el dinero para iniciar tu empresa, te advierto que envejecerás y el dinero no llegará. Así que ahorra, busca a la abuela, realiza una colecta familiar, vende aquello que no necesites y arranca tu negocio.
 8. Se resiliente
Cuídate de ti, de tus juicios, tus palabras y decisiones cuando el horizonte no se vea claro. Registra lo que aprendes e identifica las fortalezas que desarrollas cuando el cielo se nubla, quizás sea momento de guardarse de la tormenta, tranquilizarse, tomarse un té;  porqué no, un vinito para repensar y estar listos cuando salga el sol.
9. Emprender con un familiar o amistad
Por favor, por favor, si de emprender se trata con familiares o amistades, piensa muy bien y considera los siguientes puntos:
– Si tienen objetivos comunes
– Si se ven en el corto y mediano plazo en la empresa
– Qué pasaría si les va mal en el negocio, y
– Sobre todo, qué pasaría si les va muy bien
– Sus valores: observa y registra lo que dice pero sobre todo lo que finalmente hace; y pregúntate, ¿es congruente?
– Establece acuerdos por escrito
– Registra todo lo que debas registrar, lleva una memoria de papel
– Establece acuerdo de honestidad, integridad y transparencia
– No permitas que te carguen ni cargar
– Establezcan políticas de aportaciones en capital o especie
–  Dale valor a las ideas
– Desarrolla planes estratégicos y de trabajo con responsabilidades.
10. Evalúa financieramente el negocio
La pregunta obligada: ¿tienes un negocio o sólo un capricho? Es importante que desarrolles un tablero con los indicadores. En una primera etapa los más importantes del negocio: inversión, ventas, costos, gastos y utilidades.
Sobreponte a las adversidades y aprende de los malos momentos; si te llegas a caer, levántate, sacúdete y sigue avanzando.
Y no lo olvides: Elige VIVIR PositivaMENTE
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