Emprender: El proyecto de muchos colombianos para 2022 – KienyKe

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El proyecto de investigación Global Entrepreneurship Monitor, GEM encontró que el 89% de los colombianos estarían dispuestos a emprender en el 2022, una cifra muy interesante sobre todo en un momento crucial para los diferentes sectores económicos que desde ya se proyectan para empezar el nuevo año con el pie derecho. 
Sin embargo para nadie es un secreto que emprender es un tarea ardua que exige mucho compromiso y entrega, por eso en Kienyke.com en compañía de los expertos de Ruta Bogotá E, el programa de la Alcaldía Mayor de Bogotá liderado por la Secretaría de Desarrollo Económico para formar y apoyar a nuevos emprendedores, algunos consejos.
Todo parte de una idea y de cómo esta se conecta con el conocimiento y la imaginación que es seleccionada entre muchas otras para continuar el camino de agregar valor y convertirse en un producto, un servicio, una mejora, un ahorro o una nueva actividad.
 Entender que no hay ideas malas y que no debe enamorarse de ninguna de ellas, es el primer paso. Tenga en cuenta que es un proceso colaborativo y de evaluación.
También es importante dividir las ideas por su factibilidad, posibilidad y atractivo. La que cumpla las tres condiciones será aquella que debería llevar a la realidad.
Una vez tenga claridad en el camino que va a seguir, el siguiente paso es la generación del modelo de negocio. Pero, ¿qué es un modelo de negocio? Este se define como el concepto que describe las bases sobre las cuales una empresa capta, crea y proporciona valor.
Según Alexander Osterwalder, hay una forma  rápida y amigable de visualizar cualquier modelo, esta es una herramienta  llamada Canvas o la técnica del Lienzo. Los modelos están compuestos por 9 variables en su respectivo orden: Cliente, Producto, relaciones con los clientes, canales de distribución, ingresos, recursos claves o activos, actividades clave, asociaciones clave y costos. Con esta sencilla y esquemática herramienta, podemos estructurar el modelo de cualquier actividad orientada  a la creación de valor. 
Teniendo claridad en cuanto a la idea a llevar adelante y su vestido llamado modelo de negocio, podemos pasar a la siguiente etapa que llamamos prototipar. Estos conceptos se pueden apreciar con claridad en un concepto originado en la Universidad de Stanford llamado Desing Thinking que hoy en día puede adaptarse a cualquier actividad productiva. 
Un prototipo en esencia es la representación o simulación del producto o servicio final que nos va a permitir verificar el diseño y ver si cumple con las con las características específicas planteadas. Prototipamos para aprender, para estar en contacto con el usuario y conocer sus reacciones y para minimizar los riesgos en ambientes simulados antes de salir al mercado. Esta prueba de acierto y error nos va a marcar el camino a seguir.
En este paso aparece otro concepto: El pivote. Hasta encontrar el prototipo final, se requieren numerosas correcciones que se hacen en el modelo de negocios, destinadas a mejorar la relevancia y la aceptación. A estas modificaciones se les conoce como Pivotes. 
En esencia el pivoteo es una actividad que reúne todo el aprendizaje del testeo de los prototipos, donde escuchamos y observamos al cliente para ir construyendo con mucha asertividad el producto que saldrá al mercado como resultado de la prototiparían. Pueden existir tantos pilotos como correcciones y adaptaciones necesite nuestro producto.
Una vez estamos listos para el lanzamiento de nuestra idea convertida en producto, debemos preparar nuestra organización para adaptarse a esa nueva realidad, este proceso lo conocemos como adaptación al cambio. Cuando algo nuevo lleva, genera una gran expectativa y una transformación implícita que a menudo no es fácil de manejar. 
Este proceso inicia con el diseño de un mapa de ruta, donde están los objetivos, el alcance, las etapas y el equipo a cargo. Con esta información se evalúa el impacto en la organización a través de un mapa de stakeholders, que no es otra cosa que poner en contexto todas las comunidades involucradas en mi proyecto. Los departamentos internos, los proveedores, los accionistas y en fin todos aquellos que reciban un impacto. Una vez construida esta matriz ponemos en marcha el programa con diferentes actividades: un plan de comunicaciones, un plan de entrenamiento, un grupo de formadores y un esquema de recompensas por logros.
En el contexto de nuestro nuevo producto existe un factor clave a considerar, este es nuestra competencia. Aparece un nuevo término : Benchmarking, definido como la búsqueda de las mejores prácticas del segmento que pueden conducir a un mejor desempeño. En esencia es analizar detenidamente a la competencia como un aliado, una fuente de información y un espejo para tener puntos de diferenciación claros.
Si estamos en el mercado tenemos que mirar constructivamente nuestra competencia.
Innovar es convertir las ideas en valor partiendo de un diagnóstico y teniendo un objetivo. Podríamos decir que aquí reunimos en un solo concepto todas las demás competencias que hemos mencionado.
Los productos por muy innovadores y novedosos que sean tienden a perder su valor en el tiempo. Es por esto que debemos tener procesos de innovación permanente orientados a mejorar nuestros productos o servicios (innovación incremental) o a crear nuevos productos y mercados (innovación disruptiva). 
Esta séptima competencia nos ubica en una ruta cíclica de actividades donde todos los días llegan nuevas ideas, hacemos prototipos, evaluamos modelos de negocios, testamos y estamos en comunicación con los clientes, aprendemos de la competencia y miramos al futuro para construir mejor el presente. No existe mejor definición del emprendimiento como esta ruta generosa de logros, objetivos y propósitos.
Es así como paso a paso se construye una idea y una hoja de ruta. Para Fernando Merchán Ramos, Director de desarrollo empresarial y emprendimiento “Se están promoviendo diversos tipos de programas desde la secretaría  para ayudar a los emprendimientos de la ciudad y así, combatir los efectos de la pandemia». 
Fernando Merchán invita a la ciudadanía a que se conecte con los programas que desde la Secretaría de Desarrollo económico, se han preparado para los emprendedores.

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