El que una vez fue considerado como el país con las mayores reservas del petróleo del mundo, hoy es visto con sospecha y de dudosa responsabilidad tanto jurídica como económica. Hacer negocios en Venezuela es una actividad de "alto riesgo" cuando de petróleo se trata. El panorama es desalentador para la industria petrolera venezolana. La empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) hace más de dos décadas era una de las mayores y más eficientes empresas petroleras del mundo. Hoy tiene una deuda imposible de asumir: 85.000 millones de dólares. El exmandatario Hugo Chaves dejó a la principal gallina de los huevos de oro venezolana herida de muerte y Maduro ha conseguido que colapse. La corrupción institucional, la falta de reinversión y las tecnologías obsoletas han terminado por finiquitar una de las industrias más rentables del mundo en el país caribeño.
Rafael Quiróz, es un reconocido economista experimentado en el ámbito del petróleo y, a lo largo de su carrera, se ha encargado de investigar al detalle lo sucedido con la debacle y destrucción de la industria petrolera en el país latinoamericano. A su juicio, todo comenzó con la deficiente gestión del el expresidente Hugo Chávez y ha terminado en una deuda multimillonaria: “es una industria petrolera que tiene una deuda de ochenta y cinco mil millones de dólares y además de eso, por supuesto una nomina sobrecargada de cuarenta y un mil empleados a pesar del éxodo que ha habido en los últimos cuatro años”.
Para Quiróz, la industria petrolera venezolana se encuentra en su peor momento: “tenemos una producción petrolera descendente desde el 2005. La producción lleva cayendo de forma ininterrumpida hasta hace dos años(…) de tres millones doscientos mil barriles al día (3.200.000), pasamos prácticamente a seiscientos noventa mil barriles diarios (690.000). No se han hecho las inversiones necesarias en los últimos diez años en producción, refino y con un parque refinador que impide que se le haga el mantenimiento desde hace casi cinco años”.
Con este panorama tan obscuro, la radiografía del sistema petrolero venezolano no es bien vista a nivel mundial, a pesar de que el país cuenta con pozos petroleros que están inoperativos.
En el informe anual se estima que las reservas de Venezuela se sitúan en 27.000 millones de barriles para el año 2022. Según los cálculos de Rystad, esta es la estimación más probable para los yacimientos existentes, más los recursos contingentes en los descubrimientos, más los recursos de riesgo prospectivos en yacimientos aún no descubiertos, según World Energy Trade.
En cuanto a las reservas probadas más las probables de Venezuela, Rystad las calcula en 4.000 millones de barriles. De acuerdo a los cálculos, con una tasa de producción actual de 800 mil bpd, se estima que las reservas recuperables del país durarían 99 años. Este año Venezuela fue superado por Qatar y Kazajistán, países que en 2021 ocuparon los puestos 12 y 13 respectivamente.
