El estado de la moda 2022: ¿el año de la recuperación? – Revista del Calzado

Tras más de dos años bajo la amenaza de la covid-19, la industria internacional de la moda empieza a despertar. Para ello busca nuevas estrategias que se adapten a una economía en crisis y a un cliente con hábitos de consumo influidos por los confinamientos y el distanciamiento social. Para ayudar a comprender cómo evolucionará el consumo de moda durante un año tan impredecible como el 2022, la consultora internacional McKinsey & Company ha publicado, como en ediciones anteriores, el estudio The State of Fashion 2022, donde propone las 10 tendencias clave que revolucionarán la industria de la moda textil y calzado y marcarán su futuro.
1.- Recuperación desigual
La recuperación del impacto económico relacionado con la covid-19 será desigual según mercados de consumo y regiones de abastecimiento, ya que los países con sistemas de salud sólidos y resiliencia económica tendrán mejores resultados. En este entorno irregular, los principales actores del mundo de la moda con presencia internacional deberán analizar sus estrategias de inversión con precisión, reevaluar sus acciones con regularidad y mitigar los riesgos específicos del mercado.
2.- Embotellamiento logístico
La industria de la moda depende de una intrincada red de cadenas de suministro globales que están experimentando niveles de presión e interrupción sin precedentes. Con los atascos logísticos, el aumento de los costes de transporte y la escasez de muchos materiales y componentes, las empresas deben repensar sus estrategias de abastecimiento al tiempo que implementan una gestión de la cadena de suministro actualizada y ganan una mayor flexibilidad para mantener un flujo de productos ajustado a las necesidades de sus clientes.
3.- Lujo doméstico
Los viajes han sido tradicionalmente un impulsor clave del gasto en lujo, pero no se espera que el turismo internacional se recupere por completo hasta el 2023-2024. Para atrapar el cambio en los patrones de compra que se darán en 2022, las firmas de lujo deberán relacionarse más profundamente con los consumidores locales, reequilibrar su contacto con los minoristas globales y redes libres de impuestos e invertir en nuevos clientes a través de canales de comercio electrónico locales.
4.- Renovar el vestidor
Después de centrarse en prendas como la ropa de estar por casa y la deportiva durante casi dos años, los consumidores gastarán en otras categorías, ya que la demanda reprimida de novedades coincide con más libertades sociales fuera del hogar. Para anticipar estas preferencias, las marcas deben apoyarse más en el desarrollo de productos basados en datos, ajustando su combinación de inventario para garantizar que los escaparates atraigan a todos esos consumidores que quieren volver a adaptarse a los nuevos estilos de vida.
5.- Mentalidad del metaverso
A medida que los consumidores pasan más tiempo online y la publicidad en torno al metaverso continúa siendo más abundante, los líderes de la moda descubrirán nuevas formas de interactuar con los más jóvenes. Las marcas deben explorar el potencial de los tokens no fungibles (NFT), los juegos y la moda virtual, los cuales ofrecen nuevos caminos hacia la creatividad, la creación de comunidad y el comercio.
6.- Compras sociales
El comercio social está experimentando un gran crecimiento a medida que la nueva funcionalidad y la creciente comodidad del usuario con el canal abren oportunidades para experiencias de compra más ajustadas a sus gustos. Aunque los casos de uso difieren entre los distintos mercados internacionales, las marcas deben redoblar la experiencia de compra personalizada en aplicaciones y probar oportunidades en tecnologías como la transmisión en vivo y la prueba de realidad aumentada.
7.- Textiles circulares
Una de las palancas más importantes que la industria de la moda puede usar para reducir su impacto ambiental es el reciclaje de ciclo cerrado, un sistema que ahora está comenzando a implementarse a escala global y promete limitar la producción extractiva de materias primas vírgenes y disminuir los desechos textiles. A medida que estas tecnologías maduren, las empresas deberán integrarlas en la fase de diseño del desarrollo de productos mientras adoptan procesos de recolección y clasificación a gran escala.
8.- Pasaportes para productos
En un intento por impulsar la autenticación, la transparencia y la sostenibilidad, las marcas están utilizando tecnologías para almacenar y compartir información de productos con consumidores y socios. Para aprovechar al máximo estos «pasaportes de productos» digitales, que pueden ayudar a las marcas a combatir la falsificación, diferenciarse y generar una mayor confianza del consumidor, las empresas deben unirse en torno a estándares comunes y participar en proyectos piloto a escala global.
9.- Resiliencia cibernética
A medida que la digitalización de los negocios de moda alcanza nuevas formas, las empresas enfrentan más amenazas de ataques cibernéticos y riesgos crecientes relacionados con el manejo inadecuado de datos. En medio de una mayor sofisticación en el delito cibernético y aumentos en la presión regulatoria y de los consumidores, las marcas deben actuar con urgencia para reforzar sus defensas e invertir más para hacer de la seguridad digital un imperativo estratégico.
10.- Escasez talento
Las empresas que confían en el atractivo de la marca o el encanto de la moda para atraer y retener talento deberán mejorar su estrategia a medida que se intensifique la competencia tanto dentro como fuera de la industria, lo cual generará más vacantes en 2022. Mientras que los empleados reconsideran sus prioridades, las empresas deben actualizar sus estrategias para ofrecer un lugar de trabajo cada vez más flexible, diverso y digitalizado.
Consultar el estudio The State of Fashion 2022:
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Categoría: Actualidad, Reportajes



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