En el caso de EE.UU., el tamaño del mercado, la resiliencia que siempre ha mostrado ante las diversas crisis y la ventaja comparativa que la oferta española conserva en muchos de los sectores analizados, hacen que se mantenga como uno de los pocos mercados estables para hacer negocios.
Le sigue Países Bajos por tratarse de un mercado de muy fácil acceso. No obstante, en Europa, Francia es el mercado posiblemente menos desgastado por los problemas logísticos y se mantiene firme como uno de los destinos prioritarios de las empresas. Polonia, pese a su proximidad con la guerra de Rusia en Ucrania, es también un mercado de oportunidades, especialmente impulsadas por los fondos europeos que recibe.
China, pese a dar signos de estancamiento en varios ámbitos, como el inmobiliario y los problemas de gestión de la pandemia, sigue en los primeros puestos del ranking por la gran capacidad de este mercado y su entorno comercial. No obstante, este freno a su crecimiento se ha visto agudizado por la excesiva incertidumbre sobre la seguridad invertir en este mercado. Frente a ello, destacan por su dinamismo algunos mercados asiáticos, especialmente la India e Indonesia que, progresivamente, están acumulando protagonismo en la región y presentan oportunidades en diferentes sectores.
Otros mercados con buena posición en el ranking son Ghana, en África, y México, en Latinoamérica. Ambos se ven beneficiados por su posición estratégica en las respectivas regiones y por un crecimiento lento pero constante.
“En el contexto actual, las estrategias del pasado sólo son parcialmente útiles. Las empresas necesitan nuevos enfoques para abordar los nuevos retos, a través de la prospectiva para anticiparse y la capacidad de adaptación. Debemos evitar que la gestión de las emergencias actuales no nos permita anticipar y prepararnos ante situaciones futuras”, explica el director general de amec, Joan Tristany. En este sentido, una estrategia global, basada en desarrollar la resiliencia, es esencial para hacer frente a los obstáculos, adaptarse y crecer continuamente. “Para convertir una crisis en una oportunidad de crecimiento, tan importante es anticiparse para crear una ventaja respecto a nuestra competencia, como adaptarse ante lo que no podemos prever”.