Los puestos y negocios que hay en el tianguis de La Pulga son de lo más variados: hay de ropa, tenis, comida y emprendedores, quienes, sin importar la edad, han sabido aprovechar su talento para emprender y ofrecer un producto a sus clientes.
Un ejemplo es el de Claudia Romero, quien a sus más de 50 años, ofrece pulseras, aretes, collares y demás artículos de bisutería, todos hechos por ella, con su creatividad.
Mientras trabaja en el pasillo 3 del popular tianguis sabatino de León, cuenta su historia:
“Tengo cinco años dedicada a esto, fue cuando me pensioné. Yo solita, sin cursos ni nada. Ahora ya tengo experiencia y clientela, porque siempre intento dar muy buen precio. Si mis pulseras son sencillas, me tardo una hora, si tiene más piedritas y adornos, hasta dos horas. Lleva su tiempo hacerlas y hay que tenerle dedicación, lo bueno es que como pensionada tengo más tiempo”.
Claudia recuerda:
“Para hacer los aretes, compro las bases, que se llaman postes, para después unirlos con una argollita que quede colgada la piedrita o la figura que me piden. A la gente les gusta mucho. Una pulserita, por ejemplo, la vendo en 35 pesos. Otras que tienen chapita de oro o acero también son muy gustadas”.
Cuando comenzó el problema de la pandemia del coronavirus, fue necesario e imperativo que todos los negocios cerrasen sus puertas, Claudia tuvo que detener un rato su negocio. Sin embargo, eso no la detuvo ni la limitó. Pese a que el tianguis estaba cerrado, siguió trabajando:
“A veces me pedían productos y yo iba a entregarlos. Mientras tanto, me quedé en la casa haciendo más pulseras, aretes y collares. Hasta el momento no tengo página de Facebook, pero mis clientes sí que me la han pedido, para que puedan ver todo lo que tengo. Yo he difundido mi trabajo de boca en boca, o me mandan WhatsApp y yo los entrego”.
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