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"Criar a nuestros hijos es una carrera cuyos requerimientos en términos de horas va cayendo a lo largo del tiempo", dice Fabiana Mejalelaty, coach y mentora de negocios. Advierte sobre el síndrome del nido vacío y explica cómo este puede convertirse en trampolín para emprender un proyecto.
Foto: Shutterstock
Durante años la maternidad y la posibilidad de crecer en el ámbito laboral o llevar adelante la propia empresa parecían ser actividades contrapuestas. Tanto que, aun cuando desde hace décadas las mujeres combinan trabajo y maternidad, sigue habiendo deudas sociales, económicas y profesionales que la sociedad debe saldar.
Según Fabiana Mejalelaty, coach y mentora de negocios, «cuando nuestros hijos tienen entre 1 y 2 años, es un trabajo de más de 8 horas al día». La experta, fundadora de AlumbraLab, un espacio que impulsa a las mujeres a crear e impulsar sus proyectos de negocio, se detiene para explicar que la carga horaria que demandan los niños comienza a bajar cuando estos comienzan el jardín de infantes y entonces las madre comienzan a organizar milimétricamente sus agendas para exprimir tanto como sea posible esas horas que quedan libres,
Recién cuando los niños comienzan la primaria -y más aun si optan por una educación de jornada completa- «aparecen más horas disponibles para enfocarse en un proyecto laboral. Pero para muchas mujeres sigue siendo difícil, sobre todo si tienen más de un hijo», detalla Mejalelaty.
Con el transcurrir del tiempo, hacia el final de los años de educación obligatoria, «‘las acciones’ de ser madre cotizan en baja ante la mirada de los hijos. Los hijos no quieren ser nuestra prioridad y empiezan a querer sus espacios. Mucho más aún cuando empiezan la universidad», dice la experta. Y entonces sentencia: «Muchas de madres sienten un fuerte cimbronazo».
Surgen infinitas preguntas entre las cuales la experta destaca tres:
«Desde mi experiencia como coach y mentora de negocios, no puedo dar respuesta a esas preguntas. Hacer futurología y hacer una autopsia del pasado no son dos actividades que recomiendo ni promuevo», dice y entonces se dispone a compartir lo que sí sabe: ayudar a encontrar posibilidades.
Aunque antes de meterse de lleno en las claves para aprovechar el nido vacío como trampolín para emprender un proyecto propio, «Las mujeres que dejaron de lado su título o su carrera por ser madres, cuando se encuentran a sí mismas frente al espejo 15 o 20 años más tarde, además de llenarse de arrepentimientos o preguntas (que, insisto, no sirven) sobre el pasado, se llenan de dudas sobre si mismas. Comienzan a sentir una combinación letal del síndrome del impostor con comparaciones inconducentes con personas que en los últimos 20 años se enfocaron en sus carreras».
Según Mejalelaty esto tiene que ver con el síndrome del impostor, al que describe como «un fenómeno psicológico que hace que aquellas personas que lo padecen sienten que nunca se encuentran a la altura de las circunstancias o que sean incapaces de aceptar que merecen lo que han obtenido como fruto de su trabajo».
La coach señala que el síndrome del impostor hace que muchas mujeres duden de sus conocimientos y su capacidad. «Cuando les pregunto si en su casa cada día había comida, la casa estaba limpia, los hijos iban al colegio con lo que necesitaban en la mochila, tenían los útiles, los libros y los cuadernos y la ropa limpia, me responden que sí», relata y acota: «Y eso, ¿ocurría por arte de magia o por la magia de ellas como Project Manager de sus hogares?»
Revela un secreto: muchas de las mujeres a las que acompaña apelan a la comparación para autoboicotear sus proyectos. «Recuerdo una clienta que durante sus años de maternidad, se había formado como instructora de yoga y meditación y si bien su profesión de base era de administración de empresas, cuando empezó a notar su nido vacío empezó a pensar si ella podría armar algo en el ámbito de yoga y meditación. Al comenzar nuestro trabajo, lo primero que hizo fue compararse con una influencer de centro américa que tenía cerca de dos millones de seguidores». ¿Cuál es el problema de estas comparaciones? Qué el resultado tiende a abrumar y paralizar a la persona.
Del nido vacío al emprendimiento propio
Habituada a acompañar e impulsar a mujeres que buscan desarrollar proyectos propios, Mejalelaty enumera los cinco pasos clave para quienes «pueden agradecer el haber tenido la posibilidad de enfocarse en fortalecer su hogar y criar a sus hijos y ahora sienten que tienen espacio como para pensar en su desarrollo profesional». Sabe que es clave saber por donde empezar y por eso indica cuáles son las claves para pasar el nido vacío al emprendimiento propio:
- Hacé una lista de tus fortalezas y tus logros. Pedile ayuda a tus amistades y conocidos y preguntales qué destacan de vos, en qué te consideran buena. Pasá esta lista en limpio, y atesorala. Ponela en un cartel bien grande y apalancate en estas fortalezas.
- Anotate en alguna formación o actualización en tu formación que te permita sentirte actualizada, que te recuerde que tus conocimientos están allí, que te permita abrir conversaciones sobre algo que estás haciendo ahora.
- Cuando te llenes de dudas, repetí esta frase: “Gracias dudas, les agradezco la intención de cuidarme, sin embargo, me están paralizando. Les pido silencio porque estoy avanzando”.
- Buscá un coach, un mentor, un grupo de pertenencia que te acompañe y te ayude a sostenerte como las rueditas en la bicicleta, hasta que tu quehacer este “andando” y pueda seguir ya sin rueditas.
- Recordá que comunicar y vender lo que hacés son la pieza clave para avanzar. No te quedes soñando que IG mágicamente va a hacer estas tareas por vos. Armá un plan comercial que te de chances reales de lograr tu resultado.
Mejalelaty insiste en que «cada camino es único». Dice que «hay madres que han trabajado con culpa, madres que han trabajado sin culpa, madres que empezaron emprendimientos solas o con amigas, y madres que eligieron no trabajar. Sea cuál sea tu elección, siempre estás a tiempo de rediseñar tu vida y elegir otro camino», concluye.
Domicilio legal: Arístides Villanueva 444, Mendoza, Argentina.
Director Editorial responsable: Pablo Icardi | Propietario: Territorio Digital S.A. | Registro DNDA N° 11804985 | N° de Edición: 5548 | Domingo 16 de Octubre 2022 .
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