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Es el inversionista más exitoso de la era moderna, podría decirse. Warren Buffett sigue siendo el presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway a los 91 años, y actualmente tiene un patrimonio neto de más de 113,500 millones de dólares.
Apenas este mes volvió a dar otra clase magistral, al conocerse que adquirió 1,000 millones de dólares en acciones de la empresa de videojuegos Activision Blizzard durante el cuarto trimestre de 2021, aprovechando una baja en el precio de la acción tras algunas noticias negativas. Luego, en enero pasado, Microsoft anunció su intención de adquirir la empresa, provocando un incremento de 24% en el precio de la acción.
Como multimillonario hecho a sí mismo, no sorprende que Warren Buffett tenga multitudes de inversionistas aficionados a seguir sus pasos y adoptar sus principios de inversión. Sin embargo, la pregunta sigue en pie: ¿puedes moverte como Buffett?
Comúnmente conocido como el “Oráculo de Omaha”, Buffett desarrolló su interés en el mundo de los negocios y la inversión a una edad temprana. De hecho, a los 11 años compró su primera acción. El futuro multimillonario compró tres acciones de la compañía petrolera Cities Service, en alrededor de 38 dólares (de aquellos) por acción.
El niño vendió rápidamente sus acciones poco tiempo después a 40 dólares, obteniendo una ganancia de 2 dolarotes por acción. Más tarde aprendería una lección importante sobre la paciencia, cuando el precio del título se disparó a 200 dólares.
Buffet estudió y trabajó con el famoso inversionista Benjamin Graham en su firma de inversión. Graham a su vez promocionó durante su carrera la conocida estrategia de “inversión de valor” (value investing) que influyó en gran medida en la filosofía de inversión de Buffett. Poco después el hoy nonagenario fundó su propia compañía de inversión, llamada Buffett Partnership. Con solo 100 dólares a su nombre, Buffett recaudó aproximadamente 105,000 dólares en total, provenientes de siete socios.
La magia comenzó: para 1962, Buffett había aumentado los activos de sus inversionistas a un total de 7.2 millones de dólares, con su propia participación valorada en más de 1 millón de dólares. En ese mismo año, invirtió por primera vez en la empresa de manufactura textil Berkshire Hathaway, y se convirtió en el mayor accionista de la empresa 12 meses después. En 1965, Buffett fue nombrado presidente de Berkshire Hathaway.
En 1983, las acciones de Berkshire Hathaway alcanzaron un hito de 1,000 dólares por acción, después de que Buffett alcanzara un patrimonio neto de 620 millones de dólares, mediante una serie de inversiones exitosas en acciones como Washington Post Company, GEICO, ABC Broadcasting y RJ Reynolds.
Para 1985, Forbes estimó el valor neto de Buffett en 1,000 millones de dólares y en 2022 superó los 110,000 millones de dólares, para convertirse en la sexta persona más rica del mundo según Bloomberg.
Mientras tanto, las acciones de Berkshire Hathaway actualmente están valoradas en más de 316 dólares por acción, y la cartera de la compañía incluye algunas de las empresas de más alto perfil del mundo, como Amazon, Apple, American Express, Bank of America, Chevron, Coca-Cola, Kraft, Procter & Gamble y General Motors.
Si bien Buffett es famoso por su frugalidad –desayuna en McDonald’s todos los días (y no gasta más de 3.17 dólares cada vez) y vive en la misma casa de Omaha que compró en 1958 por solo 31,500 dólares–, también ha estado practicando el arte de obtener ganancias significativas la mayor parte de su vida.
Entonces, ¿cuáles son los principios de inversión de Buffett y cómo puedes aplicarlos a tus propias estrategias?
Buffett no presta mucha atención a los altibajos diarios del mercado de valores. En su lugar, opta por entender el precio frente al valor, eligiendo invertir en empresas en función de su valor subyacente, observando indicadores como ingresos, crecimiento potencial, activos y dirección estratégica.
En la reunión anual de Berkshire Hathaway de 2008, Buffett dijo que “lo que vemos cuando miramos el mercado de valores es a miles y miles de empresas siendo valoradas todos los días. Ignoramos el 99.9% de lo que vemos, aunque sí las revisamos. Y luego, de vez en cuando, vemos algo que parece tener un precio atractivo como negocio para nosotros”.
Buffet es conocido por encontrar la empresa adecuada al precio adecuado y ha tenido un éxito increíble en evitar trampas de valor. Las trampas de valor ocurren cuando los inversionistas piensan que están obteniendo una acción a un precio con descuento, pero en realidad el negocio tiene una falla fundamental que reduce significativamente su valor intrínseco.
Al centrarse en la calidad en lugar de la fama, puede evitar el atractivo de acciones baratas pero que deberían valer mucho menos. Citado en su carta anual a los accionistas de Berkshire Hathaway en 1989: “Es mucho mejor comprar una empresa maravillosa a un precio razonable que una empresa razonable a un precio maravilloso”.
Buffett dice: “nunca inviertas en un negocio que no puedas entender”. Esto no significa necesariamente que debas ser un experto en una empresa determinada, pero al menos debes ser capaz de comprender lo que hace, cómo se han desempeñado y estar bien informado sobre la industria en la que se encuentra.
Los inversionistas siempre deben mantenerse actualizados y leer las noticias sobre sus empresas favoritas antes de realizar una inversión, con el fin de comprender los entresijos del negocio y si tienen potencial de crecimiento antes de lanzarse.
Al adoptar una estrategia de inversión de largo plazo, una vez que Buffett compra acciones, rara vez las vende. De hecho, algunas de sus inversiones actuales se remontan a la década de 1960. Si desea invertir como Buffett, es aconsejable considerar una mentalidad de largo plazo y no preocuparse demasiado por lo que está haciendo una empresa o acción a corto plazo. El célebre millonario se enfoca en empresas que tienen una ventaja competitiva de largo plazo durante la siguiente década más o menos.
Buffett entiende que invertir no se trata de una gratificación instantánea; se trata del éxito a largo plazo. Es un gran creyente en el aprendizaje continuo a lo largo de la vida y lee todo lo que una empresa tiene disponible para tomar las decisiones de inversión más informadas posibles: “Me quedo siempre con la idea de leer todo lo que esté a la vista”.
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.
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