Cómo comprar acciones en Wall Street sin comisión – iProUp

El mundo de las monedas virtuales avanza a paso firme en la Argentina. Pero mientras todos ponían los ojos ahí, Ariel Sbdar se quedó mirando la pintura completa.
«Vimos que el mercado cripto estaba creciendo mucho en el país, nos sorprendía y nos preguntábamos por qué esa gente no compraba activos tradicionales. Y la respuesta es porque no hay innovación en el sector», asegura a iProUP el cofundador y CEO de Cocos Capital, una plataforma de inversiones que no cobra ningún tipo de comisión.
«Nos dimos cuenta de que el mercado financiero argentino estaba en deuda: hay cientos de miles de inversores en activos del mundo cripto pero en los activos tradicionales no había ningún tipo de innovación ni de acercamiento al inversor más retail. Así nos dimos cuenta de que ahí había una oportunidad enorme de atraer a cientos de miles de personas y la forma que creímos más conveniente es la de sacar las comisiones», relata Sbdar.

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Comprás acciones de Wall Street, fácil y sin comisión: esta startup argentina ofrece &quot;inversiones para todos&quot;

Según el CEO, lo que hace Cocos Capital es dar vuelta la ecuación que conocemos hasta ahora y señala: «Hasta nuestra llegada, la industria le cobraba menos al que más invertía y eso nos parecía un esquema regresivo; es muy difícil que el inversor pequeño se acerque dentro de esa lógica».
«Nosotros no le cobramos nada al que recién arranca a invertir, sino que es al que se pone un poco más canchero y demanda otro tipo de servicios a quien se le cobra. A medida que uno se vuelve más pro de alguna forma está dispuesto a pagar por diferentes tipos de servicios y ahí es donde nosotros vimos un modelo de negocios», describe.
«Básicamente se trata de un modelo freemium –continúa– y no es algo que nosotros inventamos, lo que hicimos fue imitar un modelo de otras industrias para traerlo al mercado financiero. Nos acercamos al pequeño inversor y al que nunca se metió en el mercado de capitales de forma gratuita».
Que las comisiones sean cero implica la autogestión para el usuario, pero si necesita de un apoyo extra existe Cocos Gold, un servicio pago que ofrece atención personalizada. «El inversor que tal vez necesita dar un paso más se acerca solo», remata el cofundador de la Fintech para explicar su operatoria.
Para Sbdar, el efecto del trabajo de la empresa es importante en nuestro país teniendo en cuenta su contexto. «Nosotros lo que vemos es que Cocos lo que viene a hacer en la Argentina es ayudar al que tiene pesos y no sabe qué hacer. En otros países del mundo tal vez es más fácil porque hay instrumentos de inversión más al alcance de la mano», surbraya.
En este sentido, agrega que en el país «no tenemos la opción de no invertir; vos podés tener muchos o pocos pesos, pero con una inflacion tan alta no hacerse cargo de ellos es de alguna forma un suicidio. Pensá que el que dejó parado $100.000 a principios de 2021 y quiso usarlos a finales del mismo año le valieron la mitad», explica.
Desde la perspectiva de Sbdar, «hay un montón de activos que permiten protegerte de eso y es una puerta de salida para quien no sabe qué hacer con los pesos«.

Crecimiento

El emprendedor también es consciente de lo que su apuesta significó en el mercado, pero tiene muy en claro por qué lo hace. «Cuando nosotros sacamos las comisiones, había algunos colegas preocupados pero yo decía: ‘Acá hay lugar para todos, estamos hablando de miles de millones de personas que son potenciales compradores de lo que nosotros ofrecemos‘. Sabemos que el laburo que tenemos que hacer es verdaderamente masivo», confía.
Cocos fue desarrollada por medio del bootstraping, como se denomina a la modalidad en que las startups nacen y crecen con inversión propia. «No hicimos ninguna ronda de inversión, la verdad que la compañía es bastante rentable desde el principio y toda la rentabilidad que obtenemos la reinvertimos en el negocio«, revela.
En este punto, remarca que el camino que se marcaron es «tener rentabilidad y no entrar en esquemas de quemar dinero con tal de expandir a toda velocidad porque eso genera una dependencia del capital que a nosotros no nos interesa».
«Nosotros queremos ser solamente dependientes de nuestro negocio y hacer cosas que la gente esté dispuesta a pagar y que le sirva. Probablemente en algún momento hagamos alguna ronda de capital, pero siempre sin dejar de lado esto», asegura.
El modelo de Cocos Capital se vincula mucho con el de Robinhood, una plataforma que revolucionó Wall Street cuando miles de pequeños inversores ingresaron a uno de los mercados de capitales más voraces del mundo y generaron el ascenso desmedido y vertiginoso de la cadena de tiendas de viddeojuegos GameStop. Si bien Sbdar reconoce sus puntos en común con esa plataforma, también tiene un análisis particular sobre ese momento de la historia reciente de los mercados.
«A nosotros nos encanta el modelo de Robinhood pero tenemos algunas diferencias. En términos económicos, ellos viven en un mercado con millones de inversores, el mercado de Estados Unidos es enorme. Acá en cambio es miniatura», indica.
Asimismo, añade que «el caso Gamestop fue un momento de mucho furor en la bolsa de Estados Unidos donde realmente gente que no sabía nada se acercó de manera masiva al mercado en medio de la pandemia y se empezaron a reunir en diferentes grupos. Y eso es un problema porque la inversión se volvió un juego».
«Nosotros no queremos que eso pase. Si bien tratamos de darle cierta cercanía en nuestro lenguaje y demás cuestiones, la inversión no puede ser un juego porque es dinero y son ahorros, y es lo que te va a permitir a vos por ejemplo tener una disponibilidad si te enfermás y demás cuestiones», remarca.
«Nosotros –continúa Sbdar– planteamos muy seriamente el tema de las inversiones más allá de que nos pueda divertir. El gran problema es que Robinhood se fue muy para el lado de la Gamification de todo, algo que hizo que invertir se volviera medio como una adicción y nosotros no queremos hacer eso, queremos hacer que sea amigable, pero que no deje de tener la seriedad que debe tener«.
Sobre sus puntos en común con Robinhood, sí asegura que lo que más los atrajo es el acercarle la posibilidad de comprar una acción a quien nunca lo hizo.

«Cuando tenía 18 años, para mí comprar una acción era algo de ciencia ficción, sólo para un inversor de Wall Street. Hoy en dia con Cocos comprar una acción de Apple es más fácil que subir una storie a Instagram, y es eso lo que queremos hacer, que absolutamente cualquiera pueda comprar una acción o proteger sus pesos», concluye.

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